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Fallidas adaptaciones españolas de series
Esta semana, cuando escribí sobre el fracaso de la adaptación española de Las chicas de oro, pensé que sería interesante hacer un repaso a otras adaptaciones que no tuvieron salida en la tele nacional. No hay que ser injustos, hay grandes éxitos como Sin tetas no hay paraíso, Gavilanes, Barrio Sésamo, Pepa y Pepe (de Rosseane), o Doctor Mateo (Doc Martin), pero también es cierto que de los fracasos se aprende más.
Las novatadas. En 2006 tanto Cuatro como laSexta hicieron sus intentos adaptativos. No pasaron de aquel año. Ni Mesa para cinco (laSexta), ni Matrimonio con hijos (Cuatro), llegaron demasiado lejos. Quizá es que fue demasiado pronto o es que no supieron dar con las ficciones adecuadas. Yo, como fan de Cinco en familia, vi en su adaptación un auténtico despropósito.
Los culebrones. Este género ha dado muchas alegrías a la tele nacional, pero también muchos disgustos. Podríamos dividirlos en dos categorías, los de coste medio (convencionales), y los de coste elevado (modernizados). No diré coste bajo porque no creo que salga barato hacer una serie que termina fracasando.
En coste medio un culebrón fracasado recientemente es Mi gemela es hija única (Telecinco), que llegó para sustituir a Yo soy Bea que, como sabéis, fue un culebrón de coste medio de mucho éxito. Es la demostración clara de que repetir fórmula nunca es garantía de éxito.
Los culebrones de coste alto tampoco son garantía de nada. En Cuatro fallaron con Valientes y en Antena 3 lo hicieron con Somos cómplices. Incluso trajeron a JR para aparecer en el primer episodio y aquello no sirvió de nada.
Argentina. Categoría especial para las series que se han adaptado de este país porque ya venían de fábrica con un planteamiento diferente y porque no sólo se han adaptado culebrones. Quizá el fracaso más sonado fue Los exitosos Pells (Cuatro), pero no funcionó mejor Lalola (Antena 3), y la segunda temporada de Hermanos y detectives (Telecinco), fue la última.
Series anglosajonas. Además de los ejemplos que he puesto al principio de la entrada también se han intentado adaptar series más actuales y ahí es donde entran ejemplos como La chica de ayer (Antena3, Life on Mars), De repente, los Gómez (Telecinco, The Riches), o RIS Científica (Telencinco). Sin lugar a dudas, la serie de José Coronado se coronó, valga la redundancia, como el fiasco por excelencia. Era demasiado pretencioso intentar emular a CSI y salir bien parado, por mucho que la idea viniera ya adaptada de Italia.
Menudo repaso, ¿no? Y eso que me he dejado los parecidos razonables del tipo Hospital Central y Urgencias porque no es propiamente una adaptación. Todas las series que he mencionado son adaptaciones cofesas y seguro que me he dejado muchas. ¿Os acordáis de alguna más?
Sonados fracasos, estrenos, regresos y una buena noticia
Sobran las palabras. La semana ha sido aciaga para dos producciones nacionales que se batían el cobre en la sobremesa. Los exitosos Pells ha durado en antena siete días y Somos cómplices sólo dos. Yo insisto en que no eran malas series, eran culebrones, pero el género está monopolizado por La 1 y por Telecinco. Entre Amar en tiempos revueltos y el culebrón de Sálvame no hay hueco en la parrilla para más producciones de este tipo. Hace unos meses Antena 3, Cuatro y Telecinco hicieron una intentona con 18, HKM y Un golpe de suerte pero se ve que atribuyeron los malos resultados a que las series eran para jóvenes y no a que eran culebrones, y lo han vuelto a intentar. Fracaso absoluto.
En televisión se trabaja mucho en función de modas de las que nadie marca tendencia así que son un misterio. De todo esto las cadenas pueden extraer una moraleja: los culebrones no funcionan en este momento y lo que se lleva es Sálvame, que es una especie de reality en el que los colaboradores hacen como que son ellos mismos, cuentan sus propias historias en primera persona y se someten a todo tipo de chifladuras a modo de pruebas para divertir al personal. En lugar de confesionario tienen un atril. Para desempeñar la labor a la perfección el colaborador tiene que haber perdido la vergüenza y los de Tal cual, que pretenden seguir la estela, están algo anquilosados todavía y les sobra pudor. Ya aprenderán.
Y hablando de realities, Antena 3 ha dado el pistoletazo de salida a Curso del 63, que se estrena el próximo martes. En laSexta El aprendiz verá la luz la semana que viene, el día 28 de septiembre. En ambos casos hay un tema de interés social detrás del programa: la disciplina de los jóvenes y el empleo. Los de laSexta están promocionando el programa con tranquilidad y mensajes positivos, como de crecimiento personal. La promoción de Curso del 63 me parece una tremenda llamada al morbo que aprovecha la alarma social que ahora se lleva en los telediarios. Habrá que ver cómo van pero en el caso de Curso del 63 me incomoda la idea de ver a menores jóvenes sometidos a la disciplina y a un autoritarismo arcaico y cenizo, por mucho que haya después redención. Que son menores, hombre.
Por fin vuelven Wyoming y Buenafuente el lunes. Sí, en esto soy como de laSexta al cien por cien. Me parecen dos programas fantásticos que no se merecen, igual que Sé lo que hicisteis…, los refritos veraniegos, pero qué iba a hacer la cadena sin esos refritos como no fuera emitir Crímenes imperfectos a todas horas. El intermedio ha fichado a Tania Llaseras, que fue reportera de Estas no son las noticias (gran programa al que echo mucho de menos), y actriz en HKM. No me chifla esta mujer pero qué le vamos a hacer, para compensar prestaré atención a Beatriz Montañez y Thais Villas, mis favoritas. Buenafuente ha fichado a Ana Morgade, copresentadora de Estas no son las noticias, y eso sí que puede ser la bomba porque la gran Morgade fue capaz de eclipsar a Quequé. Espero que le dejen cuerda suficiente.
Y friki a más no poder me parece el fichaje de Carlos Latre en DEC? para sustituir a Los Morancos, que han cogido las de Villadiego y han vuelto al redil de Tú sí que vales, que empezará pronto en Telecinco. No me digáis que esta información no parece de un cabaret de provincias. El pobre Latre hará imitaciones de famosos en este cutre cruce de fichajes entre cadenas rivales. Latre lo fue todo en Telecinco y sus últimas apariciones en esa cadena han sido la nada. En TV3 le va de perlas, donde sigue, pero ahora hará además de comparsa de Cantizano y compañía. No puedo evitar que me dé cierta pena.
Pero si hay algo friki sin límites es la canción que Telecinco ha escogido para promocionar su nuevo concurso Mi familia contra todos, que presentará Jesús Vázquez, que se estrenará dentro de poco y que ya se promociona en la cadena. Ahí va el tema. Esto es cierto, no es una broma.
Y termino, que ya está bien, con la buena noticia. Ayer terminó el período de votación en los Premios 20Blogs en el que este blog participaba en la categoría de Cine y Televisión. A espera de los resultados oficiales que se harán públicos el 28 de septiembre y si no pasa nada, La tele que me parió ha sido el ganador en su categoría. Esto me hace mucha ilusión y no he podido aguantarme las ganas de compartirlo con vosotros porque el premio es de todos. Un blog es cosa de muchos y éste lo construimos entre todos. Ya os contaré cómo continúa el tema pero, en cualquier cosa, quería daros las gracias por hacérmelo pasar tan bien.
‘Somos cómplices’ y otras confidencias
Os pongo en situación. Ayer me dispuse a ver el estreno de Somos cómplices en Antena 3, su nuevo culebrón diario, y miré en la miniguía de programación que sale en ONO la duración del episodio. Marcaba cuarenta y cinco minutos así que me hice mis planes de tarde y mis expectativas en función de eso. El capítulo, quizá porque era el piloto, duró hora y media y como esperaba otra cosa se me hizo largo y cargante. Esta nadería ha marcado mucho la percepción que he tenido de la serie, sin lugar a dudas, y os pongo sobre aviso para que no toméis mis palabras al pie de la letra.
Para perspectivas más positivas que la mía os recomiendo la lectura de la crítica de Anómalo, con la que podría haber estado más de acuerdo si el capítulo no se me hubiese hecho más largo que un día sin pan, dejando a un lado el hecho de que los culebrones de sobremesa no son mi género favorito. Hay varias cosas, positivas y negativas, que merece la pena destacar.
En el apartado positivo, la producción. Muchos exteriores y lujo marbellí a espuertas. Pena del contraste con los interiores, mucho menos cuidados. Un tratamiento del color muy trabajado y llamativo, poco habitual en este tipo de series, con azules y rojos brillantes. Habrá que ver si este derroche de medios es sólo cosa del piloto o si de alguna forma pervive en episodios posteriores. La emisión en panorámico también es de agradecer. A ver si se generaliza de una vez.
En el apartado negativo, y este terreno es subjetivo a más no poder, destaco la elección del tono de la historia. Parece que se intenta estar entre la comedia y el drama y desde mi punto de vista no se logra ninguno de los dos extremos. Habría preferido más definición en este sentido: o tirando más a la comedia o más al drama, pero las dos cosas juntas no me cuajan. Quizá si se lograse sensación de parodia de género me habría parecido una virtud, pero tal y como está no me convence. Enredo y malentendidos son la clave de los conflictos pero, creo, hay demasiados vaivenes: se meten en un follón en tono comedia, salen de él en tono drama. Y vuelta a empezar. Eso sin dejar de lado los líos amorosos, claro, que los hay a montones.
Como curiosidades, la efímera aparición de un Larry Hagman (el malvado J.R.), en el que han basado gran parte de la promoción, que apenas sale unos minutos y que está muy vejete, el hombre. Los ricos se apellidan Slater, como la malvada Wilhelmina de Ugly Betty. La sintonía de la cabecera la canta María Villalón, la primera ganadora del Factor X de Cuatro. Y hacia el final del episodio la protagonista dice: «Va a parecer que estamos haciendo Dallas«. Ejem. Broma contextual, guiño al espectador. Ejem, ejem.
Bueno, que no me gustó nada y como decía antes el episodio se me hizo muy largo y me aburrí, no me sorprendió en ningún momento y estaba deseando que terminase. Lo siento por la serie pero a los espectadores nos pasan estas cosas, cuando algo falla en la predisposición nuestra percepción del asunto lo nota, y mucho. Menos mal que la serie terminó a tiempo y pude quitarme el mal sabor de boca viendo el regreso de Qué vida más triste. Siguen tan buenos como siempre, geniales diría yo, y laSexta tuvo a bien emitir capítulos de estreno en vez de hacer un refrito de episodios nuevos y antiguos (espero que les dure). Larga vida a Qué vida más triste.
Ya por la noche tenía dos opciones: o ver el desenlace de La ira en Telecinco o ver la primera parte de la TV Movie de Lola Flores, Lola, en Antena 3. Las TV Movies no me gustan, la dosis de estrenos del día la había copado dedicando mis energías a Somos cómplices y las TV Movies las puedo ver en Internet así que haciendo alarde de un supuesto esnobismo vi ¡¡el documental de La 2!! En serio. Un documental fantástico de Documentos TV titulado «11-S Un asunto envenenado». Espeluznante, revelador, demoledor, angustioso y necesario. Si tenéis la oportunidad de verlo, os lo recomiendo.
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