Posts tagged ‘Televisión Española’
Televisión Española apuesta por el criterio periodístico
Manda narices que esto sea noticia, la verdad, pero es lo que hay. La dirección de Televisión Española y su Consejo de Informativos de se han comprometido a intentar que en campaña electoral sean los profesionales de la cadena y no los partidos los que decidan lo más destacable de un mitin. Se intentará terminar así con la estrategia de la llamada «luz roja», un chivato que los políticos usan para saber que entran en directo en un informativo y que aprovechan para soltar la frase impactante que crean más conveniente.
A partir de ahora serán los profesionales de la cadena los que, en la medida de lo posible, seleccionarán de los totales la información que consideren más pertinente para ofrecerla al espectador. Esto supone un mayor control por parte del medio, en este caso Televisión Española, pero se evita que sean los partidos políticos los que seleccionen cuál es la información más adecuada. Yendo un paso más allá, los hay que cuestionan la supuesta objetividad del medio y se preguntan si eso no servirá para que se emitan interesadamente los contenidos preferidos por los que mandan en el Ente pero si algo es cierto es que los informativos de Televisión Española han ganado mucho desde que se retiró la publicidad. Dejando a un lado los reconocimientos internacionales que han recibido, se aprecia profundidad en las informaciones con el aporte de distintos puntos de vista y un incremento del mosaico que suele recoger la actualidad. Lo más negativo sigue siendo para mí el autobombo porque no sé qué pinta en un informativo un bloque sobre el estreno de Cuéntame, pero nadie es perfecto.
Sobre las sinergias entre política y televisión se han dicho muchas cosas y yo no soy una experta en el tema pero es innegable que existe dependencia entre el medio y el mensaje. Aquí tenéis una explicación profunda del asunto. Hasta ahora parecía que la política dominaba la televisión en cuanto al control de contenidos y la forma de transmitirlos. En este otro enlace podéis leer la teoría de que el concepto tradicional de mitin ha muerto y que ahora prima el mostrar la cercanía del político con el elector. No me digáis que el vídeo de abajo no tiene cierto parecido con el montaje que ofrecen en el formato Tengo una pregunta para usted (Televisión Española). ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
Ya se veía que el gremio periodístico estaba cansado de que la política estuviese convirtiendo en unidireccional la comunicación y hace tiempo que se habla de la negación de los profesionales a asistir a ruedas de prensa sin preguntas. Los fotógrafos también han dado plantones cuando han considerado que no se les estaba respetando. Así las cosas, la decisión de Televisión Española tenía que llegar antes o después y aunque parezca que llegan tarde también es de justicia reconocer que este tipo de asuntos deben de ser más complicados de gestionar de lo que parece.
La pena es que las cadenas privadas no se sumen a la propuesta pero es lógico pensar que defienden intereses propios y que, en cualquier caso, esto no habla mal de los profesionales que trabajan en ellas, que de algo hay que vivir. A todos nos gustaría poder ejercer nuestra labor con la máxima garantía de independencia y, en el caso de los periodistas, siguiendo los criterios que recoge su código deontológico pero qué se le va a hacer, ya se sabe que donde hay patrón no manda marinero y, en este sentido, todas las cadenas tienen un patrón muy claro que no suele plegarse a ciertas directrices. Una lástima.
El silencio en Televisión Española
Hace semanas que sabía de este encierro porque leo el blog de Isabel Paz pero hoy me he decidido a hablar sobre ello cuando me he encontrado con el siguiente titular: «La producción externa de Televisión Española ha aumentado un treinta y siete por ciento». Es uno de los anuncios que ha hecho Alberto Oliart en su comparecencia periódica en el Senado y que he encontrado aquí. Sólo al final del texto se menciona de pasada y de forma partidista el encierro que está llevando a cabo un grupo de trabajadores en Televisión Española, se ofrece un punto de vista muy tangencial, simplista, y no se relaciona en ningún momento con esas cifras pírricas de producción interna sobre las que se le pregunta en la comparecencia.
Durante la comparecencia ha surgido además en varias ocasiones el encierro que mantienen desde hace más de veinte días un grupo de trabajadores para protestar por el despido de una trabajadora de TVE.
Oliart ha precisado que el contrato de esa trabajadora, «como el de otros 303 contratos por obra», ya había vencido, ha observado que el encierro que protagonizan un grupo de trabajadores se refiere sólo a este contrato porque -ha dicho- es una afiliada a UGT, pero ha insistido en que el caso está «en vías de solución».
Como veis, un versión totalmente opuesta a lo expresado en el vídeo que encabeza la entrada. Nada que ver tampoco con el velo de silencio que se ha extendido sobre la noticia durante semanas y que, según Isabel Paz, ha sido acordado desde diversos frentes. Es paradójico, por aportar algo de luz, que el despido de la trabajadora contratada, detonante de un encierro que denuncia los bajos índices de producción propia de Televisión Española (sobre un dieciocho por ciento), ha sido por finalización de obra. Esta trabajadora estaba contratada en España Directo, un programa que sigue emitiéndose. Es cierto que era afiliada a UGT, sindicato que está llevando a cabo al encierro, pero también es cierto que han visitado a los trabajadores y se han interesado por el tema representantes sindicales nacionales y políticos de tan distinto corte como Celia Villalobos o Leire Pajín, cosa que no se ha reflejado en los medios. Que la trabajadora afiliada sea defendida por su sindicato no implica neccesariamente que el despido esté ajustado a derecho, como parece que quieren hacernos creer.
Tras todo este asunto parece extenderse la sospecha que se verá confirmada, o no, cuando se materialice el relevo de Oliart al frente de Televisión Española. Se alzan voces contra el desmantelamiento de La 2 y ya hay rumores de que alguien del sector privado vendrá a culminar la privatización encubierta de Televisión Española que beneficia, cómo no, a las productoras externas, que están haciendo su agosto. Un culebrón que no acaba de empezar pero al que aún le quedan bastantes capítulos. Por ahora Televisión Española no cumple con su código interno ni con los preceptos que estipula la Ley. Las trabas a su modelo de financiación han sido un mazazo importante pero que, sin duda, se resolverá a favor del Ente Público. Oliart dice en la comparecencia que he citado antes que «Hacienda proveerá». Intentar hacer un chiste de una situación así es, cuanto menos, vergonzoso. Con semejantes propósitos el futuro de Televisión Española como cadena pública es cada vez más oscuro para unos y más claro para otros. Si Hacienda termina cubriendo el parche que tendrían que pagar las telecos y las privadas, los beneficiarios, tal y como está la situación ahora, serían las productoras externas y, por supuesto, privadas. Yo no quiero que con mis impuestos se engrosen las cuentas de empresas que deberían de obtener beneficios por sus propios méritos. En este país de todo se hace un negocio. Qué asco.
La financiación de RTVE a debate
Bruselas ha puesto en cuarentena el nuevo sistema de financiación de Televisión Española. Dicen desde el Gobierno que es normal, que no pasa nada; y los implicados van a aprovechar para hacer alegaciones en contra de la financiación. Como siempre, dos versiones de lo mismo.
Con lo bien que le está yendo en audiencias a Televisión Española sin la publicidad. ¿Os imagináis que tuviesen que volver a poner anuncios? Lo veo improbable, la verdad. Todo este asunto coincide con la Presidencia Española de la UE y seguro que consiguen arrimar el ascua a su sardina. El planteamiento de la ley de financiación, lo recuerdo por si acaso, estipula que las cadenas privadas y las compañías de telecomunicaciones paguen un canon porcentual por los beneficios que van a obtener al gestionar los anuncios que ya no quiere Televisión Española.
Estos dos sectores se frotaban las manos con las rentas que iban a obtener de esos anuncios hasta que los anunciantes han empezado a ejercer su presión para obtener una mayor calidad en la emisión de los anuncios y reducir los minutos de las pausas publicitarias. Todo esto se agrava cuando los primeros datos del año, ya con una tele pública sin publicidad, demuestran que la gente está pasando de los anuncios y que las audiencias no se resienten.
Me da la sensación de que lo que podía ser el negocio del siglo está empezando a ser el timo del siglo. ¿Será posible que Televisión Española haya dado gato por liebre a las privadas? Si así fuera, se lo tendrían merecido por basar su negocio en estrategias totalmente caducas. En un tiempo en el que la publicidad convencional está perdiendo peso, es absurdo obcecarse vendiendo espacios publicitarios a la vieja usanza, dividiendo los bloques según el target y haciendo pausas descomunales. Seguramente haya mucha gente que se sigue tragando los anuncios pero la cuestión no es verlos, es comprar lo que nos venden. Y la gente que compra lo que venden los anuncios cada vez se decanta por formas alternativas de ver la televisión que le alejan de esas prácticas abusivas.
Dicho todo esto, creo que el debate de la financiación es, en el fondo, una oportunidad que nadie quiere aprovechar para cambiar el modelo de negocio. Allá ellos. Lo que no pienso asumir es que las privadas y las operadoras vayan de víctimas cuando, teniendo la posibilidad de rechazar el modelo, lo hayan fomentado según su interés y ahora quieran hacernos creer que les obligan a cambio de nada. Ahí tienen los eventos deportivos, los taquillazos de cine y la TDT de pago, además de los anuncios, para hacer negocio. Pero que no se olviden de que ese negocio tienen que vendérnoslo a nosotros, los espectadores, que cada vez estamos menos dispuestos a comulgar con ruedas de molino.
Anuncios clásicos de Televisión Española
Ahora que nos vamos a hartar de ver autopromociones y que en la pública han asimilado la nostalgia, se me ha ocurrido rebuscar en los archivos para buscar anuncios de Televisión Española de hace algunos años, para dar ideas de lo que está por venir. A diferencia de lo que pasa en la tele de verdad, estos vídeos que tenéis a continuación se pueden poner en pausa si es que necesitáis ir al baño o algo así.
Televisión Española celebró sus cincuenta años de emisiones en 2006 y para ello ya utilizó a los de Cuéntame como hilo conductor. La canción de Amaral, las imágenes en blanco y negro y el recuerdo de acontecimientos históricos hacen el resto. Cuando cumplieron veinte años, en 1976, trajeron al especial de Nochevieja a los Jackson Five. Esas imágenes las han puesto en el recopilatorio de este año y también podéis verlas aquí.
Los informativos de la cadena son actualmente un referente (merecido o no, pero lo son). Este estatus llevan años trabajándolo. Su calado internacional ya se fomentaba en 2005 de esta manera.
No podía faltar una promo en la que los espectadores aparecen en primer plano y la mar de divertidos. Esta fórmula la está utilizando ahora laSexta, pero los de La 1 ya la pusieron en práctica en 1998. «De todo. Para todos», un lema para una generalista que seguía llamándose «La Primera» y explotaba el juego de palabras.
Al año siguiente, en 1999, en un ejercicio continuista que incluía un ligero cambio en el diseño del logotipo, cambiaron la imagen y abrieron plano.
En 1994 se promocionaba el Teletexto como herramienta esencial de conocimiento de la actualidad. Fijaos en los mandos a distancia que salen.
A finales de los ochenta, la programación infantil de Televisión Española era un referente. Sin la competencia de las privadas, lo tenían todo. Horas y horas de programación infantil. Cómo ha cambiado la historia.
Y para terminar, me retrotraigo a los inicios de las emisiones. En los sesenta y en los setenta, la tele era muy diferente a como la conocemos ahora, mucho. Las promociones eran más bien campañas institucionales que buscaban adoctrinar a los ciudadanos. Dan hasta miedo y todo.
La nueva Televisión Española
En El País he encontrado un resumen de lo que serán los pilares básicos de la programación de Televisión Española una vez se produzca el apagón publicitario y con sólo leerlos ya me han dado ganas de cambiar de canal, y eso que no tengo la tele puesta. Se trasluce aburrimiento, muchas obligaciones con unos y con otros, y muy poca presencia del espectador, aunque sea en segundo término. A juzgar por el vídeo de arriba, un sector de los trabajadores de la cadena tampoco parecen demasiado contentos con los planes del Gobierno.
- Tope de setenta películas americanas de estreno en todos sus canales, en hora de máxima audiencia. Las privadas quieren rebajar la cuota a treinta. El objetivo es que la pública no entre a competir con las privadas, que son en parte las que pagan la financiación de la cadena una vez retirada la publicidad.
- Diez horas semanales en horarios de audiencia a programas de grupos políticos, sindicatos y entidades sociales. Resulta que a esto se le llama «derecho de acceso» y, a pesar de estar aprobado y ser obligatorio desde 2006, aún no se ha aplicado.
- Retransmisión en directo de debates parlamentarios y electorales.
- El canal infantil tendrá que emitir programación infantil. No, no me he equivocado, parece que esta perogrullada va a contemplarse en la Ley. Además, tendrán la obligación de emitir los contenidos en dual (castellano e inglés), cuando se produzca el apagón analógico. Y yo me pregunto, ¿no lo hacen ya en la TDT? Misterios misteriosos.
- Subtitulación, audiodescripciones y lengua de signos en una cuota de programas para dar servicio a los espectadores con discapacidad visual o auditiva.
- Contenidos europeos en prime time. ¿Qué será esto de «contenidos europeos»? ¿Podrán emitir un reality francés?
- Inversión en largometrajes un 20% más que las privadas. Está visto que invertir en cine es un problema y esta medida podría considerarse un castigo.
- La externalización de la producción estará limitada a un 30% por compañía, a no ser que se trate de empresas fuertes.
- Un 10% del total presupuestario como máximo podrá destinarse a la compra de eventos deportivos.
- Y tendrán que promover la cultura en lo que parece una penitencia más que un objetivo.
El panorama es desolador, todo son restricciones y obligaciones de carácter abstracto. Me pregunto si Mira quién baila encajará en este nuevo proyecto de cadena o si las privadas, que parecen tener a Televisión Española cogida de salva sea la parte, nos harán el favor de pedir que no se emita el programa por ser considerado competencia desleal. No sé yo si ahora, cada vez que queramos exigir algo a la tele pública, tendremos que dirigirnos a Uteca, la asociación de teles privadas.
Lo que está claro es que la pública no podrá, a partir de dentro de poco por Ley, competir por la audiencia. Pero se me ocurre una pregunta: ¿Y si a pesar de todos estos esfuerzos por hacer un canal soporífero resulta que tienen audiencia? Sé que es difícil de imaginar visto el panorama pero, ¿qué pasaría? Yo creo que se produciría una paradoja espacio-temporal y terminaríamos todos engullidos por un agujero negro. Yo creo que eso es lo que pasa cuando se habla de televisión sin hablar de contenidos. Televisión Española y el Gobierno han vendido su alma al diablo.
Europasión, eurotostón
El próximo fin de semana mi adorado Rodolfo Chikilicuatre competirá en Eurovisión y, hasta entonces, Televisión Española promete ofrecer más y más programación sobre el certamen: tiras diarias durante toda la semama, Europasión, semifinales, previa el mismo sábado, web, blog…,. Les falta hacer un Euromaratón. Están muy pesados y no me extraña porque este año se enfrentan a una situación excepcional: la trayectoria del artista tiene fecha de caducidad.
Otros años han tenido mucho tiempo para explotar los beneficios derivados de la participación en Eurovisión a través de galas, conciertos, canción del verano y demás historias pero este año yo estoy convencida de que la muerte de Chikilicuatre ya está diseñada y, por eso, Televisión Española necesita rentabilizar al máximo el tiempo que le queda de vida al personaje.
Yo voy a optar por pasar olímpicamente de los programas especiales porque, dejando a un lado la saturación que suponen, es que no hay quien vea esas galas: reproducen esquemas de los años sesenta, son un desastre de realización, derrochan cutrez y tienen un interés nulo para mí. Reservo mis fuerzas y mi entusiasmo para el sábado por la noche. Hasta entonces, ¡¡perrea, perrea!!
Comentarios recientes