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Antena 3 hace pruebas los domingos
La nueva temporada de LEX se estrenó el domingo pasado en prime time, arrastrando a Dirty sexy money al late night. Me dio rabia porque los Darling me estaban gustando mucho. Los datos de audiencia de LEX del domingo pasado dejaron mucho que desear y la decisión que ha tomado Antena 3 para proteger a LEX me parece, como poco, audaz.
Vuelve Dirty sexy money en horario casi estelar. Han colocado la serie en el pre-prime time, a las diez menos cuarto de la noche, a esa hora en la que nos hemos acostumbrado a ver comedias en formato tira. La serie terminará a las diez y media para dejar paso a LEX, que intentará así evitar la competencia directa con Escenas de matrimonio. Y después de LEX, a las once y media de la noche, estrenan Eli Stone, una serie que a mi no me termina de enganchar (un abogado con alucinaciones que se dedica a las causas perdidas y renuncia a su carrera como letrado sin escrúpulos). Sí, las noches de los domingos en Antena 3 irán de abogados, el de los Darling, los de LEX y Eli Stone. Esto sí que es una noche temática y lo demás son tonterías.
Creo que lo que pasa con Aída en Telecinco merece estar en un programa de Cuarto Milenio. No creo que nadie encuentre explicación a que los episodios repetidos de la serie barran en audiencia semana a semana de una manera tan rotunda. Como dicen que hambre agudiza el ingenio, parece que los de Antena 3 han puesto a trabajar la maquinaria.
Aunque el objetivo sea retrasar el inicio de LEX, que emitan una serie antes de las diez de la noche es algo que llevabámos mucho tiempo sin ver, a excepción de en La 2. En cuanto empezaron a funcionar las tiras como Camera Café todos se apresuraron a buscar una oferta similar para rellenar antes de las producciones estrella. Con esta iniciativa, Antena 3 intenta una manera nueva de enfrentarse a la competencia.
La única pega de esta propuesta tan creativa es que tendrían que haberlo pensado antes y haberla llevado a cabo antes de que La Sexta estrenara su programación dominical. Qué vida más triste y Salvados son dos opciones para mí ineludibles. Eso sí, La Sexta y Antena 3 no comparten perfil de audiencia así que veremos qué pasa este domingo. Quizá estemos ante otro cambio de tendencia a la hora de programar. ¿Os lo imagináis? ¿Series que empiezan antes de las diez de la noche? ¿Qué será lo próximo, recortar la duración de los capítulos?
No es programa para viejos también se jubila
Otras veces ya he glosado los sentimientos que me provocaba No es programa para viejos, conducido por Patricia Gaztañaga convertida en «Gaztapower» según leíamos en la web del programa. Pues la superheroína ha encontrado su criptonita y Antena 3 ha decidido cancelar el programa por sus malos resultados de audiencia.
Se habían firmado ocho programas y, por lo visto, ya estaba decidido que no se iba a renovar el contrato, pero es que además Antena 3 ha optado por no emitir esas ocho entregas, quedándose en seis y despidiéndose de su audiencia de golpe y porrazo porque pese a que le atribuyan malos datos, a mí me parece que seiscientos mil espectadores (cifras del último programa emitido), son muchos para lo que ellos ofrecían, que no era más que desinformación, alarma social y morbo puro y duro.
Estoy harta de que los espacios asociados a los jóvenes comporten la transmisión de una imagen y unos tópicos fuera de lugar en un formato poco claro. Es obvio que la excepcionalidad es lo que tiene que mostrar la televisión para ser interesante y comprendo que por ahí va todo, se trate del segmento de población que se trate. Lo que me ha soliviantado siempre de este espacio ha sido que se ha dedicado a mostrar como autoridades a gente que contaba sus experiencias (reales o inventadas).
Me ha parecido muy poco honesto plantear un Hablando se entiende la basca con ínfulas de experimento sociológico a base de datos estadísticos, con grupos enfrentados a lo Moros y cristianos, con corazón encarnado en la presencia de la ex de Paquirrín o las gemelas de Gran Hermano 9. Este batiburrillo infumable se llenaba de afirmaciones absolutamente falsas revestidas por el componente de autoridad que implica el ir a un programa de televisión como experto en algo. Una perversidad.
Ya no se trata de si la imagen de la juventud salía perjudicada (como decía antes la televisión se basa en resaltar lo excepcional frente a lo corriente), sino de que los mensajes que se emitían no eran nada claros y el resultado era una desinformación brutal y éste era el verdadero problema para mí, que se transmitían mitos sobre el consumo de drogas o las relaciones sexuales como si fueran verdades universales y la tele no es para eso, por ahí sí que no paso.
Tal cual lo contamos aburre mucho
¡Ay! Cristina Lasvignes, con lo fácil que habría sido declinar esta oferta. ¡Ay! Ricardo Castella, con lo que bien que estarías en La Sexta. Ayer estuve viendo este nuevo espacio de ¿actualidad? y corazón, mucho corazón, de Antena 3, porque quería vivir la experiencia antes de que retirasen el programa (no quiero ser agorera pero me parece a mí que a Tal cual lo contamos le falta mucha chispa).
No sé si alguna vez Cristina Lasvignes llegará a ser una dama de la televisión pero por ahora le falta mala leche, prestancia y presencia. Hace como en Hablar por hablar, escucha, si le dejan hace alguna pregunta, y asiste impávida a todos los monólogos de sus colaboradores, moderando los temas si se lo permiten. No opina, no cuestiona, y eso en un programa de estas características es imprescindible, así nos lo han enseñado Ana Rosa o la Campos. Me parece que tiene demasiado presentes las enseñanzas de la facultad de periodismo y eso es un lastre.
- Los de siempre hablando de corazón, un expediente x que a los de Antena 3 sólo les funciona los viernes por la noche y entre semana por las mañanas, pero por las tardes, cuando ya esas mismas personas han dicho lo mismo en otros programas de la cadena, no interesa.
- Un señor hablando de la personalidad enigmática de la Reina.
- Rappel comentando la crisis, que según el programa ha multiplicado las consultas a videntes.
- Una mesa sobre el programa especial que hicieron anoche en el late night, adelantando contenidos y promocionándolo. La autora de la investigación sobre la pederastia decía que ha huido del morbo y que el tema está muy bien tratado, pero el programa se llama Podría ser tu hijo. Incide en que mostrarán las caras de los pederastas que van a Camboya a abusar de niños. ¿Por qué entonces el programa no se llama «Podría ser tu padre»? Misterios. No vi el especial, mi grado de masoquismo no ha llegado a esos extremos.
- Ricardo Castella comentando pifias de la cadena
Pese a que los contenidos me resultaron infumables, estoy segura de que este mismo programa, presentado por una de las grandes damas, haría más audiencia. Es lo que tienen estos programas, que necesitan al frente a alguien con mucha personalidad, con magnetismo, alguien que se enfade y monte en cólera ante una injusticia, que se parta de risa con naturalidad, que grite por encima de los gritos de los demás…,. En resumen: estos programas necesitan a alguien con sangre y por suerte Cristina Lasvignes no la tiene (¡¡sal de ahí!!). Los de Antena 3 terminarán haciendo ofertas de empleo así que si alguien cree que tiene el peso de la Campos o el pijerío de Ana Rosa, que vaya preparando el curriculum.
Qué se juega en las tertulias políticas
Porque algo se juega, eso está claro, si no no se entiende que hoy dos medios tan opuestos como El País y El Mundo publiquen en sus ediciones digitales sendos (ya tenía ganas de usar esta palabra), reportajes sobre las tertulias políticas televisadas, reportajes enfocados desde puntos de vista muy distintos. Es como si intentasen neutralizarse mutuamente.
Mientras que en El País hacen un repaso del auge de los debates sobre política, publicitando sobre todo 59 segundos (La 1), pero mencionando también Madrid Opina, de Buruaga (Telemadrid), y 360 grados (Antena 3), para que no se diga. Los de El Mundo han preferido hacer un elogio de Veo El Mundo (Veo TV), qué coincidencia la del nombre. Unos no se mencionan a los otros pero leyendo los artículos bien podría haberse elaborado una lista de parecidos razonables, cosa poco adecuada en los autobombos.
Llama la atención que no se analicen los espacios de política de los magazines matinales, espacios muy vistos allá donde estén y creadores de opinión como los que más aunque, eso sí, destinados a un público menos selecto que los programas de este corte en el prime y en el late night. Tampoco aparece por ningún lado la Campos y su Mirada crítica, cosa que le habrá dado una rabia inmensa.
En general, todos los espacios consideran importante estar en contacto con la actualidad y mantienen como imprescindible el llevar a figuras destacadas para los debates. La presencia activa de la sociedad civil, como ellos dicen, está presente en la mayoría de los espacios. La fórmula, dicen en El País, tiene una vitalidad que no se conocía desde los tiempos de La clave (programa que presentó José Luis Balbín en La 2 entre 1976 y 1985). Me resulta ofensivo comparar La clave con los circos que vemos ahora porque las dificultades de información que había entonces no tienen nada que ver con las que hay ahora pero, claro, una comparación así prestigia a cualquiera.
Se describe estos espacios como imprescindibles para un sector de la población interesado en política. Pues bien, a mí siempre me ha interesado la política pero no termino de engancharme a ninguno de estos espacios. A menudo me pregunto por qué los políticos que participan en ellos trabajan más en el programa que en el Congreso o en el Senado. Intento comprender qué lleva a un periodista de pro a enzarzarse en discusiones dogmáticas y bizantinas. No acabo de entender que la presencia de gente como Zaplana sea un revulsivo para nada. Y, en fin, me parecen que son otro elemento más de ficción, por mucho que quieran presumir de llevar en vena el pulso de la calle.
La ley de la calle en televisión
Que dos personas supuestamente cultas acaben insultándose en un plató no parece que sea flor de un día. El tono de los ¿debates? ha ido descendiendo hasta las catacumbas de la educación y los buenos modos. Que nadie se equivoque, no soy demasiado mojigata para estas cosas, pero ver a Miguel Ángel Rodríguez y a María Antonia Iglesias en La Noria como energúmenos, con el insulto en la recámara para rematar cualquier argumento, me da mucha vergüenza.
Pero no han sido los únicos. Aquí podéis ver un vídeo (en catalán), de otra discusión (vía Menéame), sobre el feminismo que terminó en gritos de facista, asqueroso, monstruo o imbécil. Los protagonistas son un escritor y una escritora, aunque bien pudieran parecer dos críos de quince años (con todos mis respetos hacia la gente de quince años que no tienen culpa de nada, es una forma de hablar).
Al día siguiente, como si nada hubiera pasado, cada uno a su tertulia correspondiente, que un calentón lo tiene cualquiera, y si es posible hacer broma del espectáculo pues se hace y aquí no ha pasado nada. Me recuerda al asunto aquel que comentamos hace un tiempo del señor al que le llamaban valiente por haber ido a El juego de tu vida a reconocer que había robado un coche.
Es lo que pasa cuando uno se convierte en mercenario de las ideas y tiene que ir a los platós a discutir de lo divino y de lo humano sólo con la consigna de llevar la contraria. Al final no hay argumentos porque los tertulianos, aprendices de mucho y maestros de nada, acaban derivando en el insulto para tapar su ignorancia y se agarran a la tabla de salvación de la descalificación personal para encubrir el naufragio de la falta de razón (toma frase).
Los espectadores, mientras, asistimos atónitos a este baile de monstruos. ¿De qué estaban hablando en La Noria el otro día? Da igual, no tiene importancia. Lo verdaderamente crucial es cuál de los dos es más villano, si él o ella (yo no acabo de decidirme). Y que después hablen de dignidad, cuando son capaces de vender su integridad por un debate sangriento, es grotesco. Estábamos acostumbrados a que estas cosas pasasen en los talk show, pero cuando la clase letrada del país se enzarza en la dinámica dogmática, en el recurso al grito, creo que es el momento de hacer una revisión.
Me gustaría no darle tanta importancia a un asunto de estos pero creo que hay que empezar a dejar claro que ese tipo de espectáculos no son sanos y no forman parte de la televisión que queremos ver. No se trata de que volvamos al tiempo de La clave, pero creo que hay que empezar a exigir honestidad. Este tipo de escaramuzas son cualquier cosa menos un debate así que, para no confundir al espectador, estaría bien que llamasen a las cosas por su nombre. ¿Se os ocurre alguno? Dentro de La Noria podría ser «El castillo de los horrores», así poco a poco irían completando la feria.
Impares, Generación d.F. y otros parecidos razonables
El Guionista hastiado nos ilustra hoy con uno de esos casos reales que más bien parecen fruto de una ficción. Es el misterioso caso de las series clónicas y las protagonistas, aunque él no las mencione directamente, son Impares, producida por Ana García Lozano al frente de Drive, y Generación d.F. un proyecto nuevo a cargo de Boomerang. Ya sabéis que Impares nación en Neox y murió en Antena 3, y Generación d.F. verá la luz en Antena 3 dentro de poco.
De Impares ya hemos hablado otras veces. De Generación d.F. se sabe lo poco que la nota de prensa ha divulgado. Es una serie sobre treintañeros («d.F.» significa después de Franco), planteada como una comedia con un reparto muy extenso, haciendo referencia a esos correos electrónicos nostálgicos (hombreras, Heidi y demás), y con las relaciones sexuales como centro de las preocupaciones de esta generación.
Según cuenta el Hastiado, una escisión de la productora y una fuga de guionistas más tarde dan como resultado que la productora vieja coja el proyecto de la serie y cree Impares a partir de la idea original, que es la otra, y que ya tenía un piloto grabado pagado por una cadena (ºO). Para Impares contrataron a muchos de los actores que aparecían en el piloto de Generación d.F.,. Cuando la cadena que pagó el piloto de la serie original se quejó a la productora, la productora fue a quejarse a Antena 3, y los de Antena 3 decidieron comprar la serie original para emitirla en late night, y poco después Impares, la serie clónica, era cancelada.
Pero el culebrón no termina ahí. Aquí podéis leer como se relaciona Impares con el largometraje Interior (noche), un largometraje que no llegó a estrenarse y hablan de un proyecto del director de la peli, Miguel Ángel Cárcano, y Antena 3, que creo que no es Generación d.F., sino otra cosa diferente pero que estaría en el mismo corte. Y en la entrada sobre Impares que referencio más arriba, Jesús Malpartida comentaba que en la rueda de prensa de la presentación de 8 citas, otro largometraje, hablaban de la relación de la película con una serie de televisión. ¿Se referirían a Impares o a Generación d.F.? Menudo culebrón.








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