Posts filed under ‘Mitos’

‘Perdidos’: lo que pasó, pasó.

«Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca

debes rogar que el viaje sea largo,

lleno de peripecias, lleno de experiencias».

Ítaca, de Konstantin Kavafis

Bueno, me enfrento a la tarea de dar mi opinión sobre el final de Perdidos con cierto miedo porque sé que hay gente cabreada a la que no quiero cabrear más, pero voy a intentar ser honesta, sincera, y transmitir mis sensaciones porque explicaciones de las de verdad no puedo dar muchas, o más de las que nos han querido dar a nosotros en la serie. Resumiendo, yo estoy más que contenta con el final planteado, satisfizo mis expectativas y optó por una de las líneas argumentales que justamente era para mí la más importante. A partir de aquí, spoilers a troche y moche. Estáis avisados.

Quiero empezar diciendo que me ha parecido un final coherente con todo el contenido de la serie: la redención, la expiación de la culpa, el superar traumas pasados…, todo eso se obtiene de forma clara y manifiesta en «The end» que, además, nos explica la trampa final de los guionistas (una trampa más, como ha habido otras), en la que hemos caído muchos: la línea temporal X no era una realidad en sí, era el compás de espera en el que los personajes consiguen alcanzar sus deseos vitales una vez superados los traumas que les frenaban. Es en esa línea en la que Desmond, constante, lucha para que todos recuerden lo vivido y se decidan a dar el último paso que les lleve hacia la luz.

Lo que ha pasado, ha pasado de verdad. Hasta el final de la quinta temporada todos los sucesos son reales pero en la sexta temporada lo importante es el ahora. En ese ahora no hay tiempo tal y como lo concebimos los seres humanos y aunque hemos creído ver un flash-sideway al final ha resultado que no, que ese misterio ha quedado resuelto y, aunque las connotaciones religiosas del asunto puedan exasperarnos, sólo se me ocurre llamar «limbo» a todo lo sucedido en la sexta temporada. Tampoco es de extrañar, durante toda la serie el enfrentamiento entre ciencia y religión, entre razón y fe, ha sido uno de los motores de las motivaciones de los personajes. En «Across de sea» quedó establecida la dualidad, la importancia de la luz, todo lo que ha sido la vida de los personajes en la isla en esta sexta temporada, así que quedaba claro que la luz iba a tener un papel importante en el final. Han dejado muchas cosas sin responder pero yo creo que sí, que lo importante, la metamorfosis de cada uno, ha ocurrido por fin. Han logrado resolver todos sus problemas. De hecho, la serie ha terminado en el mismo punto en el que empezó. Entonces un personaje abría los ojos, y en «The end» los cierra.

No todos murieron en el accidente de avión. Cada uno murió cuando le llegó la hora, unos estando en la isla, otros fuera y otros ni siquiera murieron. ¿Para qué fueron a la isla? ¿Por qué Jacob les metió en semejante fregado? Porque necesitaba encontrar a un guardián que se sacrificase por todos llegado el momento y ese ha sido Jack. Buscó para ello a personajes atormentados que fueran capaces de redimirse para enfrentarse a todo lo que iban a vivir allí. Por otro lado, una cosa es la isla, con sus mecanismo internos, y otra es la vida de los personajes. Desde el principio han primado más los personajes y el final ha sido coherente con eso. La isla sigue, ya existía cuando nacieron Jacob y su hermano, y ahora prosigue su historia pero no la nuestra, la de nuestros personajes, que han terminado por fin su periplo. Ha sido un final humano, de personajes, y han dejado al margen muchos aspectos de la ciencia ficción, eso es cierto, pero en lo que a mí respecta esos misterios no eran más que una excusa para contarnos todo lo demás.

Y esta son, en resumidas cuentas, las impresiones que hicieron que no me llevase un chasco ayer. Esperaba una conclusión así, feliz, emotiva, a la altura de los personajes. Cierto es que no ha sido un final apoteósico pero tampoco creo que haya sido anticlimático. De hecho, el ritmo de la serie me hizo intuir que no íbamos hacia un desenlace de respuestas, sino hacia un final en el que nos dijesen que lo importante son las preguntas, como así ha sido.

Mención aparte merece el papel de Cuatro en toda esa historia. Lo intentaron, pero no han estado a la altura. Los subtítulos, cortados y hasta omitidos a ratos; seis minutos escamoteados en los que se explica cómo Lapidus salió del submarino; y un debate posterior patético. El balance no llega a ser positivo y es de esperar que si hay una próxima vez se esmeren más y que aprendan de sus errores.

Os remito a otras opiniones que me han gustado especialmente y no por qué esté más o menos de acuerdo con ellas, sino porque creo que expresan muy bien sus puntos de vista: Nacho Vigalondo, Mr. MacGuffin, Anómalo y Pjorge.

Termino con otro fragmento de Ítaca, el poema que encabeza la entrada:

«No has de esperar que Ítaca te enriquezca:

Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.

Sin ellas, jamás habrías partido;

mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado».

Namasté.

25 mayo 2010 at 06:26 21 comentarios

Blog sin spoilers de ‘Perdidos’

Hasta mañana no comentaré el episodio final para dar tiempo a los currantes a verlo. Eso sí, a partir de mañana no pienso ser tan precavida, que con un día y pico debería de haber más que suficiente. ¡Calienten motores! El fin de una era no puede pillarnos desprevenidos.

24 mayo 2010 at 05:51 14 comentarios

‘MacGyver’ resucita en el cine: este muerto está muy vivo

He visto la mayoría de las adaptaciones recientes al cine de series de otra época y siempre me he quedado con la misma sensación: las series eran nuestras, las películas ya no. ¿Se puede transgredir el mito de una serie adaptándola al estándar del cine actual? Se puede, se puede, y de hecho lo hacen. No se debe a que haya un espíritu maligno que se pirre por derrocar nostalgias, es más bien una cuestión puramente empresarial («Viva el mal. Viva el capital»). Nosotros éramos los consumidores de antes, pero los consumidores de ahora son bien distintos y es por esto que los productos que se hacen para ellos, para los que se dejan la pasta, a nosotros no nos pegan ni con cola. Resumiendo: nos hacemos viejos.

MacGyver vuelve a lo grande y esta vez vamos a tener la oportunidad de ver dos versiones del clásico: la cachonda y la seria. Me apetece mucho más ver la cachonda, para qué os voy a engañar, porque tiene una pinta impresionante y llega de la mano de Will Forte y sus amigos, que no son otros que la pandilla del Saturday Night Live y que han llevado al cine MacGruber, su exitosa parodia televisiva de la serie.

No me digáis que no tiene buena pinta. Puestos a ver un clásico reconvertido, yo prefiero una opción como ésta antes que lecturas más serias (aún tiemblo con la Corrupción en Miami de Michael Mann). De todas formas, no hay que lanzar las campanas al vuelo. El que quiera arriesgar su recuerdo de la serie y sea amante de los retos tiene la opción de ver la peli de MacGyver en plan serio que parece que se estrenará el año que viene. Dicen aquí que la productora ya está fichando talentos: Raffaella De Laurentiis será la productora, el guionista será Jason Richman y el creador de la serie, Lee David Zlotoff, actuará como asesor. No hay que olvidar, de todas maneras, que MacGyver ya tuvo dos lamentables películas secuela.

Atención, que esta pandilla quiere hacer una versión seria del mago de la navaja suiza. Con un poco de suerte el proyecto se caerá antes de empezar, porque estas cosas de Hollywood son así, y nos ahorraremos el mal trago porque ya me contaréis. Vale que MacGyver nunca fue una comedia al uso (en los Ochenta se estilaban esas comedias de situación familiares edulcoradas a más no poder), pero tampoco fue un dramón del quince, ya me entendéis. Era una serie de acción con toques de ironía y sarcasmo totalmente marcada por la realidad política del momento. No, no voy a poner el célebre vídeo. O sí, qué demonios.

¿Contra qué malo lucharía el MacGyver de hoy en día? Respuesta fácil. ¿Qué tecnología usará? Porque no creo que se ahorren la posibilidad de financiar la película con marcas de relumbrón y publicidad por emplazamiento. ¿El actor escogido seguirá llevando ese horrendo mullet que causó furor en los Ochenta? Seguro que no. ¿Cuántos años tendrá el nuevo MacGyver? Yo espero que no le den el papel al tiparraco de Crepúsculo, que es todo lo anti-MacGyver que se puede ser. Una aterradora muestra de cómo puede degenerar todo es Young MacGyver, un lamentable spin off de 2003.

Pues a pesar de todo lo dicho, parece que alguien ha pensado que aún quedan cosas por decir de MacGyver así que mientras nos deleitamos con la comedia y esperamos con horror el drama, podemos hacer boca con la adaptación de El equipo A que, ésta sí, tiene una pinta alucinante. Esperemos que no pinchen en hueso.

22 mayo 2010 at 07:40 5 comentarios

El previsible final de Caiga quien caiga

Pues es una lástima, a mí me da pena quizá por lo que significó el formato en sus primeros años, pero Caiga quien caiga se despide con la posibilidad de un regreso que suena a cancelación encubierta porque quizá dé mala imagen no mantener en antena un programa con este prestigio. Lo que está claro es que, al menos en nuestro país, Caiga quien caiga tuvo su razón de ser durante el gobierno de José María Aznar, al que le hizo oposición televisada. En épocas de concordia política el programa perdió parte de su fuerza y cuando los políticos se mostraron como aliados de los reporteros la cosa terminó de perder su impacto.

Desde 1996 hemos tenido Caiga quien caiga para rato, aunque son muchos los que valoran como única la época en la que fue capitaneado por Wyoming. A mí las otras etapas también me gustaron, pero yo es que soy de las fieles hasta el final. Con su llegada a La Sexta se entrevió la posibilidad de darle un nuevo aire al programa pero ni por esas, las audiencias no han respondido y después de varios cambios en la parrilla el programa terminará el lunes con un especial de los mejores momentos.

De esta última etapa me quedo con Estíbaliz Gabilondo, que se ha jugado la cara varias veces. Su reportaje del caso Fabra ha sido uno de los más vistos de la temporada. Tampoco voy a dejarme a Juanra Bonet, que ha sido capaz de poner en un aprieto a más de uno. En la parte negativa, me ha parecido ver demasiada provocación gratuita, como ir, otra vez, al desfile de las fuerzas armadas a buscar insultos, o el transgredir normas a lo loco para llevarse alguna torta. Pocos temas han sido verdaderamente interesantes y la denuncia social y política ha tenido poco peso pero, como digo, eso me parece que forma parte de la coyuntura política y, en general, del aprendizaje de los políticos.

Quizá ese haya sido el verdadero mérito del programa: la educación de los políticos frente a las cámaras. Una vez cumplida esa función, poco les quedaba por hacer. Lo cierto es que de 1996 hemos asistido a la progresiva flexibilidad en las actitudes de los políticos de todo signo y condición. Parece que han aprendido que la televisión no es una amenaza, sino una oportunidad, y poco a poco han empezado a mostrarse más accesibles, siempre con contadas excepciones.

Por otro lado, Caiga quien caiga ha descubierto a grandes profesionales y hay reporteros que siempre tendrán un rinconcito en nuestro corazón. Tonino, Pablo Carbonell, Arturo Valls, Eugeni Alemany, Gonzo y Juanra Bonet son mis favoritos, aunque la televisión les haya deparado funestos destinos como el de Eugeni o el de Gonzo, que parece que se recupera después de su incursión desastrosa en las tardes de Antena 3.

En fin, que se acaba una época pero, viéndolo por el lado positivo, pronto empezará otra.

24 diciembre 2008 at 09:58 13 comentarios

Series raras que nos trajo el mundo

En aquella televisión de los ochenta, en una España recién democratizada que quería abrirse al mundo, los primeros experimentos de la ficción internacional infantil llegaron de la mano de otros países, a través de las series que otras cadenas producían beneficiándose de más años de experiencia en la producción que nuestra recientemente libre Televisión Española. Los temas cambiaron, se multiplicaron, y la ciencia ficción y el terror invadieron el horario infantil, beneficiándonos de esta manera de los mitos de la países remotos, tan distintos de los nuestros, y entramos en contacto con alienígenas, duendes y personajes emblemáticos de culturas diferentes.

Chocky (Inglaterra, 1984), nos contaba la amistad entre un niño y un extraterrestre, y las complicaciones que esa amistad le trajo al niño en el medio rural en el que vivía. En el blog de Refo podemos leer una detallada sinopsis de la serie. A mí esta serie me encantaba, le tenía mucha envidia a Matthew, el niño, porque era verdaderamente especial gracias a los poderes que le otorga Chocky. Hacía unos dibujos fantásticos.

Under the Mountain (Nueva Zelanda, 1982). De esta serie recuerdo el miedo que me saba: un tío misterioso, un fantasma en el blosque, alienígenas y ese montaje de terror, con esa música y esos ruidos. Aún ahora, cuando veo las imágenes, me estremezco.

Pumuki (Alemania, 1982). Odiaba a Pumuki, me caía muy gordo porque era un impertinente, un pesado y no hacía más que darle problemas al buenazo del señor Eder, que estaba en su carpintería y no se metía con nadie. Pumuki bebía cerveza porque en la cultura bávara se deja a los niños que tomen sorbos, pero aquello en esta España nuestra era de lo más raro.

Out of this world, (Estados Unidos, 1987). Comedia familiar a la americana, pero con una niña que paraba el tiempo cuando juntaba las puntas de los dedos. Algo de distensión en ese ambiente extraño que generaban las producciones del resto de mundo.

El cuentacuentos (Inglaterra, 1988). La tradición oral del continente recreada para televisión con el inestimable John Hurt como maestro de ceremonias y con un perro parlante. Todo muy medieval, como corresponde a las leyendas que nos traía. En la Wikipedia tenéis el resumen de los episodios.

Faerie Tale Theatre (Estados Unidos, 1982). Creo que mi principal obstáculo a la hora de disfrutar de estas historias fue el formato, el teatro, al que mi mente infantil no estaba acostumbrada. Eso y Shelley Duvall, que me caía mal. Viéndolo con la distancia de los años, aquellos Cuentos de hadas estaban dirigidos y protagonizados por prestigiosos actores y directores de Hollywood, unos cameos espectaculares por los que ahora mataría cualquier serie.

La tía de Frankenstein (coproducción de Austria, Alemania del Este, Francia, Checoslovaquia y España, 1987). Una de mis preferidas. Ya os he hablado de ella otras veces.

Seguro que me he dejado alguna serie. Hagan juego, señores, ¿qué series recordáis de entonces?

21 diciembre 2008 at 10:13 111 comentarios

El robo del siglo: Efrén se va a Antena 3

Sigo alucinando cosa mala con el fenómeno Efrén Reyero, empiezo incluso a tener efectos secundarios porque me parece que esta historia se está llevando demasiado lejos. Ahora es Efrén el que le pone los cuernos a Telecinco con Antena 3. Deja la cadena que le vio nacer, que le ha convertido en un cornudo hecho y derecho, y se va a la competencia. En Telecinco tienen que estar rodando cabezas porque alguien ha dejado escapar a este fenómeno «arrastraaudiencias».

Ha triunfado el modelo de «chico sensible con sentimientos», el modelo «guapo pero con corazón», y se lo llevan a hacer de colaborador en algún programa. Aún no está claro su destino pero en la noticia se apuesta a que será tertuliano de Tal cual lo contamos, el programa de las tardes de Antena 3, que necesita un revulsivo. Me voy a ahorrar las observaciones sobre el perfil del colaborador en televisión, que cada vez está más desdibujado. Voy a evitar comentar cómo en lugar de buscar colaboradores de calidad, con prestigio, con una profesión, prefieren fichar a iconos sexuales. Supongo que «El Duque» habrá rechazado ofertas parecidas. Además le han reservado una parcelita en Antena.Neox en algo sin confirmar pero qué más da, parecen creer que lo importante es él y nada más que él.

Pero la cosa no acaba aquí, por lo visto Efrén tenía todos los números para irse a pasar penurias a la isla de Supervivientes y también tuvo la posibilidad de salir en La Noria, pero ha preferido irse a Antena 3. ¿Estamos locos o qué? Lo que funciona de este señor, para su suerte o su desgracia, es el rollo del «tipo rechazado» y no creo que en otro papel vaya a causar tanto furor. Telecinco se queda sin el protagonista de su mejor culebrón y lo peor es que no lo han matado ellos, con lo que mola cargarse a un personaje en los platós, sometiéndole a humillación constante y a un desprestigio continuado.

En fin, que no creo que Antena 3 tenga expectativas de que el fichaje funcione, no pueden ser tan inocentes, pero con el mero hecho de habérselo quitado a Telecinco tienen bastante, seguro. Es la extraña satisfacción de haber fastidiado a la competencia, pero bien, aunque el trofeo no merezca la pena. Ahí tienen a Pepa y Avelino en La familia Mata, sin obtener unos resultados de escándalo; Telecinco les robó Pasapalabra; TVE le robó a Antena 3 a Carlos Sobera; La Sexta robó CQC a Telecinco; Telecinco le robó a Antena 3 Aquí no hay quien viva; La Sexta les robó a Buenafuente…, pero me parece que lo de Efrén no tiene precedentes. Nunca dejarán de sorprendernos. Eso sí, yo ya no veía Tal cual lo contamos y ahora lo voy a ver menos. Un programa que apuesta por este tipo de estrategias carnales para levantar ánimos audiencias no me merece ningún respeto.

18 diciembre 2008 at 09:21 28 comentarios

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Teleadicta sin remedio

"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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