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‘Salvados’ lo vuelve a hacer
Siento repetirme. Ya hablé la semana pasada del buen trabajo de Salvados explicando la crisis económica y comenté que era difícil mantener el nivel, pero anoche el reportaje de Salvados en Arizona volvió a dar en el clavo, y de qué manera. Sin desperdicio todas y cada una de las entrevistas que dejaron claro el racismo que existe en aquella zona de Estados Unidos, la hipocresía con que viven algunas personas la inmigración y las medidas extremas y salvajes de Joe Arpaio, el tipo que se ha convertido tristemente en el célebre sheriff que ha edificado un campo de concentración para presos.
Evidentemente comparto el discurso de Jordi Évole pero su forma de contarlo me parece imprescindible, su manera de oponer las realidades, de explicitar las contradicciones, de mostrar la hipocresía y también la tristeza que conlleva una situación como la que se está creando en aquella zona y que crece alimentada gracias a los servicios públicos. Por desgracia y como Évole hizo notar, España no está tan lejos de Arizona en muchos sentidos y eso es lo verdaderamente interesante del reportaje.
Anoche Salvados mejoró los datos de audiencia de la semana anterior y alcanzó un 8,3% de share, un dato que para laSexta está más que bien y que otras cadenas generalistas firmarían. Si ir más lejos, Cuatro, que tuvo un arranque algo descafeinado de Pekín Express y que quedó por detrás del Follonero.
En esta nueva etapa de Salvados hay ciertos cambios que ayudan a la fidelización del espectador, al menos en lo que se refiere a los programas que hemos visto hasta ahora. En cada reportaje los protagonistas son claros y se profundiza en sus historias. En temporadas anteriores hubo más variedad de protagonistas pero sus relatos eran mucho más superficiales y el conjunto resultaba más anecdótico. También ha descendido el número de gags cómicos con lo que a primera vista la historia que se cuenta resulta mucho más homogénea y el programa pierde cierto tono de magacín en favor de la seriedad de la historia. Para hacer gracia ya están los comentarios del Follonero pero es una gracia distinta, más amarga. Yo la prefiero a la otra. Y para terminar, no echo nada de menos los testimonios de los amigos, tipo Miguel Bosé y demás, que sí salieron en temporadas anteriores y cuyas intervenciones o entrevistas siempre me parecieron que no aportaban nada a los temas.
En resumidas cuentas, que esta temporada me parece mejor que las anteriores y espero que esta subida de audiencia continúe así porque realmente son programas que merece la pena ver. Y la semana que viene, ¡¡Chuck Norris!! Estos de laSexta nos meten a Chuck Norris hasta en la sopa. El encuentro con Évole promete, y mucho.
En otro orden de cosas, después vi el excelente documental El Perdón en La 2, sobre la historia de Andrés Rabadán y el tratamiento que el sistema penitenciario español hace de los enfermos psiquiátricos. Conmovedor, fascinante, asombroso. Una noche redonda.
‘Salvados’, la riqueza y la pobreza a tiro de piedra
El programa del domingo de Salvados me pareció un lujo y una maravilla, mucho mejor que la primera parte. Como siempre, noto cierta irregularidad en las entregas pero siempre no se puede estar al mismo nivel. Por otro lado, las promos no le hacen justicia porque la necesidad de resaltar la anécdota cómica resta importancia al tema que se trató: el del origen de la crisis económica y sus consecuencias.
Me sigue pareciendo abrumador cómo Jordi Évole consigue entrevistar a los personajes idóneos y sacarles la información con toda naturalidad. Los pone a todos al mismo nivel y son ellos los que con sus declaraciones y gracias a la oposición se ponen en evidencia y revelan, sin necesidad de objetivar datos, los perfiles y los contrastes de la realidad. Évole es un mero hilo conductor y las gracias del programa son necesarias para hacer más digerible el resto del discurso. Un discurso que otra vez golpea con vehemencia los cimientos de la sociedad que entre todos construimos y sufrimos cada día.
En su periplo de Wall Street al Bronx quiero destacar a tres personajes. Me causó estupor el empresario español que contaba cómo había hecho su riqueza gracias a la precariedad laboral americana y al supuesto espíritu de sacrificio de los trabajadores de Estados Unidos, algo que según él no encontramos por aquí y que sería necesario implantar para sacar adelante el país. Era estremecedor verle hablar de cómo un trabajador es capaz de dedicar once horas diarias al trabajo si ve que la empresa lo necesita y después comentar que el despido es libre y gratuito, sin hacer mención a la obvia relación que hay entre las dos situaciones, como si la precariedad laboral no obligase al trabajador a dejarse el lomo a costa de su salud por un sueldo mínimo. Para hacer alusión a esta relación de explotación estaba Évole que, como siempre, la dejó caer para aquel que quisiera entenderlo.
Muy reveladores fueron los datos aportados por el señor del Bronx, perteneciente a una ONG de ayuda a los necesitados que explicaba cómo en esa zona de Nueva York el paro alcanza el 50% de la población, la misma población que fue víctima de las hipotecas subprime que condujeron a la crisis reciente en la que estamos ahora. Un panorama sin salida para gente que busca desesperadamente empleo y que vive sin ningún tipo de subsidio. Mostraban su desilusión con Obama, se sentían traicionados y no es para menos. Los rescates financieros han sido un golpe para muchos.
Pero el premio se lo doy al broker bueno, que acompañó a Évole en todo el periplo en Wall Street, que contestó todas sus preguntas con una sinceridad aplastante y que, consciente de su posición en todo el entramado, no justificó ninguno de los actos y lo explicó todo con una sencillez que es de agradecer. Después de toda la paja que llega sobre el tema desde todas partes, encontrar un testimonio de estas carácterísticas, profundamente humano, responsable y consciente de las consecuencias de todo lo ocurrido, que en ningún momento echó balones fuera y que fue capaz de ponerle cara a la crisis. Seguramente en su sector las opiniones que él expresaba con total naturalidad se mantengan más en secreto o sean minoría, pero esto no hace más que poner en valor su testimonio.
Por todo esto, el Salvados del domingo merecía esta entrada. Sigue teniendo un buen número de seguidores fieles pero es una pena que no haya más gente que se sume al share. Entender ciertas cosas con este programa resulta muy sencillo. Ahora han tenido un tropezón importante con Venezuela y espero que puedan solucionarlo pero a veces su forma de hacer las cosas no es entendida por todos. Sin ir más lejos, el propio Jiménez Losantos insultó a Évole en su cara y se quedó tan ancho.
‘Salvados’ y Ramón(cín): el chasco
Dos días después de haber visto el Salvados de el domingo y una vez recuperada de la impresión inicial, ya me encuentro en disposición de hacer mi reflexión respecto a la entrevista a Ramón(cín). Habiendo visto la promo unos días antes ya se intuía que Jordi Évole no iba a ir por la tercera vía a la que nos tiene acostumbrados o, mejor dicho, la tercera vía que yo estaba deseando: que le metiese caña a Ramón(cín), estopa de la buena, de esa que maneja Évole en los momentos más espectaculares de su programa. No sé si visteis la entrevista pero si le echáis un ojo al vídeo de arriba veréis que el resultado fue muy diferente.
He necesitado dos días para procesar la impresión del lavado de imagen de Ramón(cín) que Salvados le regaló en el prime time del domingo. Vale que es en laSexta y que sólo un 7% del share vio el milagro de la transubstanciación. En una cadena de las grandes el asunto habría tenido más impacto mediático, pero también es cierto que en una cadena de las grandes el linchamiento a Ramón(cín) que yo esperaba habría sido tremendo y sin piedad, cosa que tampoco suele gustarme.
Dos días de reflexión me han llevado a pensar que el chasco que me llevé el domingo viene insuflado por mis bajas pasiones, que las tengo, por las ganas de ver que se hace sangre de forma inteligente, como suele hacerla el Follonero. Los árboles me impidieron ver el bosque y no entendí, o no quise entender, que el objetivo del programa era poner a caer de un burro a la SGAE y para ello, entre otras muchas acciones, qué mejor que contar con alguien de dentro para que hablase mal de algunos de los aspectos más polémicos de la entidad. El programa no iba contra Ramón(cín), sino que se sirvió de él y no quiso, como se hace en muchos medios, usarlo de cabeza de turco, como cortina de humo, sino incluirlo en el ataque más general a la entidad de gestión de derechos.
Hay que tener arrestos, y esto lo digo por Jordi Évole y su programa, para no perder de vista su objetivo principal y no dejarse tentar por lo populista y lo fácil que habría sido tirar a la línea de flotación de Ramón(cín), tal y como yo estaba esperando. Eso me habría llenado de satisfacción, sí, de la visceral, pero pensándolo ahora no habría sido motivo de orgullo. Entiendo que hay que valorar Salvados tanto por lo que hace como por lo que no hace, por mantenerse fiel a sí mismos y por no caer en las diatribas fáciles de un enfrentamiento demasiado fácil y que tenían sembrado.
A mí, que esperaba ver cómo hacían leña de Ramón(cín), el programa del domingo me decepcionó y de esa manera me demostraron que estaba en un error, que hay que ir contra la SGAE (aportaron sobrados argumentos en este sentido), y no contra un tipo que nos pueda caer mal, por muy catártico que eso resulte. Además, el tipo en cuestión no quedó tan bien como él se cree. Sí es cierto que se manifestó contrario al Canon y que puso el punto de mira en la industria, pero también es verdad que se jactó de ser el fundador de la entidad y de haber hecho, durante dieciocho años, todo lo que estuvo en su mano para la recaudación. Allá cada cual con su conciencia.
No quiero despedirme sin poner una canción, algo que no es habitual aquí pero que está relacionada con el asunto. La pusieron como parte de la banda sonora del programa y es una de mis canciones favoritas de la vida, la pega es que es de Los Canarios y que el cantante del grupo era Teddy Bautista. ¿Tengo que permitir que la visceralidad me arruine la posibilidad de escuchar y disfrutar una buena canción? Vosotros me diréis.
‘Salvados’ lo ha vuelto a hacer
El programa de anoche de Salvados – En la comunidad islámica volvió a demostrar que es posible enfrentar una realidad social compleja a través del humor. «Desmontando al señor Anglada» es una sección que tendría que convertirse en un clásico de las facultades de periodismo. Alguno puede pensar que yo comparto el punto de vista ideológico del programa, de ahí mi perspectiva positiva, y estoy de acuerdo. Nada más lejos de mi intención que ejercer una falsa objetividad para dar más fuerza a mi opinión. El reportaje me pareció atrevido, audaz y mucho más honesto que todos esos programas que se hacen con cierta perspectiva academicista. El género de la entrevista alcanza otro nivel con Salvados.
En el programa de anoche no faltó nada de lo que se suele tratar al hablar de estos temas y el equilibrio entre autoridades y la opinión de la gente estuvo muy bien llevado. Hubo tensión en la visita a la mezquita, comprensible una vez que explicaron sus recelos. Me gustaría saber qué piensa hoy el Imán acerca del resultado del programa porque estaba preocupado porque se manipulasen sus palabras. También asistimos al insulto por antonomasia hacia Jordi Évole, cuando un señor dijo que los de laSexta era unos chaperos y él era un charnego de mierda. En general, el señor Anglada fue mucho mejor tratado de lo que trata él a la gente y se apuntaron sus contradicciones y sus miedos, que también los tiene. Y para complementarlo, una entrevista reposada a una mujer musulmana que es profesora en la Universidad de Valencia (siento no recordar su nombre ahora).
El programa me dejó más sobrecogida de lo que esperaba porque mostró los antagonismos de la realidad de una forma mucho más cruda de la que nos tiene acostumbrados. Yo creo que el programa favoreció la compresión de las diferencias, la raíz de todo, e hizo un retrato de la sociedad racista en la que vivimos que me pareció, como poco, alarmante. El señor Josep Anglada no es un loco, es un representante político del Ayuntamiento de Vic. Como él dijo, no le interesa hablar con los musulmanes porque no tienen derecho a voto. Yo creo que él, sólo por eso, no tendría que tener derecho a presentarse a unas elecciones.
En resumen, que Jordi Évole hizo las preguntas clave a todos y las respuestas demostraron que no hay una única verdad y que, por lo tanto, todos están equivocados. Me gustó que no tirase por la vía utilitarista para defender la necesidad o no de la inmigración y que lo hiciese convirtiendo a todo el mundo, incluso a sí mismo, en inmigrante. Por cierto, que no me pega su imagen en la campaña esa de esto lo arreglamos entre todos, pero ese es otro tema.
Los datos de audiencia del programa son francamente buenos y me alegro. Salvados tuvo un 9,3% del share con 1.857.000 espectadores y luego El mentalista le pasó por encima a las ofertas de Antena 3 (La escobilla nacional e Invisibles), Telecinco (I love Escassi), y Cuatro (Desafío extremo y Perdidos en la tribu). Yo no sé si laSexta está acertando o son el resto de cadenas las que lo están haciendo mal, pero como no espabilen aquí va a haber cambios y alguien va a salir perdiendo. Lo de Escassi en Telecinco no ha funcionado si siquiera con el plató lleno de urracas. Hay cosas que ya no son lo que eran.
La broma al Follonero de la multa a Buenafuente
Buenafuente le dijo al Follonero en su programa que el Ministerio de Sanidad había impuesto una multa de 5.000 euros a El Terrat por permitir que saliese gente fumando en Salvados así que tenía que solucionarlo con un programa especial sobre el tabaco, que es el que vimos anoche. Al final, Buenafuente dijo que no había habido multa, que había sido una broma de los guionistas de Salvados al propio Follonero.
Muchas páginas se hicieron eco de la supuesta multa, bastante más que del programa que pretendía promocionar, pero en cualquier caso la polémica estaba servida para poder mostrar un programa ya de por sí polémico. Me parece bien que preparen el terreno antes de sacar un programa como el de ayer sobre un tema acerca del que, quien más quien menos, tiene una opinión. La paradoja del tabaco, de su industria y de su negocio quedó totalmente reflejada.
La pregunta es: ¿hacía falta lanzar el asunto de la multa para promocionar el programa? Yo creo que sí. Nadie se ha planteado que pudiera no ser verdad, a pesar de que se han hecho eco del suceso en páginas de todo tipo. La cuestión era generar un debate, promocionar un espacio y sentar las bases de ese programa de antemano.
El programa en sí sirvió para poner de manifiesto las paradojas de una industria semi pública, con beneficios públicos, pero que inclina su balanza hacia las grandes corporaciones internacionales para que sean ellas las que manejen en apariencia el cotarro. El 80% de un paquete de tabaco son impuestos, nadie sabe en qué punto del proceso se le añaden al tabaco los aditivos, los agricultores españoles no saben si sembrar o no…, un panorama complejo que el Follonero supo, como siempre, hilvanar y mantener en tensión.
Pero, ¿para hacer esto era necesaria la premisa de la falsa multa? Después de haber visto el programa, creo que sí. A nadie nos extrañó que Sanidad pudiese multar por fumar en televisión y esa es justamente la paradoja del tabaco que desarrolló ayer Salvados: el Gobierno prohíbe pero recauda impuestos. Por supuesto, durante el programa unos cuanto fumaron, dos personas dejaron de fumar con hipnosis y, además, hubo mucha gente que se manifestó a favor o en contra de las medidas contra el tabaco. No era cuestión de solucionar el problema, sino de poner en evidencia una realidad muy compleja y de generar expectación hacia ella.
Obviamente, no me creo que el Follonero no estuviese en el ajo, claro, porque en tan poco tiempo es imposible que les dé tiempo a montar un espacio así, pero es más importante el gesto que la broma en sí, que sigan demostrando que son capaces de generar viralidad con una broma porque ese, al fin y al cabo, es uno de sus signos más claros de indentificación. Ahí siguen, demostrando que están en plena forma.
Cambios y más cambios en una temporada atípica
Sólo dos días he estado desconectada, sólo dos, y parece mentira la cantidad de cosas que han pasado. Voy a comentar las que me parecen más relevantes aclarando que, si me parecen importantes, es porque creo que tienen significados más allá de conseguir audiencias. Lo explico punto por punto.
- laSexta: Denominación de origen pasa a emitirse a diario antes de Sé lo que hicisteis… y desaparece temporalmente Padre de familia. Denominación de origen se estrenó el domingo pasado después de Salvados y a partir del 2 de noviembre estará en las sobremesas a diario. En ocasiones anteriores cambios similares han terminado perjudicando a Sé lo que hicisteis…, como ocurrió con el efímero estreno de Cómo conocí a vuestra madre pero, a pesar de esto, laSexta vuelve a hacer el cambio. Mi teoría: Denominación de origen es una producción de Mediapro y, como producción propia, no quieren lanzarla a los leones tan pronto, así que le buscan otro hueco a ver si cuela. A mí ni me pega un programa de reportajes a esas horas pero es un formato que está funcionando en otras cadenas y, por lo visto en el primer programa, con ciertos toques de juventud, así que habrán pensado que si a otros les funciona, por qué no a ellos. Veremos cómo cuadra el experimento.
- Antena 3: Baja de Joaquín Climent en Física o Química para rejuvenecer el reparto de profesores. Una pena, porque Joaquín Climent me gusta, pero entiendo que Antena 3, viendo el éxito desmesurado de Curso del 63, quiera incidir en la parte más juvenil de la serie y dejarse de medias tintas. El público que interesa es el joven, así que para qué darle migajas al público más adulto. Qué extraño que un reality de nuevo cuño influya en una serie que lleva tres temporadas.
- laSexta: Salvados vuelve a su horario habitual y El aprendiz se emitirá después. Esta semana toca reportaje sobre Valencia y tengo mucha curiosidad por ver cómo el Follonero nos muestra al mundo a los valencianos. Como pasó con el reportaje de Melilla, estoy segura de que a más de uno le escocerá el resultado. Respecto al cambio de horario, ya lo comentamos aquí: era una prueba con poco fundamento y sólo ha durado una semana. Sólo espero que Salvados no se resienta con estos movimientos.
- Telecinco: De repente, los Gómez se van a la TDT y son sustituidos por Hospital Central. Era de esperar porque la serie no terminaba de ser redonda y, además, siempre me dio la sensación de que ni Telecinco tenía demasiadas esperanzas depositadas en ella. La han estrenado, han cumplido con su tarea y ahora vuelven con una de sus series estrella que tendrá el horrendo desafío de luchar contra Curso del 63. Qué duro va a ser como no consigan estar a la altura. Es injusto que llegue la serie de golpe, sin apenas promoción, y que se le exija un rendimiento fuera de órbita. Los estrenos hay que planificarlos mejor. Y hablando de estrenos, parece que la cadena prepara una especie de «Ana Rosa a baja resolución» para las mañanas de los fines de semana. Quieren batir a las temáticas y ofrecen más de lo mismo para su público estrella, el seguidor de los espacios del corazón. Como emitir Sálvame las veinticuatro horas del día resultaría cansino, parece que van a hacer una propuesta con otro nombre para, en el fondo, dar contenidos y tratamientos similares. Qué monotonía. Y por último y en plan de rumor sin confirmar, parece que van a producir una serie tipo Doctor Mateo pero llamada Tiempo de descuento, con un futbolista famosos que termina en un pueblo entrenando a un equipo de fútbol infantil. Telecinco copiando a otras cadenas, esto sí que es una novedad. De todas formas, respecto a esto hay muy poco que decir porque ni siquiera las tramas están cerradas y será mejor esperar acontecimientos.
- La 1: José Mota volverá a estar en Nochevieja en nuestros hogares. Sin lugar a dudas, el fichaje de José Mota ha sido una de las apuestas más rentables de la cadena y cada cosa que ha hecho ha funcionado a todo trapo. A mí su humor no me termina de gustar pero entiendo que sea un fenómeno porque es versátil y hace un humor casi blanco pero sin llegar a la ñoñería. Sus imitaciones de personajes y la parodia de programas parecen la clave de su éxito.
Con todo esto, resulta difícil hacerse planteamientos ni siquiera a corto plazo respecto a la televisión y es una pena. Las audiencias son una tiranía pero a veces tengo la sensación de que las cadenas prueban y disponen de sus parrillas con cierta irreflexión. Al final, lo mejor para la audiencia es la constancia, cierte coherencia, y todos estos cambios suelen ser mal recibidos, sobre todo porque ahora hay tal cantidad de oferta que resulta imposible fidelizar a los espectadores sólo con contenidos. En resumen: que a ver si dejan la parrilla tranquila de una vez.
Por cierto, ya tenemos el premio en nuestras manos. Estoy pensando en la forma de ponerlo a vuestra disposición y en cuanto esté todo listo podréis disfrutar de él, que es de todos.








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