‘Lo que diga la rubia’, a medio gas
9 febrero 2010 at 07:43 10 comentarios
Pues nada, en Cuatro ya tienen su programa de autobombo como está mandado. Me gustaba mucho Luján Argüelles en Password y en Granjero busca esposa. Aquí, en Lo que diga la rubia, la noté algo desubicada al principio, pero nada que no se cure con algo de rodaje. Respecto a todo lo demás, lo cierto es que me aburrí como una ostra pero no es culpa del programa en sí, que está bien hecho y es dinámico. Es que los contenidos no me interesaban en absoluto y la forma de transmitirlos me terminó resultando algo histérica.
Han promocionado el programa como un «actuality show», que no sé qué manía les ha dado ahora a la cadenas por inventarse géneros, como si no tuviéramos bastante con los que tenemos. El concepto habla de actualidad y espectáculo, y algo de las dos cosas intentaron dar, aunque con resultados algo flojos para mi gusto. La historia de repartir pelucas entre el público o los números de Edu Soto me parecieron un poco histriónicos, aunque fuera eso lo que querían hacer.
Los contenidos, como decía, no resultaron de mi interés. Esperaba mucho más de Eugeni Alemany, por ejemplo, que se empeña en confirmar que, por desgracia, ya no es el mismo de Caiga quien caiga. Y el personaje ese de «Titulilla» me parece tan poco práctico como la cabra de Vaya tropa. El consultorio de Santi Rodríguez me pareció muy irrelevante. La sección de moda de Josie, tres cuartos de lo mismo. El debate de la crónica rosa no podía faltar, por supuesto. La sección de Internet con Josep Lobató no me pareció nada del otro mundo. El debate de Perdidos en la tribu es autobombo, igual que el culebrón paródico «Calientes».
Vamos, que estoy segura de que el programa tendrá su público. Al que le interesen este tipo de contenidos el programa puede llegarle a gustar, sobre todo si le dan algo de tiempo para que engrasen la maquinaria y consigan que funcione todo de una forma más fluida. No estaré ahí para verlo pero me alegraré si la apuesta funciona porque, al menos, el programa no se regodea excesivamente en los tópicos más habituales y de alguna manera si es cierto que intentan ofrecer una alternativa. Eso sí, podrían empezar por la cabecera, que como dice el Telepatético (el programa me ha gustado a mí más que a él), es clavadita a esta otra.
Entry filed under: Cuatro, Televisión. Tags: Lo que diga la rubia.
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"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.
La tele que me parió 
1.
sr. Atrapado | 9 febrero 2010 a las 15:49
Ni química ni fisca.
soporifero.
aguante 5 minutos y me fui a leer, y para que vaya yo a leer….
2.
Anthony G | 9 febrero 2010 a las 18:07
Por favor, es peor que lo más cutro de telecirco…
Actualidad comentada por el soso Eugeni (fracasado en ‘Por que no te callas’ en parecidas tareas) + infame comentario cantado de Dulcinea (vuelve al teatro musical, cari) + montaje-consultorio sin chispa del frutero (Santi el mejor, pese a todo, el que tiene gracia…) + Edu Soto haciendo gansadas sin ton ni son + Debate chungo sumandose al carro de estirar el chicle de reality de la casas (Perdidos en la tribu) + Parodia garrafonesca de culebronaco sucedáneo también de la casa (‘Valientes’, toma autobombo). Todo regado con jarana, griterio, pelucas compradas en un chino, auditorio prejubilado traido en bus… Y Luján sin saber que hace ahí, dudando entre poner cara de dura y castigadora, a lo ‘Password’ o mohines y cruce de piernas a lo Lasvignes. Patético todo, le auguro un par de semanas, mientras montan otra ‘Fama’ o exprimen a saco ‘Lost’.
3.
TELEpatético | 9 febrero 2010 a las 18:29
Pues menos mal que te ha gustado más que a mí porque si no… jajajaja, madre mía que forma de darles! Yo lo que no tengo muy claro es que tenga su público, al menos el público suficiente para que si no hacen cambios drásticos la cosa aguante. Su estreno ha sido terriblemente malo en audiencia y les va a costar levantar.
4.
David I | 9 febrero 2010 a las 20:53
Eh, uno de los de la serie chunga de tu cabecera es el «Riiiichal» de perdidos…
5.
Doctora | 9 febrero 2010 a las 22:10
¿Sabes el anuncio ese de Flex en el que cada vez que alguien dice «flex» todo el mundo se queda dormido?,pues cada vez que yo oigo «Josep Lobató» me tiro un eructo,no sé por qué,igual es en señal de rechazo.
Y pensarás (a parte de que soy muy rara) que nadie lo ha dicho,sólo lo has escrito,pero no.Verás,cada noche a esta hora toda la familia nos reunimos ante el ordenador y yo les leo tu entrada en voz alta,ahí ha sido cuando he eructado.
Sé que no es muy normal,pero oye,casi nadie habla de este tío y no le di nunca mucha importancia,ni se lo dije a nadie.Aún así mi madre se ha empeñado en que vaya al médico,de modo que ya te contaré lo que me dice.
6.
fon_lost | 9 febrero 2010 a las 23:30
pobre….empecé a ver le programa (20 minutos duré) y me pareció malillo. mira que me gusta Luján, pero es que el programa fue soso y falto de naturalidad. lo bueno es, que como tu dices, con algo de rodaje (si se lo permiten) puede mejorar y mucho.
7.
Ruth | 10 febrero 2010 a las 07:43
SR. ATRAPADO: Jaajajjjaja.
ANTHONY G: Veo que a ti te ha gustado menos que a mí, ¿eh?
TELEPATÉTICO: Les va a costar sobre todo teniendo delante el culebrón infame ese.
DAVID: Lo has visto, ¿eh?
DOCTORA: Jajjajjajaaa. Esas cosas es mejor ponerlas en tratamiento cuanto antes 🙂 .
FON_LOST: Pues sí, está todo un poco forzado. Veremos si pueden arreglarlo.
8.
Carlos | 10 febrero 2010 a las 20:29
Lorena Castell me rechina bastante en todas las secciones en las que se repite en el programa, espeicalmente cuando intenta interpretar a una pija en lo de Calientes. Josep Lobato en cambio me parece un tío muy eficaz.
9.
Ruth | 11 febrero 2010 a las 09:10
CARLOS: A mí Lorena C. no me termina de gustar en su rol y Lobató creo que siempre ha tenido muy mala suerte.
10.
‘Lo que diga la rubia’, adiós muy buenas « La tele que me parió | 12 febrero 2010 a las 09:09
[…] ya comenté que el programa no me pareció nada del otro mundo, aunque también dije que iba a necesitar algo […]