Posts tagged ‘Horario de protección infantil’

La tele es mala para los menores, otra vez.

Estoy hasta el gorro de este tipo de estudios: «Contenidos sexistas para una audiencia vulnerable«. Se ha montado revuelo alrededor del estudio, todos nos llevamos las manos a la cabeza, el mundo parece que vaya a terminarse… Estudios como éste son parciales y, sobre todo, amarillistas, tanto como la televisión que denuncian. Claro que hay parte de verdad en lo que dicen, pero no hay que confundir el todo con la parte. Claro que los hábitos de consumo de televisión han cambiado, como lo ha hecho toda la sociedad. Claro que la tele escandaliza, como escandalizaba hace treinta años.En fin, que este tipo de estudios no descubren la pólvora, inciden en el lado más negativo de un medio y no se cuestionan que el uso y disfrute de ese medio depende de las personas y de la educación que estén recibiendo en casa, en el caso de los menores. Voy a volver a repetir un mantra universal: la tele no es una niñera. Ommmmmmm.

La tele es nociva para la «audiencia vulnerable». Bien, aceptamos barco. Lo peligroso es restringir eso de «audiencia vulnerable» a los menores porque, por un lado, estoy segura de que habrá menores con un criterio a prueba de bombas, por ejemplo, y por otro, seguro que muchos adultos son tan vulnerables como muchos menores. El que es vulnerable, lo es, tenga la edad que tenga, y no por tener menos edad se es más vulnerable. Si se ha recibido una buena educación y no se tienen ciertos problemas, la televisión es un entretenimiento más. El criterio, en circunstancias no extraordinarias, no entiende de edad.

Esta moda perenne de culpar a la tele de todos los males me recuerda a otras más caducas, como aquella de los perros peligrosos o esa otra de la demonización de los juegos de rol. Los videojuegos corren la misma mala suerte que la tele, siempre hay guardianes de la moral dispuestos a abatirlos a las primeras de cambio por cualquier cosa. Los niños pueden terminar siendo asesinos si juegan al Call of Duty, ¡¡horror!!

– Señora, ¿qué le ha comprado a su niño en Navidad?

– Ay, un juego de no sé qué.

Y luego está la pregunta universal. Me gustaría saber cómo se ha hecho este estudio, si la gente ha respondido lo que ha querido o se ha tenido que limitar a las opciones marcadas en un cuestionario porque no deja de ser curioso que no se mencione el consumo de tele en Internet ni se evalúe qué eligen los jóvenes para ver en su ordenador. Yo no puedo saberlo porque hace tiempo que dejé de ser joven (si alguien puede iluminarnos, se lo agradecería), pero no parece que interese demasiado establecer resultados positivos sobre la televisión así que, quizá por eso, es mejor evitar este tipo de cuestiones. ¿Alguien, en su sano juicio, es capaz de ver El diario en la web de Antena 3? ¿Cuántos padres ejercen el control parental tanto en los ordenadores como en la televisión? ¿No existe la TDT temática para la gente que ha contestado la encuesta, o no existe para los que han hecho las preguntas?

  • «La televisión incita a la anorexia, la bulimia y al consumo de alcohol y tabaco».
  • «Los programas de televisión discriminan a las mujeres».
  • «La televisión no respeta el Código de Autorregulación del horario infantil»

Yo añadiría más conclusiones, como que  no se vigila el consumo de televisión de los hijos; no se dan datos positivos sobre la programación, que los hay; no se educa a los jóvenes en la formación de un criterio propio y de una conciencia crítica; se infravalora la capacidad de los jóvenes para discriminar contenidos… En fin, que me aburre tanto oportunismo crítico, tanto estudio facilón y tan poco interés por conocer cómo son de verdad las cosas.

11 noviembre 2010 at 07:35 7 comentarios

El A, B, C de las sanciones

Éste de arriba es el anuncio por el que Intereconomía ha recibido una sanción de 100.000 euros por parte del Ministerio de Industria en atención a que vulnera un artículo que establece que la publicidad no puede atentar contra los derechos constitucionales de las personas. Dejando de lado que el importe de la sanción es ridículo para una cadena de televisión y que la sanción, obviamente, está bien aplicada, me gustaría hoy llamar la atención sobre un aspecto peculiar de este tipo de polémicas.

Estableciendo las bases del debate, hay que aclarar que el mismo Ministerio de Industria no encuentra motivo de sanción en el vídeo de Manolo Lama con el mendigo ni en el del «zorra repugnante» de un tertuliano. Se da la circunstancia de que en ambos casos los interfectos pidieron perdón e Industria considera que ambos momentos televisivos que han reventado en reproducciones en YouTube son «hechos aislados». Por otro lado, se da la circunstancia de que Industria sancionó en enero el programa Sálvame Diario por las referencias sexuales explícitas del programa que podrían dañar el correcto desarrollo de los niños y que vulneraban el horario de protección infantil. La última polémica que ha revolucionado Internet es el siguiente vídeo de UAU. Sobran las explicaciones.

[Actualización] Cuatro ha eliminado todo rastro del vídeo. Ellos sabrán por qué. En cuanto aparezca lo volvemos a poner pero…, hay que ver qué mal se hacen las cosas de vez en cuando. Ya ha aparecido el vídeo. Veremos cuánto dura. [Fin de la actualización]

En este contexto de decisiones interesadas, mal explicadas y que incluso podríamos determinar como incoherentes, se pueden sacar algunas conclusiones:

a) Que la publicidad tiene establecidos claramente sus límites con lo que sancionar un anuncio es mucho más fácil y menos comprometido para el Ministerio de Industria. Si eso que dice el anuncio de Intereconomía lo hubiese dicho un tertuliano y hubiesen usado esas imágenes como promo del programa, seguramente no les habrían puesto la «receta».

b) Que pedir perdón sale rentable, aunque el mal ya esté hecho, ya sea el investigado un fragmento de una emisión de contenido supuestamente deportivo o una tertulia de opinión. La opinión, desde mi punto de vista, está sobrevalorada, y eso de que todas las opiniones son respetables me da risa, pero parece que el Ministerio de Industria no piensa lo mismo. Tampoco valora el Ministerio a la hora de establecer sanciones la repercusión de esos momentos en otros medios, Internet principalmente, cuando ése debería de ser uno de los criterios básicos en este siglo.

c) Que el horario de protección infantil es uno de los puntos fuertes del Ministerio, relacionado con la alarma social que genera, y que todo lo que salga de ese horario es mucho más difícil de sancionar porque, al contrario que pasa con la publicidad, el entretenimiento tiene unos límites de actuación difusos y demasiado interpretables para un Ministerio que, una y otra vez, opta por no posicionarse en ese papel esquizofrénico que tienen al ser juez y parte del sistema. El Ministerio es a la vez el organismo regulador de la televisión, en constante contacto con las cadenas, y el defensor de los ciudadanos ante los abusos televisivos. Así no hay manera.

La principal conclusión que yo extraigo de todo esto es que el Ministerio está incapacitado para sancionar por sus propias carencias y su falta evidente de objetividad y que, cuando sancionan, lo hacen para cubrir el expediente estableciendo unas cantidades de risa y acudiendo a argumentos muy estereotipados que incluso caen en la demagogia barata. Cierran los ojos a las verdaderas polémicas, a los hechos que realmente habrían que ser cortados de raíz, y multa lo evidente para que no se diga que no hacen nada.

Por todo esto, y en pro de la salud de la televisión, habría que establecer unos límites concretos, los que sean, o por lo menos afrontar la necesidad de una regulación real que permita a todo el mundo el saber a qué atenerse. El equilibrio es complicado porque una normativa muy estricta terminaría siendo un chorreo de denuncias cruzadas entre cadenas sin ningún sentido, pero una normativa demasiado laxa lleva a la situación en la que nos encontramos ahora, donde todo el mundo hace y dice lo que quiere porque saben que no hay consecuencias. Desde mi punto de vista, la ausencia de normas es el mayor problema al que nos enfrentamos en estos momentos. ¿Nadie va a hacer nada por solucionarlo?

5 julio 2010 at 08:53 9 comentarios

Ya tenemos Ley Audiovisual pero, ¿para qué?

Esto de que las leyes entren en vigor en días festivos me huele a chamusquina y me trae recuerdos del pasado pero seguro que es casualidad, seguro. El caso es que hoy entra en vigor la nueva Ley Audiovisual que regulará los contenidos de la televisión y cuyo máximo objetivo es reforzar la franja de protección infantil y regular la publicidad. Como veis, una Ley muy necesaria pero que, creo yo, peca de inconsistencia al no delimitar bien los términos que refiere. Aquí va un resumen:

  • Contenidos perjudiciales para la infancia: entre las diez de la noche y las seis de la mañana.
  • Los juegos de azar y el esoterismo, por la noche. Se pone coto a la emisión de Call TV, que tendrán horario de una a cinco de la mañana. Eso sí, la Lotería Nacional y similares, que tienen supuesta finalidad pública, tendrán libertad horaria, y se evitan por ahora investigar de modo masivo las estafas de los programas de llamadas. Y digo yo, si en un programa de tarde sortean una tele y hay que mandar SMS, ¿eso es azar o tontería?
  • La vuelta de los dos rombos o del cartelito de «+18». Si estos programas pueden emitirse a partir de las diez de la noche, ¿para qué avisar? El que tenga a su hijo viendo la tele a esas horas, que apechugue.
  • Nuevas franjas reforzadas de protección infantil: de ocho a nueve de la mañana, de cinco a ocho de la tarde, y de nueve a doce de la mañana los festivos. El horario de protección infantil sigue siendo el mismo, pero se refuerza en estos horarios.

Una vez establecidos los horarios, le toca el turno a la publicidad que, desde mi punto de vista, es la moneda de cambio de esta Ley. Eliminada la publicidad de Televisión Española, las privadas necesitaban regular la parte de la tarta que han heredado y como el que parte y reparte, se queda con la mejor parte, han salido ganando.

  • Los anuncios de culto al cuerpo quedan fuera del horario de protección infantil.
  • Los anuncios de vino y cerveza podrán emitirse a partir de las ocho y media de la tarde y, además, no pasa nada si forman parte de patrocinios en eventos deportivos (hipócritas).
  • Máximo de veinte minutos de publicidad por hora (antes eran veintinueve), pero ahora se incluye el reparto de la siguiente manera: doce minutos de anuncios convencionales, cinco de autopromoción y tres de telepromoción. Hecha la ley, hecha la trampa. Estamos hartos de ver espacios supuestamente divulgativos patrocinados por marcas.

Y por supuesto, lo más divertido, en horario infantil no se podrá emitir pornografía ni violencia. Apuesto a que las series animadas serán las primeras en caer mientras que otros contenidos (y no miro a nadie), mantendrán su actividad como hasta ahora. Las tardes están llenas de programas de sucesos, por no hablar de las broncas en directo, pero no creo que ahí meta mano nadie. Repito: hipócritas.

1 mayo 2010 at 08:05 9 comentarios

‘Sálvame’, multa que te crió

No acabo de entender los argumentos contra Sálvame para colocarle una multa por vulnerar el horario de protección infantil. Es cierto, sí, lo vulnera, pero en estos momentos ninguna cadena lo respeta. ¿Acaso son más nocivas para los niños las historias de Sálvame que las de El diario (Antena 3)? ¿Los culebrones que emite La 1 son más apropiados? ¿Las series que pone laSexta son adecuadas para el público infantil? ¿El reality de Cuatro es idóneo?

La historia viene contada aquí y es la siguiente: hay varias denuncias de diferentes organismos de protección del espectador que se han trasladado al Comité de Autorregulación, la entidad encargada de velar por el respeto al horario de protección infantil, pero el Ministerio de Industria ha decidido iniciar un expediente al programa por una de las denuncias referida una emisión que contenía referencias sexuales explícitas. Éste expediente podría terminar en una multa de 300.000 euros. Al común de los mortales puede parecernos un pastizal pero, como bien explica Anómalo, esa cantidad es irrisoria para la cadena y equivale a doce minutos de publicidad. Una nadería sin importancia.

A mí no me gusta Sálvame pero porque no me entretiene, no porque considere que es una porquería. En el caso de serlo, no es peor que otras emisiones que, vulnerando los mismos códigos, se van siempre de rositas en asuntos como éste. Defendí en su momento que Padre de familia en laSexta no tenía que ser expedientado así que sería hipócrita por mi parte atacar a Sálvame en sentido contrario. Desde mi punto de vista, en ambos casos se trata de ficción porque Sálvame es como un culebrón de telerrealidad, pero ficción al fin y al cabo.

No entiendo por qué, puestos a quejarse, nadie se queja de las historias de El diario, que en manos de un niño pueden hacerle llegar a conclusiones equivocadas. Está más de moda ir en contra de Telecinco. Una cosa no quita la otra, pero de qué sirve que una cadena cambie sus modos si en el resto se puede seguir viendo lo mismo.

Y lo de siempre: la tele no es una niñera, el Código de Autorregulación no sirve de nada, las multas son para limpiar conciencias y en realidad el desarrollo infantil importa bien poco. Cuánto nos gusta quedarnos en lo superficial para no atacar lo profunda. Jamás volverá a haber un horario infantil tal y como lo conocimos hasta hace unos años, jamás. A ver si nos vamos haciendo a la idea.

7 enero 2010 at 09:00 13 comentarios

El horario de protección infantil y la costumbre

Allá por los Ochenta, a las ocho de la tarde, Casimiro nos decía que nos teníamos que ir a dormir. Ahora el «Vete a dormir» de El hormiguero salta a la pantalla sobre las diez y cuarto de la noche. Los niños de ahora trasnochan más. También me acuerdo de que yo hacía mis trampas. Para que me dejasen ver El show de Benny Hill me bebía el vaso de leche a sorbos muy pequeños porque la condición era que podía ver la tele mientras me terminaba el vaso. No sé si será para bien o para mal, pero las cosas han cambiado.

El horario de protección infantil según la legislación española llega hasta las diez de la noche, pero en Europa han descubierto que los niños españoles suelen estar ante la tele hasta las once y media de la noche, hora en la que pueden ver cosas inapropiadas para su edad. Según esto, la legislación española contraviene la normativa comunitaria y están investigando si las cadenas nacionales vulneran la norma. Por lo que parece, la legislación española en este ámbito no es efectiva.

Sorpresa, sorpresa, ¿eh? En plena franja de protección infantil podemos ver en varios programas de Telecinco cómo ponen dinero en una hucha cada vez que dicen una palabrota, los de Sé lo que hicisteis… emiten imágenes de programas de la franja que ya no goza de protección, Antena 3 emite Impacto total antes de comer, La 1 desglosa crímenes y violencia en Gente, Cuatro emite imágenes violentas en su inocente programa de zapping…, pero lo que preocupa es la emisión de porno y violencia más tarde de las diez de la noche, cuando puede que haya niños viendo la tele. A mí la que me parece pornográfica es esta preocupación.

Que sí, que bien, que lo cortés no quita lo valiente. Igual hay que alargar la franja de protección al menor a las once de la noche. Perfecto. Mientras a cualquier hora del día las generalistas puedan emitir lo que les da la gana cualquier normativa me parece papel mojado. Mientras las multas sean inferiores al beneficio que dan los programas todo esto me parece una pose ridícula. Está claro que los padres tienen que supervisar qué ven sus hijos, que la tele no es una canguro y todo lo demás pero, entonces, ¿a qué vienen estas campañas de investigación de horarios? ¿Acaso una normativa europea va a mejorar la labor social y colectiva de los padres?

Todo esto me huele a que se busca el prestigio de un negocio sin escrúpulos.

12 octubre 2009 at 10:59 12 comentarios

Adecuación de contenidos en La Sexta

Este rótulo que veis en la imagen aparece en La Sexta todas las tardes, después de Sé lo que hicisteis…, para dar paso a Me llamo Earl. Mi curiosidad y mis ganas de darle al asunto una explicación coherente y razonable me impulsó a escribirle un correo electrónico a La Sexta en el que decía:

Pues bien, ya hace una semana que rellené el formulario y nada, no he recibido respuesta. Me quedo con la duda de saber si el rótulo no es más que un disfraz para torear el horario de protección infantil (mira que soy malpensada), o si en realidad la serie tiene un doblaje específico para niños (cosa nada verosímil sabiendo cómo funciona el doblaje, la pasta que vale y viendo la serie).

Como por suerte tenemos este blog, dejo aquí abierto el tema para ver si entre todos somos capaces de dilucidar de qué va el asunto, ya que los señores de La Sexta no me han respondido en tiempo y forma. En cualquier caso, si me llegase una contestación la publicaría aquí de inmediato.

Dejo unas opciones para ver qué gana y podéis proponer vuestras alternativas en los comentarios:

  1. ¿Pero qué es esto? ¿Quién es el imbécil que pone ese cartel? (señor de La Sexta, dixit).
  2. Realmente, el contenido de las series se ha adaptado para que los niños que ven Me llamo Earl, una serie sobre una pandilla de delincuentes malhablados, sientan que están viendo un gag de Barrio Sésamo.
  3. Eso es una interferencia del Disney Channel (señor de La Sexta, dixit).
  4. ¡Buah! Es que lo de los dos rombos está anticuado y cuando se firmó el acuerdo de regulación de contenidos para la infancia el programador estaba de baja por estrés.

28 mayo 2008 at 09:15 24 comentarios

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Teleadicta sin remedio

"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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