Minutos musicales: presentadores españoles dan el cante
El show es el show y por el show se hace casi cualquier cosa. Como voy a ausentarme un par de días por motivos laborales, os dejo esta entrada para que entretengáis la espera. Es una selección hecha con el corazón y pensada para agradar… Bueno, en realidad, es para que podamos hacer un poco de guasa a costa de los presentadores, que con más o menos gracia tienen que hacer frente a determinados desafíos de guión. Aunque parezca mentira, algunos de los que os traigo piensan que, realmente, cantan bien.
María Teresa Campos explota. Mítico momento de hace unos años. Ahora creo que María Teresa ya no está para esos trotes pero Raffaella sigue pudiendo hacer todos esos movimientos.
Pablo Motos y sus alardes de inglés. Aquí un señor que hace de su defecto, virtud. No sabe inglés pero intenta no tomarse en serio a sí mismo, aunque el resultado sea más que cuestionable.
Jorge Javier Vázquez fuera de tono. Todos los colaboradores de Sálvame han cantado en un momento u otro, debe de ser marca de la casa. Os pongo este vídeo de Jorge Javier porque me hace gracia la explosión de aplausos. ¿Le aplauden por su osadía?
Los gallos de Patricia Conde. Es imposible que esta chica cante tan mal, imposible. Y los dúos que hacía con Pilar Rubio eran para desear quedarse sordo.
Pedro Ruiz, que se supone que canta bien. Y cómo no, este presentador cantautor, o como quiera llamarse. Nunca me hicieron gracia esas letras que se suponían irónicas y sarcásticas. Se ve que le pillo la vuelta.
Y en fin. Con esto os dejo. Cuidadme el blog, que no tardaré en volver, y no dudéis en ilustrar vuestros comentarios con vídeos para hacer de esta entrada una galería de los horrores.
‘España Directo’ y la producción externa en TVE
Hay cosas que no entiendo. La de hoy: que Televisión Española siga subcontratando equipos técnicos y humanos a empresas externas cuando tiene los suyos propios muertos de aburrimiento. Son cosas de los contratos que se firman. En el caso de hoy: España Directo. El contrato con Mediapro ha tenido que revisarse (seguirá hasta junio pese a la pérdida de espectadores), y el ente público ha forzado un abaratamiento de costes del programa imponiendo el uso de sus propios medios para la realización del programa.
En principio parece una buena noticia, ¿no? Así nos la venden al menos. A mí me gustaría saber por qué hasta ahora no se han primado las medidas de transparencia de las que ahora presumen desde el Consejo de Administración de RTVE. ¿Qué pasaba antes? ¿Que todo el monte era orégano? Más o menos. Hablamos de ello hace un tiempo refiriéndonos a La mañana de La 1 y como decía el otro, la vida sigue igual. De aquellos polvos vienen estos lodos y se ve que para solucionar la externalización no basta con dar un puñetazo en la mesa, hay que hacerlo con cuidado. De hecho, en el caso de España Directo, Mediapro sigue en la producción, aunque haya perdido algo de autonomía / ingresos por el camino.
Según afirmó el propio Jaume Roures, Presidente de Mediapro, los trece millones de euros que cuesta el programa están justificados. Sí, trece millones de euros que paga Televisión Española por un programa que recoge sucesos, recetas de cocina, información de pueblos de España y poco más. No lo entiendo. Desde el Consejo de Administración de RTVE valoraron la cancelación del espacio porque según consta en el contrato este se puede anular si ese gasto no se corresponde en audiencia (los datos de las últimas semanas están en torno al 12% de share). Muy bien, lo tenían todo a mano para tomar las riendas de la parrilla. ¿Qué ha pasado?
Y aquí, queridos, me pierdo. A ver si alguien de la casa, que esté en el meollo, puede aclararnos la historia. Simplificando los hechos el asunto queda así: Televisión Española tiene un programa desde julio de 2005 que le cuesta trece millones de euros y que ha subcontratado a pesar de tener medios. En el contrato se estipula que si la audiencia baja, el contrato puede ser revocado. La audiencia baja y lo que hacen es forzar que se usen medios propios pero siguen contando con Mediapro para la producción. Ya comenté hace un tiempo que la externalización de la producción en Televisión Española ha generado conflictos sindicales que han sido silenciados. Desde el ente público dicen que abogan por la transparencia pero yo, que soy una común mortal, veo una opacidad tremenda en todo esto. ¿Hasta cuándo va a durar?
El falso formato del Papa y el Día del Libro
Como diría la otra, la participación del Papa en un programa de televisión italiano va a ser un acontecimiento planetario porque no habrá informativo que no emita algún fragmento de su intervención. Hay gente así, que genera un elevado porcentaje de interés colectivo en pro de un único beneficio propio. En este caso de lo que se trata es de promocionar un libro.
En entorno del Papa ha planteado un formato que nos es de sobra conocido: al Papa le harán tres preguntas escogidas entre las que manden los espectadores y, gracias a eso, podrá hablar de su libro y promocionarlo como Dios manda. Lo sorprendente de esto es el hincapié que he visto que se hace en algunas páginas en el formato de la intervención. Aquí dicen que será como Tengo una pregunta para usted, cuando en ese formato al interfecto se le hacen muchas más preguntas y tiene cara a cara a la gente que pregunta, aunque sean actores y esté todo falseado. Ese afán por hacer ver que el Papa se expondrá a los fieles, que es totalmente falso, me inquieta.
Benedicto XVI grabará la intervención desde un set en su palacio de El Vaticano, bien a salvo y protegido del mundanal ruido. Le harán tres preguntas que, obviamente, le filtrarán antes, sobre la vida de Jesús, y aquí paz y después gloria, a vender libros se ha dicho. Es algo así como lo que pasa en España cuando se acerca el Día del Libro pero en versión apostólica y romana. Precisamente la intervención será el 22 de abril que no es el día antes del Día del Libro, no seáis malpensados, es Viernes Santo. Si es que hasta el calendario se pone al servicio de la estrategia promocional.
Sí, me molesta, para que nos vamos a engañar. No es como una presentación de un libro cualquiera, cuando un autor va a Buenafuente o a cualquier otro programa. Esto es más bien un lavado de imagen, una promoción integral de un señor que no tiene muy buena prensa porque hace unas declaraciones que atentan contra la salud aunque, en este caso, parece que exonera a los judíos de la muerte de Jesús, con lo que sí, su plan de ir haciendo amigos funciona.
En fin, que la televisión está en manos de los poderosos no es una novedad, es algo que de tan obvio a veces me resulta molesto. En casos como éste, tan evidente, pienso mucho en todas las cosas que no salen en televisión y en todo lo que se tapa con ciertos espacios. La perversidad del medio me duele muchas veces y ésta es una de ellas.
‘Torrente 4’: Cómo promocionar una película
Hasta en la sopa. Santiago Segura está pisando más platós que la novia cornuda de cualquier torero. Puede hacerse pesado, o a mí me lo parece, pero a estas horas no hay nadie que no sepa qué es Torrente 4, cómo es la camiseta, cuál es la cuenta Twitter de Santiago Segura o quiénes salen en la película. Va a llenar los cines, de eso estamos todos seguros, y la suya volverá a ser una de las películas más taquilleras del cine español porque, aunque a algunos les pueda molestar ese halo populista, al fin y al cabo es lo que funciona y si se trata de vender, él sabe vender sus películas. Para ello, la televisión es clave.
El hormiguero, La noria, Sé lo que hicisteis, Buenafuente, una portada en Interviú, apariciones en los informativos… cualquier escaparate le sirve, no tiene prejuicios y se atreve hasta a tuitear en directo, incrementando exponencialmente su número de seguidores en Twitter gracias a la televisión. Podríamos decir que Santiago Segura, o su personaje, no tiene vergüenza ni escrúpulos, y hace bien. Utiliza la televisión para sus propios fines, como hacen la mayoría, pero sin hacer daño a nadie, eso sí, y obtendrá como beneficio unos buenísimos resultados en taquilla, que es de lo que se trata.
Cuando Telecinco producía películas, hace tiempo que no se vuelcan públicamente en ninguna, hacía que sus actores y directores pisaran todos sus platós. Recuerdo que Belén Rueda, cuando protagonizó El orfanato, estuvo en Ana Rosa, por ejemplo. Claro que Belén Rueda no tiene la chispa de Santiago Segura y le debe de ser más difícil sobreponerse a la idea de que se está vendiendo a la tele, que la tele no es más que una desagradable obligación que va con el papel y que por si ella fuera jamás habría pisado un plató de ese corte. Ojo, todo esto son suposiciones mías y no la critico, la entiendo, pero cuando se trata de vender una película hay que tragarse ciertos sapos, y eso es lo que Segura hace muy bien.
La industria del cine, la formal, le tiene mucha tirria a salir en la tele. Seguramente por lo bajini se criticará a Segura por su proliferación en todos los medios y programas. Para algunos supone rebajarse y evitan enfrentarse a su público, que es justamente el que está viendo la tele. ¿Con quién piensan llenar salas de cine si rechazan a los espectadores? Lo de Santiago Segura nos puede parece que es pasarse, yo no iré a ver su película porque no entra en mis cálculos pagar la entrada más el suplemento en 3D, pero entiendo que vaya a ser un éxito. Él se lo ha trabajado así y no creo que sea cosa sólo de contratar a famosetes de medio pelo. Creo que sería capaz de venderle hielo a los esquimales.
Publicidad y Carnaval
El Carnaval, nos guste o no, se resume en tres cosas: disfraces, fiesta y folclore. Estos son los tres conceptos básicos en los que se mueven los publicistas a la hora de introducir el carnaval y los disfraces en sus anuncios. Ayer estuve toda la tarde viendo anuncios en YouTube (sí, los anuncios los veo cuando yo quiero, no cuando me lo dice la tele). Me parece destacable la cantidad de marcas de bebidas alcohólicas que promocionan los Carnavales (esto está relacionado con la fiesta), y la cantidad de regiones que lo abanderan como seña de identidad (folclore). Los disfraces, eso sí, pueden aparecer en cualquier lugar y con cualquier marca, independientemente de la fecha, pero suelen estar vinculados a fiestas. Fruto de mi investigación «rigurosa», os traigo la selección de hoy.
Hay que ser uno más: Éste me ha hecho mucha gracia y me he identificado totalmente con el personaje central del anuncio porque sí, yo soy de las sosas que no le encuentran la gracia a los disfraces. Me parece que el anuncio está muy conseguido y muy bien hecho.
El ingenio: Cuando se trata de Carnaval y de disfraces, cualquier cosa sirve con tal de sumarse a la fiesta. Aquí nos enseñan cómo hacer unas maracas, al más puro estilo Art Atack.
Futbolistas brasileños: Cualquier marca que patrocine a un futbolista brasileño meterá la samba en su anuncio de una manera u otra, es una norma impepinable. Claro, la forma de jugar de estos cracks recuerda muchas veces a los bailes en el Sambódromo así que la referencia folclórica es inevitable.
No es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita: Sabiendo cómo son de aficionados los niños a los disfraces, esta marca aprovecha para vender su imagen de «cuatro cosas que tengo por ahí» como algo positivo, frente a los disfraces artificiales y comprados de princesitas y demás.
Los superhéroes: Éste ya es el ejemplo claro de que los niños se disfrazan siempre que pueden, les importa poco la fecha, y que en ese desarrollo de roles ajenos es donde suelen hacer de las suyas. Éste anuncio me hace gracia, la verdad. No haberle comprado el rifle dispara bolas, hombre.
El picante: Lo sé, es de Halloween y ahora no toca pero me ha hecho gracia el tono picante de los disfraces. Bueno, más que picante, es un anuncio algo guarro, pero oye, de todo tiene que haber en la viña del Señor.
¿Alguien salió anoche? Me gustaría saber qué disfraces triunfaron. Apuesto a que había más de un zombie por ahí. Si la entrada os ha sugerido algún anuncio, ya sabéis, podéis pegarlos en los comentarios.








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