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La nueva parrilla de Televisión Española
¡Por fin ha llegado la información que estaba esperando! Mucho hablar de anuncios, financiación, eventos deportivos y demás, pero hasta ahora no se había dicho ni media de los contenidos de la nueva era de Televisión Española. Ya los tenemos aquí. La 1 y La 2 empezarán a partir de enero a ofrecer una cara distinta. El cambio será gradual porque hay compromisos que deben mantenerse pero ya hay una serie de cambios importantes.
- Se cancela Gente después de estar quince años en antena (¡¡bien!!, aunque ya hacía tiempo que venía sufriendo cambios), pero se amplía el horario de España directo. Relevante en este asunto es que España directo es una producción de Mediapro, no de Televisión Española, y eso que el flamante nuevo Presidente Alberto Oliart ha afirmado por activa y por pasiva que se iba a potenciar la producción propia.
- El servicio público que marca la Ley se concentra en La 2 (debates parlamentarios; programas para sindicatos, para entidades sociales y para minorías; y espacios que reflejen la participación ciudadana). Estos contenidos irán en un programa de producción propia. Y cada noche se emitirá una película en prime time, quizá dentro del proyecto de emitir cine europeo y de autor. Es decir, cubrirán el expediente pero en un canal que no ve ni el tato.
- Se amplia la duración de los informativos para absorber los minutos que deja libre la publicidad. Veremos cómo gestionan esto. Ya sabemos que, si se lo proponen, los deportes pueden dar mucho de sí. De hecho, esto ya lo podemos ver en la práctica en otras cadenas.
- Para seguir manteniendo el liderazgo, proponen el siguiente prime time semanal en La 1:
- Lunes: Un país para comérselo (un programa de rutas gastronómicas con Juan Echanove e Imanol Arias), y una serie de producción externa aún por determinar.
- Martes: Españoles por el mundo o Champios League, lo que toque. Sin cambios.
- Miércoles: Comando actualidad y 59 segundos. Sin cambios.
- Jueves: Series nacionales. Cuéntame, Águila Roja o el estreno del año que viene, Gran Reserva, una serie culebrón de la que ya hablamos aquí. Sin cambios.
- Viernes: el programa de José Mota, la mitad de Cruz y Raya, que la temporada pasada se hizo con unos enormes datos de audiencia. Sin cambios.
- Sábados: Informe Semanal y Versión Española para paliar la ausencia de los taquillazos internacionales cuya compra está restringida por Ley.
Una apuesta, como veis, conservadora a más no poder, que delata el verdadero objetivo de todos estos no-cambios: mantener el liderazgo en audiencia. Según avance la temporada habrá que ir viendo, además, cuáles son los recambios a todas estas propuestas porque todos los programas y series mencionados necesitarán descanso, un relevo, y entonces entrarán en juego otros espacios que ahora parecen condenados al puesto de segundones.
Dicen que las cosas no son como empiezan, sino como terminan, y yo no sé qué planes tendrán en la cadena para dentro de medio año, por ejemplo, pero lo que está claro es que quieren empezar su nueva etapa siendo líderes. No sé si eso será pan para hoy, y hambre para mañana, pero en cualquier caso ése es el objetivo. Esperemos que no se les atraganten las uvas.
¡No te vayas, Alec!
El disgusto del día, de la semana, del mes, del año. Dice Alec Baldwin que en cuanto acabe 30 Rock, en dos años más o menos, se retira. En sus declaraciones hay algo de tristeza, como una especie de depresión latente, y muestra poca satisfacción por su trabajo. Dice cosas como:
«La meta de hacer películas es protagonizar un filme donde tu actuación domine y que sea un éxito de crítica o comercial. Y yo nunca tuve eso».
En cine seguramente no, pero en televisión su personaje de Jack Donaghy (30 Rock), es lo mejor que ha parido madre en mucho tiempo, le ha popularizado, y ha hecho de él un actor premiado y reconocido. ¿Qué está pasando entonces? ¿Ser un actor de culto no es suficiente? No muchos pueden presumir de tener un personaje en Los Simpson y el episodio de Alec es brutal. También tiene un muppet.
Yo espero que esto sea un berrinche promocional como cualquier otro pero, más allá de eso, me ha resultado curioso que un tipo que triunfa en la tele quiera dejar de intentarlo, con lo que difícil que es y con la cantidad de gente que mataría por tener la imagen que él tiene actualmente. Igual el problema está en que triunfa en comedia y no en drama, pero de siempre la comedia es un género mucho más agradecido, y muy difícil de hacer, sobre todo bien.
Así que yo le pido a Alec Baldwin que no se vaya. El tipo forma parte de algunas de las películas clave de mi iconografía generacional y, aunque a él le parezcan poca cosa (está feo eso de despreciar los trabajos que uno ha hecho), ya son clásicos que forman parte de las listas de películas de culto. Por favor, protagonizó Bitelchús, de Tim Burton, hace veinte años. Cómo ha cambiado desde entonces.
Adaptaciones para televisión, otro negocio rentable
Roland Emerich, director de 2012, ha dejado caer que está pensando seriamente llevar su idea de la peli a la tele introduciendo una pequeña variación. Contará la historia posterior al desastre y explicará la refundación de la vida humana en la tierra. Lo plantea todo a lo grande aunque es posible que este comentario no sea más que un perla para alimentar la promoción de la película.
En cualquier caso, no es el único. La televisión es un medio que, con el desarrollo de Internet, ha derribado fronteras y es lo más global que existe en estos momentos, en el amplio sentido de la palabra. La trilogía Millennium también tendrá su versión televisiva después de haber pasado por el cine. Se ve que los herederos de Larsson ya no saben cómo rentabilizar un éxito de tamañas proporciones. En este caso, serán tres miniseries las que están en juego y por las que varias cadenas españolas ya han mostrado interés. Antena 3 por su parte está trabajando en la adaptación a televisión de Crepúsculo, la saga de vampiros adolescentes que ha saltado de la novela al cine y que en España tendrá una miniserie con tintes patrios. En el mercado internacional la BBC, está versada en las adaptaciones, y en Estados Unidos se acaba de estrenar la adaptación de Las brujas de Eastwick.
Aunque estamos muy acostumbrados a que sea la novela la que sirva de inspiración a las series clásicas, muchas de ellas de época y, si son de hace unos años, en formato coproducción para compartir gastos, actualmente la televisión se ha convertido en una pantalla más del negocio del cine. A la inversa también pasa, con mayor o menor fortuna. Hay muchas series de las que se han hecho películas y películas que hablaban de televisión pero era el movimiento lógico, que de la pequeña pantalla se pasara a la grande. Ahora es la gran pantalla la que quiere hacerse un hueco en la televisión porque se está experimentando positivamente con la experiencia, siempre agradable, de rentabilizar un producto una vez que ha terminado su ciclo en salas.
Las cadenas por su parte se frotan las manos. ¿Qué puede haber mejor que tener un producto que ya ha llevado a las salas a miles de personas? ¿Como directores de programación de una cadena qué escogeríais, una serie nueva o una basada en un éxito? De perogrullo, además teniendo en cuenta que mucha gente que no va al cine sí que puede conocer el producto gracias a otras referencias. Espectadores a espuertas ávidos de formar parte de la comunidad que ya ha disfrutado con un éxito.
En el lado negativo, a quien le guste el cine o la televisión, o ambas cosas, lo tendrá difícil para disfrutar de estas adaptaciones. Cuando vi en el cine Sexo en Nueva York salí absolutamente cabreada porque la película me pareció una simplificación total. Lo mismo me pasó con Superagente 86 La Película, a pesar de adorar a Steve Carell (¡¡y están haciendo la segunda parte!!). Miedo me da en qué pueda quedar la adaptación de El Equipo A porque Corrupción en Miami en el cine fue otro chasco. Me ahorré ver Los ángeles de Charlie y Starsky y Hutch. ¿Os dais cuenta? El cine adapta por lo general series clásicas pero la televisión adapta casi siempre éxitos recientes. Ahí hay una gran diferencia porque el éxito en televisión es efímero y muy sujeto a lo cotidiano y al momento.
Quizá por eso, porque lo que triunfa en el cine actual a mí muchas veces no me gusta, tengo la sensación de que la televisión adapta grandes productos de masas, lógicamente, pero que yo me quedo fuera de la corriente. Además, cuando se adapta a televisión un éxito cinematográfico de hace tiempo se le suele dar una vuelta de tuerca para que encaje en el panorama actual, como esas brujas de Eastwick (la promo os la he puesto arriba), mucho más jóvenes que las originales. Al final me da la sensación de que todo es lo mismo y de que cuando llega a la televisión el producto se desvirtúa en función de perfiles de audiencia y exigencias comerciales. Por suerte siempre podremos recurrir a la fuente pero es una pena que se gaste tanto dinero en unificar productos que antes fueron diversos. La tele parece muchas veces una trituradora.
Qué tiene de malo el sueño de un guionista
Pongámonos en situación: un medio de comunicación decide hacer un reportaje sobre la situación de los guionistas en España y se pone en contacto con ALMA, el sindicato que trabaja para la representación del sector. Desde la entidad se vuelcan en dar su punto de vista y los dos de sus representantes conceden una entrevista al periodista. Días después, el periodista solicita un texto sobre cuáles son las reivindicaciones de los guionistas, un tema ya tratado en la entrevista previa, y pide que el texto tenga doscientas palabras. Se le envía el texto escrito por Carlos Molinero, el presidente Vicepresidente de ALMA. Al poco tiempo, desde el medio se les dice que no van a incluir el texto ni, por supuesto, la entrevista, porque las opiniones expresadas por el sindicato no coinciden con la línea editorial del periódico.
¿Es o no una buena historia para una serie? La pena es que sea verdad, real como la vida misma. El medio en cuestión es La Gaceta de los Negocios, del grupo Intereconomía, y el texto que han rechazado publicar, de sólo doscientas palabras, habla de los sueños de los guionistas, una parte del negocio del cine y la televisión que sufre en sus carnes precariedad laboral, inestabilidad y una falta insultante de reconocimiento no ya por parte del público, que eso es otro tema, sino por parte de la industria que se alimenta de sus ideas. El guionista hastiado expone con meridiana claridad, como siempre, el asunto en su blog.
Ante de poner el texto de la discordia para que veáis que no hay nada censurable en esas doscientas palabras, quiero expresar mi total apoyo al colectivo de guionistas. No sé por qué cuando se habla de ellos se les trata como si fueran bohemios cuando en realidad son trabajadores en busca de unas condiciones de trabajo dignas. Es la lucha que tendríamos que emprender todos y que ellos están articulando desde ALMA, con esfuerzo y tesón. Buscan el reconocimiento como colectivo con representatividad, buscan poder participar de los beneficios que genera su trabajo, quieren terminar con la arbitrariedad contractual y con el abuso de poder de un sistema que les ningunea a pesar de necesitarles. Quizá este fondo de lucha en el que no cabe el lamento lastimero es lo que no ha interesado a ese periódico. ¿Qué tipo de declaraciones estarían buscando? Supongo que piedras contra el Ministerio de Cultura, que las hay, pero están argumentadas. Puede que, para gusto del medio, haya faltado demagogia en el texto.
Si este texto hubiera sido un trabajo, no lo habrían conseguido, claro, pero que nadie olvide que hablamos de guionistas, no de mercenarios. Ahí va el texto.
CON QUE SUEÑAN LOS GUIONISTAS
Los guionistas no sólo sueñan con ovejas eléctricas. Sueñan con que les paguen por su trabajo, un dinero digno a ser posible. Sueñan con tener la importancia y el respeto que se han ganado otros ramos del sector como la interpretación o la dirección de fotografía. Sueñan con un Convenio Colectivo firmado por sus representantes legítimos y no por sindicatos mayoritarios que ni conocen el sector, ni tienen afiliados en él. Sueñan con que sus historias tengan la misma promoción y distribución que las de otros soñadores de más lejos.
Cuando los guionistas leímos la Ley del Cine, que se hizo sin contar con nosotros, vimos que nuestros sueños iban a seguir flotando durante mucho, mucho tiempo. Era una ley continuista, que no entraba en la distribución o en la exhibición o en la formación y que mencionaba al guionista de forma tangencial. Pero tenía un aspecto positivo que podría al menos evitar la pesadilla de “Soy un pelele”. La productora de esta película contrató al director y al equipo técnico por muy poco dinero, tal vez pensando que como no iban a pagarles no tenía sentido crearles demasiadas expectativas. Sin embargo la productora ha hecho un estreno testimonial para intentar conseguir la ayuda a película realizada. La nueva Orden Ministerial obliga al productor a justificar los pagos del equipo antes de poder acceder a la ayuda y además se creará una lista donde irán las productoras fraudulentas.
Pero los guionistas profesionales no sólo sueñan los que les dice el productor o la cadena de televisión. Tienen muchas otras ideas, raras, o buenas, o divertidas. El Ministerio de Cultura daba todos los años 25 ayudas para que los guionistas, por su cuenta y riesgo, inventaran las historias que rebotaban en sus cerebros. Estas ayudas permitían a los guionistas dedicarse un tiempo corto a contar su sueño en un guión, pero eran sólo ellos los que lo veían. De todos los guiones que han recibido ayuda ni el diez por ciento ha llegado a la pantalla.
Con la nueva Orden Ministerial se pasa de 25 a 15 ayudas, de mayor cuantía, para que el guionistas pueda concentrarse más en su sueño. Además el guión que reciba estas ayudas tendrá más puntos en las ayudas a desarrollo y en las de realización, haciendo que los proyectos que subvencione el Ministerio tengan posibilidades reales de llegar a la pantalla.
Los guionistas no somos escritores, un guión no es una obra artística, pero es la pieza fundamental para que ésta se realice. Las ayudas al guión tienen que reflejarse en la industria, no en unos cuantos afortunados que ven como sus historias se corrompen en algún backup durante años. Quedan cosas difíciles por concretar, pero si cada año se hacen en España quince películas originadas en la cabeza de un guionista veremos realmente con que sueñan nuestros guionistas. Y puede que esos sueños se parezcan más a lo del espectador que los de un ejecutivo de televisión, los de un experto en marketing o los de un productor. Y puede que los espectadores que devoran las teleseries y los programas escritos por guionistas españoles vuelvan al cine a ver nuestras películas. Pero esto es sólo otro sueño de guionista.
Carlos Molinero. Vicepresidente de ALMA(Autores Literarios de Medios Audiovisuales).
‘El aprendiz’ se enroca con ‘Salvados’
Movimiento de laSexta para salvar El aprendiz: trasladarlo a la noche de los domingos en el horario de Salvados, retrasando el inicio del programa del Follonero a las once de la noche. Entiendo que lo que se pretende es blindar de alguna manera el reality pero creo que va a tener funestas consecuencias para los dos espacios. Como decía también en Twitter No tengo remedio, el orden de los factores sí altera el producto, pero por lo menos no han cancelado ninguno de los dos programas. Con Berto, por ejemplo, no tuvieron tanta paciencia.
Yo he seguido Salvados desde su inicio y su horario me parecía más que apropiado. Con el cambio me fastidian a base de bien. Creo que es imposible salvar los dos programas y, puestos a elegir, aunque creo que El aprendiz es un buen reality, prefiero a Jordi Évole, que por cierto la semana pasada hizo un programa metatelevisivo de coleccionista.
Para colmo, anoche me dice en Twitter de Gato Volador que el lunes por la noche, para cubrir el hueco de El aprendiz, en laSexta emiten Destino final, una peli que dieron en La 1 la semana pasada. Y yo me pregunto: ¿tan barato es el prime time de un lunes que lo regalan de esta manera? Porque si no tienen nada que poner, podrían dejarnos a unos cuantos hacer un programa. Total, los resultados iban a ser parecidos a los que se obtienen de emitir una película multi-emitida. Hoy cuentan aquí que la semana pasada la peli hizo en La 1 un 20% de share, pero se emitió a partir de las once de la noche.
Es esta sensación de que laSexta tira la toalla la que me extraña. Sus formas de competir son muy raras y suelen abandonar y dar las cosas por perdidas (o eso me parece), a las primeras de cambio. Anunciaron el cambio ayer, en el límite de la contraprogramación, que son tres días, así que o bien fue un cambio de última hora, o se lo han guardado para que la competencia no hiciese sus cambios también. Yo sólo espero que Salvados, que no tiene nada que ver en esto, no salga escaldado.
Y no quiero terminar sin dedicarle unas líneas a Andrés Montes, que ha fallecido. No era mi comentarista favorito, ya lo sabéis, pero la noticia me ha impactado igualmente. Qué mundo éste, tan complicado y tan difícil.








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