Posts filed under ‘Televisión’
Hasta otra, Ángel
Qué emotiva la despedida de ayer de Ángel Martín. El abrazo que se dio con Patricia Conde, tan sincero como contenido, encerraba en ese silencio toda la verdad de una relación laboral que ha dado sus frutos más allá de la pantalla. Por suerte le hicieron el homenaje que tocaba porque no todos los días se pierde a un compañero. Los espectadores también teníamos algo que decir y yo creo que la tristeza general por la noticia quedó bien representada.
Hasta el final Ángel Martín ha dejado claro que él ha sido una pieza más en el programa y, de hecho, eso de irse sin ropa es de lo más metafórico. No se lleva nada del programa, todo lo deja en Sé lo que hicisteis… para los que siguen, que lo van a hacer con las mismas ganas. Con su «nos vemos en otra» queda claro que su vida contemplativa va ser cualquier cosa menos contemplativa.
Quiero aprovechar esta entrada para comentar lo complicado que es para gente que triunfa en la tele el hacer cosas diferentes a las que los espectadores están acostumbrados. Hay un equilibrio endeble, que nadie quiere romper, pero que se sustenta en dos aspectos muy distintos. Por un lado tenemos al personaje conocido que es reclamo en cualquier programación de un teatro, por ejemplo, y por otro tenemos a un profesional con ganas de desarrollar otros aspectos de su carrera sin por ello tener que renunciar a su personalidad.
Elche, la ciudad en la que vivo, trae a veces espectáculos de gente conocida gracias a la tele pero que desarrolla en el teatro roles que nada tienen que ver con su papel televisivo. El público suele llenar estas representaciones y suele salir defraudado porque no han visto al de la tele, sino a otra persona. También he visto a gente que hacía tiempo que había dejado atrás su personaje más conocido firmar autógrafos por aquello de que era el fulano de tal serie. Los espectadores en ese sentido somos crueles y nos cuesta mucho cambiar el cromo de la colección. «No ha estado mal, pero me gustaba más cuando hacía de esto o de lo otro». Las etiquetas, los encasillamientos… Si el profesional renuncia a ellos explícitamente, se le mira mal, y si no lo hace le cuesta Dios y ayuda forjarse un camino diferente. Ahí tenemos a los chanantes y las constantes críticas de que lo anterior era mejor.
Suelto este rollo porque espero que Ángel Martín no tenga que pasar ese vía crucis y que los ecos de Sé lo que hicisteis… le persigan el menor tiempo posible. Es lo mejor que puedo desearle, que consiga hacer lo que quiera sin tener que escuchar las comparaciones de siempre. Yo ya le echo de menos.
Qué va a ser de nosotros sin Ángel Martín
Aunque por la mañana un confidencial ya lo anuncio a bombo y platillo, hasta ayer por la tarde no se confirmó la noticia en Sé lo que hicisteis… de la manera en que lo veis arriba. Me lo creo. Me creo que esté cansado y que Ángel Martín vaya a dedicarse ahora a la vida contemplativa (o a la vida, sencillamente).
No voy a entrar en las especulaciones de siempre de qué será del programa sin él. Obviamente la pérdida es grande para Sé lo que hicisteis…, muy grande pero, qué caray, por lo menos no se va a Telecinco. Del programa ya se ha dicho muchas veces que estaba tocado, hundido o incluso finiquitado y ahí han seguido, el talento de Martín es grande pero no único. Les deseo suerte a los que se quedan y suerte a Ángel Martín que, verdaderamente, se merece el descanso del guerrero y puede jactarse de habernos dado algunos de los momentos más grandes de la tele reciente.
Yo voy a echar de menos a Ángel Martín. Siempre he simpatizado con la ironía y el sarcasmo, con el pasotismo hecho prácticamente una profesión y con su mala baba. ¿Cuánto le costará desprenderse del personaje? ¿Dejará de ser alguna vez «el de Sé lo que hicisteis…«? ¿Volverá al programa? Aún no se ha ido y ya estoy pensando en su vuelta. Qué queréis, aunque soy fan perdida de Dani Mateo y me parece que Miki Nadal también podría hacerse cargo del programa, pues no va a ser lo mismo. Nadie le dirá igual a Patricia Conde eso de «loca de los huevos».
Así que nada, a verlas venir. Los de Tonterías las justas estarán contentos, por mucho colegueo que haya entre ambos programas. Yo sólo espero que sea para bien.
‘El club de la comedia’ estrena con éxito
Pues no, no vi ayer Operación Triunfo. Nunca he sido demasiado fan del programa así que preferí ver el estreno de Eva Hache en laSexta. Para ver Operación Triunfo voy a tener meses y para ver El club de la comedia… bueno, no se sabe, las audiencias son caprichosas. Está mal empezar la casa por el tejado pero viene a cuento: en la despedida del programa Eva Hache emplazó a los espectadores hasta el próximo programa y más o menos dijo que podía ser El club de la comedia o podía ser otra cosa. Pues vamos apañados, pensé yo.
Mal horario en el estreno porque El club de la comedia tuvo que hacerle frente a la mencionada Operación Triunfo, al estreno de Los Protegidos en Antena 3 y a la peli de La 1. Además le quitó el horario a Salvados y no sé yo si esto habrá sido contraproducente. En fin, era difícil buscarle un hueco a un programa así, de humor blanco, sin continuidad y con un formato más visto que el TBO. Espero que el programa de Évole no haya salido escaldado con el cambio porque para un espacio con más de un millón de seguidores fijos semanales, tendría delito que lo hubiesen fastidiado por un estreno aunque, qué se yo de programar, si sólo soy una pobre espectadora. El cambio de horario no me pilló por sorpresa así que vi los dos espacios con tranquilidad.
El club de la comedia resultó ser lo de siempre pero, claro, cuando se llevan monologuistas de talla pues el resultado parece que es más digerible. El que menos me gustó fue Imanol Arias. Aunque el hombre le puso empeño no entiendo por qué apadrinó el programa y fue el primero en actuar. Vistas el resto de actuaciones no lo merecía. De los demás…, con quién más me reí fue con Berto pero es que, ya se sabe, Berto es único con los monólogos. El texto de Carmen Machi me gustó y Leo Harlem interpretó muy bien el suyo. Eva Hache estuvo dinámica y divertida (para quien le guste, como es mi caso), y llevó las riendas del programa sin despeinarse.
¿Sorpresas? Ninguna. Estoy muy familiarizada con el formato y, como no me disgusta y no lo alargaron innecesariamente, pues lo disfruté lo justo pero no sé si lo que ofrecieron será suficiente para que nuevos espectadores se suban al carro. Claro, los monólogos están muy vistos y aunque estén bien llevados, como es el caso, no sé si dará para que el espacio se convierta en cita semanal obligada, ni siquiera para los fans de la cadena. Por ahora pueden hacer palmas con las orejas. Las audiencias de anoche dan a El club de la comedia un 8,8% de share (1.774.000 espectadores) y a Salvados un 6,5% (1.368.000 espectadores), así que parece que laSexta ha salvado los muebles con nota, y que dure.
De Salvados, qué puedo decir de Salvados. Otro diez para Jordi Évole. Su tratamiento del conflicto entre Palestina e Israel me ha parecido casi impecable. No soy objetiva, claro, pero ni falta que hace.
Y sí, han sido los Globos de Oro. Aquí tenéis el listado completo de ganadores (cine y tele), y aquí mi apuesta en el apartado de tele. No me lo puedo creer, hasta parece que he acertado un par.
La ficción en la ficción
Sigue soñando (Dream on, 1990 – 1996), es la serie que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en series que contienen ficción. La querencia del personaje por la tele hace inevitable la asociación mental pero hay otros exponentes que llegaron después y de una manera distinta, mucho menos inocente, claro, pero con mucha más intencionalidad.
Joey Tribbiani en Friends. Aunque me habría gustado ilustrar su papel con una secuencia de Los días de nuestra vida, la telenovela que protagonizó el personaje en Friends, la cosa ha sido como buscar una aguja en un pajar. No obstante, y por suerte, Joey en Friends hizo teatro, publicidad, participó en concursos y hasta pudimos verle con Ellen. Creo que es la mejor muestra de ficción en la ficción.
Sick sad world («Mundo triste y enfermo», Daria, 1997 – 2001). Éste es el informativo sensacionalista por antonomasia que podía verse en la mayoría de los episodios de Daria, una serie de la MTV en la que se reflejaba la podredumbre de una sociedad encarnada en la vida de una adolescente inadaptada. Una de mis series favoritas.
Hospital General (1972 – 1979), en House. Éste es el culebrón que mantiene enganchando al doctor House, sobre todo en sus primeras temporadas. A los espectadores del resto del mundo no nos dice demasiado pero tuvo bastante éxito en Estados Unidos. Tiene su gracia que un médico vea una serie de médicos.
The Girlie Show en 30 Rock. El personaje de Jenna Maloney, insegura por naturaleza, ve como su mundo se tambalea cuando la cadena contrata a otra estrella para el show, el gran Tracy Jordan, que le roba el protagonismo. Entre todos los personajes montan los programas televisivos más sui géneris que he visto en mucho tiempo.
Tricia Takanawa en Padre de Familia. La gran Tricia destaca en el panorama porque, a pesar de trabajar en el desastroso Canal 5 de Quahog, es una reportera seria y profesional, siempre al pie de la noticia y que se toma muy en serio su trabajo. Nada que ver con los presentadores del informativo, Tom y Diane, que son el ejemplo claro de periodistas desganados y morbosos. Lo mismo podríamos decir de Ken Brodman (Los Simpson), otro periodista al que le gusta la sangre y el escándalo sensacionalista.
¿Qué pensáis? ¿Entraría Murphy Brown en la categoría? ¿Os acordáis de algún ejemplo más?
‘Españoles en el mundo’, Jerusalén y la polémica
Veremos lo que dura porque el de arriba es el reportaje que Televisión Española ha decidido eliminar definitivamente de su web a instancias de la Defensora del Espectador, que hizo su valoración después de recibir unas ciento setenta quejas protestando por la supuesta parcialidad del reportaje. Si bien Televisión Española defendía el programa por estar dentro de la sección de entretenimiento y no tratarse de un formato puramente informativo, algunos espectadores han hecho notar a la cadena que la neutralidad o la falta del conflicto apoya la versión de Israel quienes, por cierto, ahora hablan de censura por la retirada del reportaje.
La voz de alarma de esta situación la dio el Diario Público a finales de diciembre. En aquel artículo se acusaba a Españoles en el mundo de haber censurado los testimonios de unos españoles que vivían en la parte palestina de la ciudad. Por lo visto la productora no pudo soslayar ciertos testimonios sobre el conflicto y decidieron retirarlos. El motivo: el espíritu del programa, ese halo festivo constante, ese pasar por encima de las realidades sociales cual apisonadora. Seguramente si Españoles en el mundo profundizase más en las realidades de los países que visita, el formato no tendría tanto éxito. Yo he visto algunos programas y siempre me ha producido rechazo ver cómo se llegaba a menospreciar a la gente originaria de un país, o ver cómo se podía vivir al margen de la pobreza extrema, aun teniéndola debajo de la ventana.
Sin querer justificar la parcialidad o el sesgo de Españoles en el mundo, pienso que la gente tendría que saber mejor en qué programas se mete. Por poner un ejemplo: nadie puede escandalizarse si, después de ir a Sálvame, hacen mofa y befa de su testimonio. Tampoco podemos esperar de un programa de entretenimiento una visión veraz y contrastada de una situación. ¿Imagináis que en Saber y ganar preguntasen por el responsable del golpe de estado en España y que la respuesta fuera Juan Carlos I? Nadie en su sano juicio se mete en un embolado así en un programa de entretenimiento.
Por suerte hay otros espacios que sí se atreven a enfrentarse a las situaciones y que dan lecciones de periodismo. Me extraña que en toda esta polémica, estéril por otro lado, nadie mencione el Salvados del domingo pasado, que emitirá la segunda parte esta semana. Hace mucho que Salvados dejó de ser entretenimiento y baila con la más fea, la información y la divulgación, por áspera que sea. El que quiera enterarse de verdad de qué va el asunto tiene una cita con Salvados y, el que no, puede quedarse con Españoles en el mundo, es así de sencillo. Lo mismo puede aplicarse a la gente que quiera participar dando su punto de vista: la felicidad es Españoles en el mundo y la realidad es Salvados. Podemos dar gracias por poder elegir entre una cosa y otra. Yo me quedo con Jordi Évole.








Comentarios recientes