Posts filed under ‘Años 80’

Padres extraterrestres de las series

Hay series que se repiten en el blog por un motivo u otro. Cosas de marcianos, por ejemplo, siempre termina saliendo en mis entradas antes o después y eso es porque la serie me gusta mucho. Hoy merecería estar entre las series comentadas pero me la voy a ahorrar a conciencia para que deje su sitio a otras que merecen mención específica en este tema: los padres extraterrestres de las series.

Con el motivo de los padres extraterrestres se han parido series de todos los géneros y condiciones y, sobre todo, han alumbrado hijos más o menos inadaptados. El triunfo del marginado es algo que siempre me ha llamado mucho la atención, la administración de sus poderes, sus posibilidades de dominar el mundo…,. Y os lo advierto, mis padres afirman que no son extraterrestres pero visto el resultado que soy yo no las tengo todas conmigo.

  • Starman (1986). Basada en la película de John Carpenter, la serie muestra la continuación de la historia catorce años después del final de la película. Es ciencia ficción pura y dura, con algo de road movie. El extraterrestre vuelve a buscar a su hijo y toma la apariencia del fotógrafo Paul Forrester. Juntos emprenderán la búsqueda de la madre al tiempo que huyen de la policía, que les va pisando los talones. El personaje de Forrester es encantador, atolondrado, tierno y poco hábil en el dominio de las relaciones sociales. Debo reconocer que de pequeña estuve coladita por él, más que por el hijo.
  • Out of this world (1987 – 1991). Típica comedia familiar americana que aquí se llamó De otro mundo. Evie heredó de su padre extraterrestre la posibilidad de congelar el tiempo juntando los dedos índices, podía descongelar a las personas tocándolas y todo volvía a la normalidad cuando juntaba las palmas de las manos. En el contexto de la comedia protagonizada por una adolescente teníamos los típicos mensajes morales de si utilizar los poderes era bueno o malo, si había que usarlos para el bien o el mal…,. El padre siempre estaba presente porque se comunicaba con Evie a través de una figura de cristal que tenía en la mesilla de noche. Digamos que ésta podría ser la versión light y noña de un problema de frikismo.
  • My Parents Are Aliens (1999 – 2006). Otra comedia familiar pero, esta vez, inglesa y, por lo tanto, con bastante más mala leche que las americanas. Aquí se llamó Mis padres son extraterrestres y cuenta la historia de tres huérfanos que son adoptados por una pareja extraterrestre que se estrella en la tierra. Los padres apenas saben nada del comportamiento humano y los hijos sacarán provecho de ello, o lo intentarán. Eso sí, el comportamiento de los padres termina avergonzándoles siempre.
  • Roswell (1999). Un drama adolescente que se enmarca en Roswell y que viene a ser la típica serie de conflictos adolescentes pero con el componente de las relaciones entre humanos y extraterrestres. El amor imposible a lo Romeo y Julieta es una de las bases más importantes de la serie y, claro, termina habiendo fruto de ese amor, sacrificos, traiciones…, todo lo que compone cualquier drama adolescente que se precie.
  • Taken (2002). Miniserie americana conocida aquí como Abducidos y que cuenta con la marca de Steven Spielberg. Los interesante de esta historia es que cuenta la vida entrelazada durante cincuenta años de cuatro generaciones de tres familias, combinándolas con hecho importantes de la historia de Estados Unidos, desde la Segunda Guerra Mundial, pasando por Rosswell o la crisis de los misiles con Cuba, y hasta la actualidad. Es una historia de experimentos extraterrestres, secretos, misterios, sucesos extraños y, claro, de hijos de extraterrestres. Una visión dramática de las relaciones familiares con el tono más apocalíptico de la ciencia ficción.

Y estas son mis aportaciones. ¿Os acordáis de alguna más? Extraterrestres ha habido muchos en la tele, pero que tuvieran hijos, no tantos.

6 junio 2010 at 09:07 14 comentarios

‘MacGyver’ resucita en el cine: este muerto está muy vivo

He visto la mayoría de las adaptaciones recientes al cine de series de otra época y siempre me he quedado con la misma sensación: las series eran nuestras, las películas ya no. ¿Se puede transgredir el mito de una serie adaptándola al estándar del cine actual? Se puede, se puede, y de hecho lo hacen. No se debe a que haya un espíritu maligno que se pirre por derrocar nostalgias, es más bien una cuestión puramente empresarial («Viva el mal. Viva el capital»). Nosotros éramos los consumidores de antes, pero los consumidores de ahora son bien distintos y es por esto que los productos que se hacen para ellos, para los que se dejan la pasta, a nosotros no nos pegan ni con cola. Resumiendo: nos hacemos viejos.

MacGyver vuelve a lo grande y esta vez vamos a tener la oportunidad de ver dos versiones del clásico: la cachonda y la seria. Me apetece mucho más ver la cachonda, para qué os voy a engañar, porque tiene una pinta impresionante y llega de la mano de Will Forte y sus amigos, que no son otros que la pandilla del Saturday Night Live y que han llevado al cine MacGruber, su exitosa parodia televisiva de la serie.

No me digáis que no tiene buena pinta. Puestos a ver un clásico reconvertido, yo prefiero una opción como ésta antes que lecturas más serias (aún tiemblo con la Corrupción en Miami de Michael Mann). De todas formas, no hay que lanzar las campanas al vuelo. El que quiera arriesgar su recuerdo de la serie y sea amante de los retos tiene la opción de ver la peli de MacGyver en plan serio que parece que se estrenará el año que viene. Dicen aquí que la productora ya está fichando talentos: Raffaella De Laurentiis será la productora, el guionista será Jason Richman y el creador de la serie, Lee David Zlotoff, actuará como asesor. No hay que olvidar, de todas maneras, que MacGyver ya tuvo dos lamentables películas secuela.

Atención, que esta pandilla quiere hacer una versión seria del mago de la navaja suiza. Con un poco de suerte el proyecto se caerá antes de empezar, porque estas cosas de Hollywood son así, y nos ahorraremos el mal trago porque ya me contaréis. Vale que MacGyver nunca fue una comedia al uso (en los Ochenta se estilaban esas comedias de situación familiares edulcoradas a más no poder), pero tampoco fue un dramón del quince, ya me entendéis. Era una serie de acción con toques de ironía y sarcasmo totalmente marcada por la realidad política del momento. No, no voy a poner el célebre vídeo. O sí, qué demonios.

¿Contra qué malo lucharía el MacGyver de hoy en día? Respuesta fácil. ¿Qué tecnología usará? Porque no creo que se ahorren la posibilidad de financiar la película con marcas de relumbrón y publicidad por emplazamiento. ¿El actor escogido seguirá llevando ese horrendo mullet que causó furor en los Ochenta? Seguro que no. ¿Cuántos años tendrá el nuevo MacGyver? Yo espero que no le den el papel al tiparraco de Crepúsculo, que es todo lo anti-MacGyver que se puede ser. Una aterradora muestra de cómo puede degenerar todo es Young MacGyver, un lamentable spin off de 2003.

Pues a pesar de todo lo dicho, parece que alguien ha pensado que aún quedan cosas por decir de MacGyver así que mientras nos deleitamos con la comedia y esperamos con horror el drama, podemos hacer boca con la adaptación de El equipo A que, ésta sí, tiene una pinta alucinante. Esperemos que no pinchen en hueso.

22 mayo 2010 at 07:40 5 comentarios

Mayordomos televisivos inolvidables

Los mayordomos siempre han sido un tipo específico en las series y han servido como contrapunto a las tramas generales. Daba igual que fueran la sombra de su amo o una especie de grano en el culo. Siempre gracias a ellos hemos podido ver la realidad filtrada desde un punto de vista distinto y por eso sus papeles son tremendamente importantes para las historias. Sus aportaciones van desde la comedia más absoluta hasta el drama pasando por el sarcasmo, y suelen caracterizarse por orígenes diferentes a los del resto de protagonistas de la ficción, cosa que profundiza más aún en ese talante distinto.

Benson (1979-1986). Benson no es ni más ni menos que el mayordomo de Enredo por lo que estamos ante un spin-off. Interpretado por Robert Guillaume, Benson DuBois fue a parar a la casa del Gobernador y se encontró con una familia de locos de la que sólo se salvaba la hija pequeña. Benson con su carácter sarcástico y su buena disposición se pasó la serie intentando sacar las castañas del fuego a la familia, llegando a actuar de secretario. Era el que resolvía todos los problemas.

Higgins (Magnum, 1980-1988). Magnum y Higgins (John Hillerman), formaban una excelente pareja cómica. Higgins, el mayordomo de origen inglés estaba al cuidado de una mansión que se llegó a suponer que era suya. Su actitud con Magnum, que vivía en la casa de invitados, siempre estaba adornada por una profunda ironía pero servía de ayuda al investigador, que le confiaba las dudas sobre los casos en los que se embarcaba. Esta extraña amistad entre dos personajes tan diferentes fue la clave del éxito de la serie.

Chu-Li (Falcon Crest 1981-1990). Como curiosidad, en la versión original el personaje se llamaba Chao-Li Chi, igual que el actor que lo interpretaba. Nunca fue un personaje trascendental en las tramas pero lo cierto es que su porte serio y discreto le valieron la popularidad internacional. Era sigiloso, un experto en artes marciales y conocía todos los secretos de la casa pero su fidelidad a Angela Channing  era inmensa, a pesar de saber que ella era mala, y eso le valió el reconocimiento como pieza clave en Falcon Crest.

Mr. Belvedere (1985-1990). Muchos lo han considerado el antecedente directo de Geoffrey, del que hablo después. Su origen se remonta a una novela y a una película. En la adaptación televisiva el actor que interpretó con tremendo éxito a este mayordomo fue Christopher Hewett. Un mayordomo inglés trabajando para una familia americana de clase media, sin distinción alguna y sumida en problemas que Belvedere terminaba resolviendo con sus sabios consejos y azuzando gracias al sarcasmo que mostraba su superioridad intelectual constante. Como buena sitcom de la época tenía el inevitable tono moralizante pero lo cierto es que abordó temas de calado social, cosa que no hacían la mayoría de las sitcom.

Geoffrey (El príncipe de Bel-Air, 1990-1996). Y éste es el clásico que se nos viene a la memoria a todos. ¿Qué decir de Geoffrey que no se haya dicho ya? Su nombre completo es Geoffrey Barbar Butler y fue interpretado por Joseph Marcell. Estereotipo de inglés que se ha repetido hasta la saciedad, con un sarcasmo apabullante dirigido a ridiculizar los problemas insustanciales de una familia rica. Pese a su mordacidad, es un miembro más de la casa y se aprecian sus consejos, se le exige complicidad y, en el fondo, él quiere a todos aunque le parezca que intelectualmente no están a su nivel. Para mí, su mejor episodio es el de Raphael de la Ghetto (no he podido encontrarlo en castellano).

Niles (The Nanny, 1993-1999). No sé si habréis visto esta serie porque, si no recuerdo mal, se emitió en las autonómicas. A la casa de un distinguido rico llega una niñera estridente dispuesta a cambiarles la vida a todos. Niles, interpretado por Daniel Davis, es un mayordomo estirado y, otra vez, sarcástico, que aprecia la llegada de la niñera como un soplo de aire fresco y, a su manera, se convierte en su cómplice. Su verdadera némesis es CC, la ayudante del millonario con la que mantiene una pugna constante y despreciativa que terminará de forma sorprendente.

Y este es mi top que sigue un orden cronológico para tener que evitarme el preferir a unos antes que a otros. Gracias a esta entrada he descubierto que también hay un buen montón de series anime con mayordomos, cosa que no me esperaba en absoluto, pero eso lo dejo para otra entrada. ¿Cuál es vuestro mayordomo favorito? Como siempre, en los comentarios podéis dejar vuestras aportaciones.

16 mayo 2010 at 08:19 16 comentarios

Recuperando clásicos: ‘Spitting Image’

Qué difícil se me ha hecho encontrar información para esta entrada porque en la red en español hay muy poco de Spitting Image (1984-1988, y cinco especiales hasta 1996), mi inglés deja mucho que desear y los resultados del Google Translator requieren un nivel de interpretación abstracto que aún no he conseguido alcanzar. Pero a pesar de las dificultades me he empeñado en ello porque Spitting Image fue un programa de mi infancia, lo recuerdo como un gran programa de humor y quería contribuir a su memoria a la vez que estimulaba la mía propia.

Spitting Image fue una parodia ácida, crítica y satírica de la actualidad de los años 80 que se desarrolló sin ningún tipo de filtro y que tuvo como principal caldo de cultivo la Guerra Fría encarnada en los muñecos de látex de Ronald Reagan, Margaret Thatcher y la familia real británica. Además, famosos de todo pelaje sufrieron su sarcasmo y adornaron lo que finalmente fue un éxito, aunque en sus inicios rozó la cancelación, cuando el espectro de personajes se limitaba a la política. En temporadas posteriores incluyeron a personajes famosos y la ecuación entonces fue completa. La canción que encabeza la entrada se convirtió en número uno y ese sólo fue uno de sus éxitos. El éxito de la serie murió con el inicio de los noventa y el cambio del panorama político. Hicieron tan popular a Margaret Thatcher que cuando ella se retiró de la vida política todos los esfuerzos por hacer el programa sin ella, incluyendo tiras de dibujos animados, resultaron inútiles.

Para que os hagáis una idea del nivel de crítica de Spitting Image basta recordar algunos trazos de sus personajes principales: Thatcher, era una tirana fascista; Reagan era un inepto total y poco más que un tarado; la Reina Madre era una loca borracha; Juan Pablo II no creía en Dios y hablaba con acento tejano; Michael Jackson era albino; y Schwarzenegger estaba acomplejado por el pequeño tamaño de sus genitales. Estos son sólo unos cuantos ejemplos de un plantel enorme de personajes muchos de ellos directamente relacionados con la actualidad británica, pero otros también eran de sobra conocidos aquí.

Esta parodia de Cher y la cirugía estética adaptando un tema conocido de ella no fue única. La música fue muy importante en Spitting Image y cada canción se aprovechaba para transmitir un mensaje adaptado a los personajes en cuestión. Con la adaptación de Land of confusion, de Genesis, dieron a entender que Thatcher y Reagan iban a provocar la tan temida guerra nuclear. Con sus canciones denunciaron el régimen del apartheid, la campaña electoral de Reagan o se burlaron de la promiscuidad sexual del Príncipe Andrés, entre muchos otros.

Un programa de esta magnitud, obviamente, dejó su estela a lo largo y ancho del mundo. Muchos países tuvieron sus propias adaptaciones y en España no hemos sido menos. Las influencias de Spitting Image se dejan sentir hoy en día en muchos programas que nos serán más fáciles de recordar. Algunos de ellos siguen en emisión y otros ya forman parte de la historia. Pondré en primer lugar ese en el que estáis todos pensando.

Las noticias del guiñol (1995-2005), fue una adaptación de un programa francés que, a su vez, se inspiraba en Spitting Image. Los paralelismos son más que evidentes después de todo lo que os he contado. Eso sí, hay una diferencia más que palpable: los guiñoles españoles jamás parodiaron a la familia real y aquí podemos encontrar una posible explicación. Pero antes de Las noticias del guiñol hay que mencionar el espacio catalán 135 escons (135 escaños, en 1985), que hacía una parodia del parlamento catalán con marionetas. En la ETB disfrutaron de Txoko Latex, una versión más light del original, y en TV3 siguen en antena Polònia (centrado en la política), y Crakòvia (centrado en el deporte), dos ejemplos de la evolución del formato marcado por Spitting Image. Otras parodias que nos recuerda Miguel Herrero en su blog: en Pero… ¿esto qué es? (1989-1991), había una sátira política muy ligera con muñecos de látex; el látex más reciente aparece en La escobilla nacional (Antena 3), pero yo creo que desaprovechado; en La hora chanante y Muchachada Nuí, por supuesto, también hay mucho de Spitting Image; y para parodias ácidas las que hacía Gurruchaga en Viaje con nosotros (1988). Allí salió un hombre real que se hizo muy famoso por su extraño parecido con Felipe González. Éste no era de látex.

Si después de esto aún os quedan ganas de ver más cosas, os enlazo este vídeo de la mediateca de Televisión Española donde los de Documentos TV hacen un repaso a los mejores sketches de Spitting Image y en castellano. Creo que por hoy vais servidos.

2 mayo 2010 at 08:54 10 comentarios

‘V’, la renovación de un clásico

Ayer caí por casualidad en la emisión del piloto de V en TV3 y qué alegría, oigan, qué alegría. Llevaba tiempo oyendo y leyendo maravillas de la serie y la tenía en la reserva, para cuando tuviese un momento, así que anoche tuve la oportunidad de despejar todas mis dudas. Allí me planté, exigente con el remake porque la original causó furor y mi nostalgia no perdona según qué deslices, pero no hizo falta ponerse en plan revisionista porque la V de 2009 aprovecha lo mejor de la serie de 1983 y consigue desprenderse del aire crédulo de las producciones ochenteras. Con unos buenos y malos igualmente bien definidos, entran en juego otras cuestiones de índole moderna que están tratadas con soberana maestría.

Disfruté como una enana esperando a que saliese la piel de lagarto, y salió donde menos me lo esperaba. Los efectos son la bomba, claro, de eso no tenía dudas. Los personajes se enfrentan a conflictos éticos y morales que pondrán en solfa su intención de salvar el mundo y de organizar la resistencia. Otros, por su parte, ya han vendido su alma al diablo digo, a los visitantes, por una razón u otra, y se han dejado hipnotizar por la mirada de la serpiente. Si tuviera que elegir entre el catálogo de reptiles, le atribuiría el papel de víbora sin dudarlo ni un momento.

El piloto es intenso, con mucho ritmo, y deja abiertos los hilos más importantes de la serie. La dirección es firme, atrevida, con cambios constantes de escala, y las tramas no cojean, ya sean tramas emotivas, místicas o policiales, que de todo hay en esta serie. A los pocos minutos me olvidé de que estaba viendo un remake y si bien es cierto que es complicado luchar con la revisión de una historia mítica en la Ciencia Ficción, por ahora y sólo a la vista del piloto parece que no se han dejado amilanar por los precedentes y han conseguido hacer suya una historia que debería de ser Patrimonio de la Humanidad por la trascendencia que tuvo.

La nota negativa es que la serie en Estados Unidos no está funcionando tan bien como se esperaba. Tras el parón ha vuelto haciendo mínimos (cuidado con los spoilers de la entrada que enlazo), y eso es señal de alarma. Veremos si recupera fans a golpe de guerra, que es en lo que andan allí. Yo por ahora no pienso perderme los episodios de TV3. Sin comerlo ni beberlo se me ha quedado una parrilla de jueves la mar de apañada: Mujeres desesperadas y The good wife en Fox, y luego V. ¿Qué más se puede pedir?

23 abril 2010 at 07:10 5 comentarios

Los grupos que cantaban las sintonías de los dibujos

Sí, amigos, hoy me he levantado nostálgica otra vez y me he decidido a recuperar la memoria de algunos de esos grupos infantiles que fueron visto y no visto allá por los setenta y los ochenta, pero cuyas canciones siguen vivas en la memoria de todos (de todos lo que ya tenemos una edad). En parte esto es culpa de Alessan, que me hizo acordarme de Ruy, el pequeño Cid, y después de eso todo ha sido un no parar. Esta entrada va para él.

  • Grupo Nins: Ganaron un concurso de Televisión Española y se hincharon a hacer discos de todas las clases, hasta de villancicos pasando por cantar temas de Grease. De Ruy, el pequeño Cid hicieron una versión pero de la serie hay dos intros, la original, que se quemó en los estudios de BRB Internacional, y la de la edición en DVD. La original no he conseguido saber quién la cantaba. Un gallifante para el que lo diga. También se les atribuyen los temas de, por ejemplo, Sherlock Holmes y La abeja Maya.
  • Botones: «Sanchooooo, Quijote. Quijoteeeee, Sancho». La canción la escribió Juan Pardo y los chavales, hermanos, tuvieron una trayectoria efímera pero iconoclasta. Salir montados en un burro en un plató tiene que ser lo más.
  • Popitos: D’Artacan y los tres mosqueperros y Érase una vez el hombre. Estos compañeros de colegio hicieron carrera mezclando en sus discos canciones de la tele y del cine con otras que escribieron para ellos insignes letristas, como El dúo dinámico.
  • Chispita: Belfy y Lillibit. Esta niña es la misma que cantaba eso de «la vuelta al mundo en góndola, oh, oh, oh», con el Tito y el Piraña de Verano Azul en la peli Chispita y sus gorilas, que no se comió un rosco.
  • Parchís: Comando G. Érase una vez el espacio. A estos no me los podía dejar porque son uno de los máximos exponentes de los grupos infantiles de la época. De ellos ya se ha dicho todo, así que mejor me callo. Bueno, no, pobre Tino.
  • Rita Irasema: Noeli. Del clan de los payasos de la tele. No es una niña, pero a veces lo parecía. En esta entrada ya comentamos que también cantaba la sintonía de La aldea del arce.

Y éste ha sido el resultado de mi investigación. Ya sabéis que en los comentarios podéis dejar vuestra sabiduría nostálgica.

14 marzo 2010 at 10:14 25 comentarios

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Teleadicta sin remedio

"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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