La tele que me parió

Peta Zetas según Glenclous

15 enero 2008 at 17:51 15 comentarios

Inauguramos la sección de REPORTEROS INTRÉPIDOS con las reflexiones de Glenclous acerca del fenómeno Peta Zetas. Digo fenómeno porque parece que ha conseguido sacarnos a todos de nuestras casillas. Aquí la crónica desgarrada de una sufridora, al más puro estilo Un, dos, tres.

Yo pasé todo el programa sufriendo por el pobre de sonido que tenía que estar en el control con cascos. Si Corbacho normalmente grita, ayer berreaba literalmente. Y esto, independientemente de la calidad del programa, va a ser la razón principal de que el programa se vaya al garete por una razón sencillísima: Este programa se emite tarde y muchos de los espectadores tendrán gente en casa durmiendo: niños, personas que tienen que madrugar, etc. Ese era mi caso ayer, y os prometo que aguanté el programa por la picada que me echó Ruth el otro día, jiji. Cuando hablaba Corbacho, volumen abajo. Cuando hablaba algún otro colaborador, volumen arriba porque no te enteras. Cuando Corbacho le interrumpe, volumen abajo (y como le interrumpe, no te da tiempo y ya temes por la persona durmiente de la casa). Entra un vídeo, volumen arriba con ración triple de botón, porque los vídeos estaban bajísimos en comparación con el sonido de plató. Terminaba el vídeo y sólo con el sonido de los aplausos, sin que interviniese el presentador, los salones de toda España, normalmente silenciosos a las dos de la mañana, retumbaban, y hala, volumen abajo. No es normal tener que ver un programa con el dedo constantemente en el volumen del mando. Y parece una tontería, pero una vez pasada la novedad, la gente prefiere ver late-shows a un volumen fijo. Suficientemente alto para escucharlo bien, y suficientemente bajo como para no despertar a la gente de otras habitaciones. No es tan complicado.

Por otra parte, el contenido me pareció flojo-flojísimo y poco homogéneo:

Los Rankings… uff, qué pereza me dan los rankings. Para empezar, en el de los estafadores metieron en el segundo puesto a El Dioni, que de estafador no tiene nada. Ladrón, sí, pero estafador, pues no. Después hicieron otro de personajes “Antes mitos, ahora frikis» que en lugar de tener cinco posiciones como el anterior, tenía tres. ¿Por qué? ¿No se les ocurrieron más frikis que meter en el ranking? ¿Huelga de guionistas cuando les faltaban dos? (por cierto, qué cognazo el Word cuando escribo “frikis», que siempre lo cambia por “friáis”).

Los colaboradores iban cada uno a su bola y haciendo un programa diferente:

• Enrique del Pozo que en cuanto se sienta con más gente se cree que está en TNT y monta la bronca venga a cuento o no (se han dado casos alarmantes en el metro con Del Pozo gritándole a la señora de al lado que le de pruebas escritas de que la siguiente parada es Sol). Momento patético donde los haya cuando se sacó de la manga una “exclusiva” para contar que la gente murmuraba que en sus tiempos mozos se tiraba a Ana y a la madre. ¿La exclusiva era que había un rumor falso? Menos mal que Corbacho le cortó rapidito.
• Por otra parte, Yolanda Ramos que cada vez que hablaba, Corbacho la trataba de idiota. Vamos, como el personaje que hacía en El Intermedio con Wyoming.
• Patricia Pérez, que es monísima y simpatiquísima. Que me cae muy bien, conste, pero que estaba en calidad de… ¿de qué? ¿De representante de las tías con escote y pelazo? No se, me daba la impresión de que estaba hablando como en el salón de su casa con la panda de los amiguetes en lugar de en un programa de televisión.
• Y el otro… ¿Qué podría decir del otro? La web del programa le describe como “Alfredo Díaz (siempre con un chiste en la punta de la lengua)”. Pobueno, pofale, podacuerdo. Si ellos lo dicen…

Los cebos como si fuese el Tomate también me tuvieron frita durante todo el programa: Que si vamos a enseñar la teta de Sabrina (como si hoy en día no hubiese youtube para ver esa escena, y emule para ver cosas mucho más fuertes), que si os vamos a hacer un duelo entre el Hula-Hop y el Walkman, como si fuese Salsa Rosa y fuesen a enfrentar a Aída Nízar con Maria Teresa Campos. Leche, haz el programa y no me entretengas contándome lo que vas a hacer.

La entrevista con Sabrina tuvo una cosa muy buena: que Corbacho apenas gritó. Tuve la impresión de que se grabó en otro momento sin público delante y al estar solos, Corbacho no estaba tan subidito. Metían planos del público así como con calzador, pero los aplausos se desvanecían porque alguien les bajaba el volumen y no porque la gente dejase de aplaudir paulatinamente. He estado presente en las suficientes mezclas de audio de pelis y programas como para reconocer trampas auditivas a distancia.

Por otra parte, la entrevista me pareció patética, y sólo dirigida a hombres. Corbacho estuvo haciendo de salidorro toda la entrevista con frases como “si en lugar de las collejas que me está dando Sabrina me diese tetazos, me gustaría más”, recordarle a la artista que con ella se la “pelaba como un mico”, sugerirle que estaba empalmado durante la entrevista y demás lindezas. Eso sí, gritando mucho menos, lo cual es muy de agradecer. Y como momento álgido, la salida de teta en la nochevieja de hace 20 años. La pusieron como si fuese una exclusiva mundial, con un planito de Sabrina viéndose, con cara de “a ver si me pagan pronto y me puedo ir a mi casa, que estoy hasta las narices de que me hablen de la puta teta”.

Independientemente de todo esto, Corbacho cometió errores de primero de presentador de televisión, como por ejemplo nombrar a Buenafuente. Hizo un chistecillo en plan “si he trabajado con Buenafuente, puedo trabajar con tal” (sustitúyase el “tal” por la persona de quien hablaba, es que no me acuerdo). Quedaría simpático si Buenafuente no estuviese haciéndole la competencia en la Sexta en ese mismo momento. En televisión LOS RIVALES NO EXISTEN. ¡¡¡No puedes hablar de tu competencia directa, aunque sea bien, porque le recuerdas al espectador que están allí y van a cambiar de cadena!!! Sobre todo si tienen el mando en la mano para subir y bajar el volumen durante todo el programa.

En fin, que por el bien de mis tímpanos, mis vecinos y mi salud mental, visitaré webs como Te acuerdas y evitaré ver PetaZetas en un futuro. Además, a mi me gustaban más los

Entry filed under: Años 80, Antena 3, Humor, Televisión. Tags: Enrique del Pozo, José Corbacho, Peta Zetas, Reporteros intrépidos.