Posts filed under ‘Televisión y sociedad’

Sol TV, el #notenemosmiedo en directo

Estaba yo esta tarde pensando en cómo hablar de lo que está pasando con el movimiento 15-M y me lo han puesto a pedir de boca: ya se puede ver en directo qué está pasando en la Puerta del Sol de Madrid, un hecho más relevante de lo que se pueda suponer.

Entre todas las consignas que se gritan en la Puerta del Sol, los medios de comunicación no se libran de las acusaciones de manipulación y eso, pese a que pueda parecer un tópico, a mí me parece más bien una realidad a la que estamos tristemente acostumbrados. En una situación como la que estamos viviendo ahora, televisiones independientes que emitan lo que realmente pasa es lo que se necesita.

Cómo confiar en lo que nos dicen los informativos o la prensa si, al mismo tiempo, en las redes sociales y en la calle se habla de otra cosa. Por no mencionar el bucle delirante en el que ha entrado Intereconomía que, con todos mis respetos, hace falta tener poca vergüenza para inventarse la tragedia griega que le cuentan a sus espectadores. Yo creo que se puede jugar a polemizar pero todo tiene un límite y con el futuro de la gente no se juega.

Gente pacífica en una plaza exigiendo, ni más ni menos, garantías democráticas. No es más que eso. No entiendo cómo en este país de demócratas de pelo en pecho se puede despreciar un llamamiento a la democracia real. No es un capricho de cuatro niñatos, hay mucha gente implicada de mil maneras diferentes en esta exigencia de cambio que va mucho más allá de las elecciones del domingo: desde los que duermen en el suelo hasta los que prestan los aseos de sus negocios, y ninguno de ellos está menos cabreado que el otro.

En todo esto, los medios de comunicación se han quedado fuera por méritos propios. Y sobre todo la televisión, que es ahora más que nunca sospechosa de complicidad con el sistema que nos acucia, un sistema que les da de comer. Me da pena pero no puedo defender a la televisión en esto. Como medio, sí, es un medio genial y muy potente, pero lo que han hecho de él salta a la vista en momentos como el actual. Ver informativos es, por desgracia, sinónimo de no enterarse de nada.

19 May 2011 at 21:14 5 comentarios

Princesas del pueblo

Hoy me he desayunado con la noticia de que, según algunas páginas, la ganadora de Gran Hermano 12 también es una princesa del pueblo. Hay cosas que a fuerza de repetirlas se constituyen en verdad verdadera, y ésta puede ser una de ellas. La chica es de Parla, tiene una voz chillona que acostumbra a usar para gritar y cuando discute no tiene problema en soltar sapos y culebras. Tendrá otras virtudes, supongo, pero me imagino que las descritas son las que hacen de ella «princesa de pueblo» porque son las que comparte precisamente con Belén Esteban.

Tenemos por otro lado a las Princesas de barrio de laSexta. Como las anteriores, tienen un léxico limitado, gritan, son de zonas periféricas y amantes de cabrearse y vociferar como descosidas. Eso no quita para que sean buena gente, ojo, pero lo que hace de ella «princesas» son las características negativas. No es cosa mía, es que las han dibujado así.

De hecho, la primigenia «princesa del pueblo» fue Diana de Gales, Lady Di. Ella no era rica de origen pero tenía sus estudios y era fina como ella sola. También fue la televisión la que la aupó a su reino con el inestimable apoyo de la prensa del corazón, sólo que en este caso estaban a su favor y loaban sus acciones. Claro, tenía enfrente a una monarquía. En los casos españoles hablamos de que los malos son un clan andaluz y una casa llena de concursantes. Evidentemente no es lo mismo.

Y ahora es cuando me pregunto por qué, por qué de un programa de Telecinco, de Gran Hermano, sale una ganadora a la que llaman «princesa del pueblo». ¿Estarán cansados de la otra? ¿Andarán buscando un repuesto? Y lo que es peor, ¿qué concepto de pueblo tiene esta gente? Porque pasando por alto las referencias implícitas de cortesanía y vasallaje, está claro que su pueblo es la audiencia y para que los espectadores apoyen algo hace falta identificación. Al fin y al cabo, y con ánimo de desdramatizar, no son más que heroínas de telenovela pero, claro, hay que ver lo que nos gustan los culebrones.

11 marzo 2011 at 10:31 8 comentarios

El falso formato del Papa y el Día del Libro

Como diría la otra, la participación del Papa en un programa de televisión italiano va a ser un acontecimiento planetario porque no habrá informativo que no emita algún fragmento de su intervención. Hay gente así, que genera un elevado porcentaje de interés colectivo en pro de un único beneficio propio. En este caso de lo que se trata es de promocionar un libro.

En entorno del Papa ha planteado un formato que nos es de sobra conocido: al Papa le harán tres preguntas escogidas entre las que manden los espectadores y, gracias a eso, podrá hablar de su libro y promocionarlo como Dios manda. Lo sorprendente de esto es el hincapié que he visto que se hace en algunas páginas en el formato de la intervención. Aquí dicen que será como Tengo una pregunta para usted, cuando en ese formato al interfecto se le hacen muchas más preguntas y tiene cara a cara a la gente que pregunta, aunque sean actores y esté todo falseado. Ese afán por hacer ver que el Papa se expondrá a los fieles, que es totalmente falso, me inquieta.

Benedicto XVI grabará la intervención desde un set en su palacio de El Vaticano, bien a salvo y protegido del mundanal ruido. Le harán tres preguntas que, obviamente, le filtrarán antes, sobre la vida de Jesús, y aquí paz y después gloria, a vender libros se ha dicho. Es algo así como lo que pasa en España cuando se acerca el Día del Libro pero en versión apostólica y romana. Precisamente la intervención será el 22 de abril que no es el día antes del Día del Libro, no seáis malpensados, es Viernes Santo. Si es que hasta el calendario se pone al servicio de la estrategia promocional.

Sí, me molesta, para que nos vamos a engañar. No es como una presentación de un libro cualquiera, cuando un autor va a Buenafuente o a cualquier otro programa. Esto es más bien un lavado de imagen, una promoción integral de un señor que no tiene muy buena prensa porque hace unas declaraciones que atentan contra la salud aunque, en este caso, parece que exonera a los judíos de la muerte de Jesús, con lo que sí, su plan de ir haciendo amigos funciona.

En fin, que la televisión está en manos de los poderosos no es una novedad, es algo que de tan obvio a veces me resulta molesto. En casos como éste, tan evidente, pienso mucho en todas las cosas que no salen en televisión y en todo lo que se tapa con ciertos espacios. La perversidad del medio me duele muchas veces y ésta es una de ellas.

9 marzo 2011 at 09:15 5 comentarios

‘Torrente 4’: Cómo promocionar una película

Hasta en la sopa. Santiago Segura está pisando más platós que la novia cornuda de cualquier torero. Puede hacerse pesado, o a mí me lo parece, pero a estas horas no hay nadie que no sepa qué es Torrente 4, cómo es la camiseta, cuál es la cuenta Twitter de Santiago Segura o quiénes salen en la película. Va a llenar los cines, de eso estamos todos seguros, y la suya volverá a ser una de las películas más taquilleras del cine español porque, aunque a algunos les pueda molestar ese halo populista, al fin y al cabo es lo que funciona y si se trata de vender, él sabe vender sus películas. Para ello, la televisión es clave.

El hormiguero, La noria, Sé lo que hicisteis, Buenafuente, una portada en Interviú, apariciones en los informativos… cualquier escaparate le sirve, no tiene prejuicios y se atreve hasta a tuitear en directo, incrementando exponencialmente su número de seguidores en Twitter gracias a la televisión. Podríamos decir que Santiago Segura, o su personaje, no tiene vergüenza ni escrúpulos, y hace bien. Utiliza la televisión para sus propios fines, como hacen la mayoría, pero sin hacer daño a nadie, eso sí, y obtendrá como beneficio unos buenísimos resultados en taquilla, que es de lo que se trata.

Cuando Telecinco producía películas, hace tiempo que no se vuelcan públicamente en ninguna, hacía que sus actores y directores pisaran todos sus platós. Recuerdo que Belén Rueda, cuando protagonizó El orfanato, estuvo en Ana Rosa, por ejemplo. Claro que Belén Rueda no tiene la chispa de Santiago Segura y le debe de ser más difícil sobreponerse a la idea de que se está vendiendo a la tele, que la tele no es más que una desagradable obligación que va con el papel y que por si ella fuera jamás habría pisado un plató de ese corte. Ojo, todo esto son suposiciones mías y no la critico, la entiendo, pero cuando se trata de vender una película hay que tragarse ciertos sapos, y eso es lo que Segura hace muy bien.

La industria del cine, la formal, le tiene mucha tirria a salir en la tele. Seguramente por lo bajini se criticará a Segura por su proliferación en todos los medios y programas. Para algunos supone rebajarse y evitan enfrentarse a su público, que es justamente el que está viendo la tele. ¿Con quién piensan llenar salas de cine si rechazan a los espectadores? Lo de Santiago Segura nos puede parece que es pasarse, yo no iré a ver su película porque no entra en mis cálculos pagar la entrada más el suplemento en 3D, pero entiendo que vaya a ser un éxito. Él se lo ha trabajado así y no creo que sea cosa sólo de contratar a famosetes de medio pelo. Creo que sería capaz de venderle hielo a los esquimales.

7 marzo 2011 at 09:11 15 comentarios

Publicidad y productos sostenibles

Por cosas de vida esta semana he estado muy en contacto con la palabra «sostenibilidad«. Es un concepto mucho más complejo de lo que parece y por eso me ha dado por buscar cómo se simplifica en publicidad y cómo se saca provecho de él para anunciar casi cualquier cosa. Curiosamente, los que más hablan son los que más tienen que callar.

Para los hijos de los hijos. Supongo que éste os sonará porque es bastante reciente y tuvo cierta relevancia. Al mismo tiempo que anuncian esto, la compañía sufre ciertos problemas que contradicen lo que publicita aunque, claro, esto no es nuevo. Si realmente fueran sostenibles no tendrían que invertir millonadas en campañas publicitarias para difundirlo.

Diecisiete árboles de serie. Éste es cuestión de sentido común. Sí, plantar un árbol suele ser un lugar común en los proyectos de mucha gente, junto a eso de tener un hijo y escribir un libro, pero por muchos árboles que nos regalen, es prácticamente imposible que esos diecisiete árboles de serie sustituyan a todos los que va a cagarse el coche no ya en su circulación, si sólo en su fabricación.

Respira. Éste viene a colación por la polémica de la contaminación en Madrid. ¿Alguien se cree algo de esto? Es un bonito ideal, sí, pero entrar en una estación de metro es, la mayoría de las veces, como bajar a un inframundo.

Bolsas caca. Esta campaña también fue muy sonada y parecía que iba a cambiar el mundo. En realidad apenas duró seis meses. Claro, no es que retiraran las bolsas, es que las empezaron a cobrar a diez céntimos en caja, después bajaron a cinco y ahora ya nadie se acuerda de aquello. Sostenibilidad sobre todo para la empresa, claro, que decía que regalaba bolsas biodegradables. Promuevan el reciclado, señores, y no se aprovechen de la ecología para hacer caja.

Inventemos el futuro. Qué se puede decir de estos tal y como está el panorama actual. Se podría hacer la gracia diciendo que lo que pretenden es inventar el futuro de los países productores de petróleo para que se ajusten a sus necesidades. En fin, que es normal que hagan anuncios de este tipo, aunque no creo que se los crea nadie.

El panorama es ciertamente desolador. ¿Hay alguien que de verdad crea que estamos haciendo todo lo posible por hacer que este planeta y nuestra economía sean sostenibles? Una cosa está clara, si tiene que depender de ciertas empresas vamos apañados.

27 febrero 2011 at 09:23 7 comentarios

Ana Rosa, periodismo basura

La confesión en directo, es es lo que logró Ana Rosa. El vídeo es tan preciado para Telecinco que no está disponible a estas horas en ningún servicio de vídeo, sólo en la web de la cadena y yo no pienso enlazarlo. Prefiero aportar las reflexiones de Gustavo Bueno quien, pese a sus defectos, en esto da en el clavo. Tuvimos por fin juicio paralelo en directo sin garantías para el acusado, un acoso y derribo atroz y las palabras que llevan persiguiendo mucho tiempo, que efectivamente él lo hizo.

Se cuestiona la veracidad del testimonio, se dice que la mujer pudo estar pagada y que lo suyo es una mala interpretación. Francamente, me importa poco si la mujer tenía motivos económicos para someterse a tamaño espectáculo. Me preocupa más que los periodistas se pasasen por el forro el código deontológico y que digan que lo suyo es periodismo, cuando no es más que porquería.

He leído que la productora de Ana Rosa lleva delante y detrás de la mujer varios días y que hasta llegar hasta este punto la han sometido a una presión tremenda, todo para conseguir la exclusiva. Ahora parecen ser justicieros cuando en realidad lo suyo es más propio de una mafia cualquiera. Quizá esto tampoco sea verdad.

Puede que todo sea mentira: la confesión, el paripé, el supuesto estupor… Pero hay que tener la mente muy retorcida y el alma vendida al diablo para hacer un montaje de una historia así. Y sigue. El padre de la niña estará esta noche en La Noria. Se me revuelven las tripas. Los que tenemos una edad ya vivimos una historia así con el caso de las niñas de Alcácer. Entonces hubo alguna que otra consecuencia pero me temo que hoy día todo se pase por alto. Qué asco.

26 febrero 2011 at 07:57 8 comentarios

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Teleadicta sin remedio

"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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