Posts tagged ‘Felipe y Letizia’
Inocentadas 2010: a la tele le va la marcha
Ojalá las inocentadas televisivas se limitaran al 28 de diciembre pero no, las cadenas de televisión suelen hacer gala de su buen humor a lo largo de todo el año y este 2010 está lleno de momentos televisivos que pasarán a la historia por ser casi bromas, experimentos poco apropiados que dieron con sus huesos en el apartado de las cancelaciones, momentazos dignos del recuerdo colectivo. Haré un breve repaso pero suficiente para ver que sí, que a la tele le va la marcha y le gusta bromear y poner en solfa a sus espectadores.
La Jaula, Antena 3, dos semanas en emisión.
¿Os acordáis de esto? Fue uno de los experimentos de Antena 3 para sus tardes y se emitió allá por marzo. Pretendían hundir Sálvame y para ello contrataron a una reata de famosos de medio pelo (Paquirrín, Nuria Bermúdez, Carlos «El yoyas»…). El asunto fue un completo despropósito y Anna Simón tuvo suerte de terminar en Tonterías las justas (Cuatro), porque programas con este han sido capaces de terminar con la trayectoria profesional del más pintado.
Lo que diga la rubia, Cuatro, una semana en emisión.
La promo prometía mucho y el programa terminó siendo un verdadero desastre. También la franja de tarde como horario maldito y también la actualidad rosa, contada de otra manera, como un intento de ser más que la competencia. Luján Argüelles salió perjudicada de esto en febrero y después de este experimento nada ha vuelto a ser lo mismo para ella.
Felipe y Letizia, Telecinco, la revolución de las redes sociales.
Esta mini serie formó parte del batallón que intentó enfrentarse a Hispania (Antena 3), y salió perdiendo en audiencias pero fue la guasa en Internet. Las argucias de la contraprogramación no le sirvieron a Telecinco pero Felipe y Letizia propició ratos excelentes a los que se paseaban por Twitter en el horario de emisión. Esta comedia bufa de la realeza patria quedará en la memoria como una parida gigantesca por las interpretaciones y los diálogos, mal que le pese a algunos de sus protagonistas.
Perdidos, debate en Cuatro tras la emisión del capítulo final. Cuidado con el vídeo, que tiene spoilers enormes.
De órdago fue esto, de órdago. Tras el «acontecimiento planetario» de la emisión mundial de Perdidos, en Matinal Cuatro montaron un debate lleno de despropósitos, estupideces, vaguedades e interpretaciones ridículas. Lo tenían difícil, claro, pero saltaron al vacío sin red y se pegaron el trastazo padre. Con las cosas de los fans no se juega y después de esto les cayó la del pulpo. El experimento resultó ser una broma pesada.
Saber y ganar, el rap.
Y os dejo con este momento sonrojante. Qué raro es ver a la gente de un programa «serio» hacer estas cosas, por mucho que se trate de Jordi Hurtado, el abanderado de la causa freak en televisión. De él se ha dicho de todo, hasta que es un replicante y viendo este vídeo sí que da la sensación de que tenga algo de robot. Menudos movimientos, esta gente hace tiempo que no pisa una discoteca.
Seguro que vosotros recordáis más inocentadas. Valen tanto las graciosas como las que os pusieron los pelos como escarpias. Yo he elegido sólo unas cuantas y todas tienen en común que no fueron ideadas para gastar una broma pero al final terminaron siéndolo. La tele tiene ciertos momentos insuperables que la hacen grande.
‘Felipe y Letizia’ han marcado época
Quién se lo iba a decir a Telecinco. Esta mañana, leyendo la efervescencia producida en la red gracias a la miniserie de Telecinco, he recordado el momento de arriba de Sé lo que hicisteis…,. Hubo una época no muy lejana en la que no se podía hacer mofa de la Familia Real, ni en la tele ni en ninguna parte. Aquí hablé del asunto hace un tiempo y quiero recordaros aquella famosa portada de El Jueves que terminó para los dibujantes como el rosario de la aurora. Hace más tiempo (1994), el siguiente monólogo de Quim Monzó en Persones Humanes (TV3), consiguió que el programa dejase de emitirse en directo y pasase a grabarse para poder supervisar sus contenidos.
Las cosas se habían ido relajando con el tiempo, es cierto, últimamente parecía que había más manga ancha con el asunto pero es que el lunes, con la emisión del primer episodio de la miniserie, la etiqueta #felipeyletizia en Twitter se convirtió en Trending Topic mundial gracias al escarnio público. La gente se lo pasó pipa en las redes sociales comentando en tiempo real todas las bufonadas de la serie. Es paradójico que los bufones sean los personajes que encarnan, con supuesta verosimilitud, a la Familia Real. Desde la Zarzuela no han dicho nada de manera pública así que muchos sospechan que se están subiendo por las paredes. Telecinco en cambio se frota las manos porque este movimiento en Internet parece prometer que el episodio final que se emite hoy sí que barrerá en audiencia, todo por las ganas de reírse en comunidad que tiene el personal.
La reacción ha sido tan desaforada que ya no hay marcha atrás. ¿Se podrá a partir de ahora hacer humor tranquilamente de ciertos aspectos que hasta ahora se han considerado tabú? Cierto es que programas como Polònia (TV3), hace tiempo que ofrecen su visión humorística del asunto pero la diferencia con Felipe y Letizia es que esta miniserie era en principio seria, tanto que los de Telecinco habían programado a su alrededor documentales y Hormigas blancas de las suyas como para respaldar su parecido con la realidad, aunque a estas alturas no sé a la realidad de quién se refieren.
Yo creo que hay desconcierto general entre el equipo de la miniserie. Por un lado estarán contentos porque un éxito en Internet es un paso adelante mucho más importante de lo que las cadenas quieren reconocer, pero por otro temerán que el Rey se les aparezca montado en su moto en una gasolinera (ésta es una leyenda urbana ancestral). De todas formas, cuidado, el público de Internet es apasionado, pero no tonto. Al primer corte publicitario desbocado cambiarán de tarea porque eso sí que tienen que tenerlo claro en Telecinco, la gente de Internet tiene la paciencia justa y necesaria, no más. Tienen en su mano volver a revolucionar las redes sociales pero la política comercial de la cadena puede darles un disgusto y la guasa puede terminar convirtiéndose en una masa de comentarios que ataquen la imagen de la cadena. Yo doy el aviso, luego que cada cual haga lo que quiera.
‘Hispania’ y ‘Felipe y Letizia’, sorpresas en serie
Empezaré zanjando la cuestión del rigor histórico: no lo hay. Ni en Hispania ni en Felipe y Letizia se preocupan por ser fieles a la historia así que me parece que no vale de nada despotricar en ese sentido. De hecho, los responsables de Hispania ya lo comentaron y, desde mi punto de vista, al ser ficciones pueden permitirse las licencias que quieran. Será cosa de los espectadores decidir si aceptan pulpo como animal de compañía o no. En lo que a mí respecta he de decir que no me altera el asunto, más bien me divierte. En el caso de Hispania me rechinaban cosas sin parar. Soy Licenciada en Humanidades y vivo en Elche, tierra íbera donde las haya, así que tengo información de sobra como para hacer un artículo citando cada «licencia» pero, como decía, no creo que haya que perder el tiempo en eso. En el caso de Felipe y Letizia las licencias son el guión al completo. No vi empezar la serie y quiero saber si al principio pusieron el rótulo de «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia».
Pero bueno, la ausencia de rigor histórico no ha sido una sorpresa en sí. Tampoco lo ha sido la cuestión de los parecidos razonables, en este caso centrándonos en Hispania. Astérix, Curro Jiménez, Gladiator…, la lista podría alargarse bastante más. A esto tampoco le veo yo mayor pega, la verdad. Quizá hoy esté en modo condescendiente pero, qué queréis que os diga, no esperaba nada más ni nada menos. Asumía como segura la falta total de riesgo en la producción. Seguro que no ha sido por falta de ganas del equipo pero supongo que la cadena les habrá atado en corto, como suelen hacer. En ficción las teles nacionales aplican con rigor la máxima de «más vale malo conocido, que bueno por conocer» pero, eso sí, lo que falta por esta lado se ha compensado por otro y en esto sí que aprecio novedad. Partiendo de la idea de que el presupuesto no es comparable al de las producciones que llegan de Estados Unidos, creo que supieron resolver dignamente las secuencias de la trampa a los hispanos, por ejemplo. En general la acción me pareció bien planificada, mucho mejor que la de Tierra de lobos, y en este caso creo que supieron hacer del defecto, virtud. Claro que ver a extras que no están en el papel hace que saltemos en el sofá y esta ha sido una sorpresa mayúscula. Tanto cuidado en los exteriores, tanto celo en el aspecto de la serie, para que al final se emitan secuencias con gente que parece estar más pendiente de saludar a la cámara. Faltó un cartel de «saludo a mi mamá que me estará viendo». Hay que tener más cuidado con estas cosas.
La serie en sí, ni fu ni fa. Juanjo Ballesta me parece que aún no ha encontrado al personaje, el reparto de los romanos me parece mucho mejor que el de los hispanos, la trama no me interesó en lo más mínimo pero no porque fuera mala sino porque a mí este tipo de series no me van. Prefiero las ficciones más descarnadas, con conflictos mucho más pasionales, y es que Hispania me terminó resultando demasiado tibia, con poca profundidad. El agente doble, el hispano al servicio de los romanos, me resultó lastimero y lo habría preferido despiadado, pero para gustos los colores, claro. En general, la humanidad del lado hispano y la barbarie del lado romano me parece un tópico simplón, yo habría mezclado más estos polos opuestos desde el principio (no dudo que más adelante la cosa vaya por ahí pero para entonces no sé en qué otra serie andaré metida).
Y cuando terminó Hispania me pasé a Telecinco y vi los últimos minutos de Felipe y Letizia. ¿Por qué nadie había dicho que la serie «Real» era una comedia surrealista? De haberlo sabido la habría situado antes que la otra porque donde esté una buena comedia, que se quite todo drama. Vi poca cosa y me arrepiento porque me reí de lo lindo. La reina como súper villana; el «guey» campechano a más no poder; el príncipe, un rebelde; y la princesa más dura que un ladrillo del cinco. ¿Seguro que los chanantes no han tenido nada que ver en esto? Hay quien opina que la serie deja en muy mal lugar a la monarquía pero yo creo que ésta será con el tiempo una serie de culto freak. Inverosímil a más no poder, con personajes grotescos y con secuencias que pasaban de largo el adjetivo de culebrón. Habrá que inventar un nuevo género para este tipo de propuestas y es que parece que, sin proponérselo, los de Telecinco han creado un nuevo formato. Yo lo llamaría patochada y lo definiría como el biopic bufo. Para mí, todo un hallazgo. Tanto que me estoy planteando ver la segunda parte porque en el avance salieron los trasuntos de las infantas y de Urdaci. ¿Cómo los retratarán? No sé si podré aguantar la curiosidad morbosa.
En cuanto a audiencias, dos sonoros éxitos. Hispania ganó con un gran dato (22.7% de share y 4.768.000 de espectadores), pero Felipe y Letizia parece que aguantaron el tirón con que dignidad (22.7% de share y 2.782.000 de espectadores). Atención, el dato es correcto, el share es el mismo pero Antena 3 tiene dos millones de espectadores más y esto es así porque los de Telecinco decidieron hacer un programa único con la serie y el documental posterior, así que las cifras de audiencia se falsean. El truco, si les ha servido de algo, ha sido para ocultar los datos reales de audiencia de la serie en sí. Y el miércoles es la segunda parte de la guerra, que esto no ha terminado aún. ¿Quién dice que la tele es aburrida? La monarquía contra la república romana, tremendo.
‘Felipe y Letizia’ contra ‘Hispania’
¿No es paradójico? Dos ficciones patrias con trasunto de historia enfrentadas en la noche del miércoles. Ya lo decíamos el otro día, Telecinco ha apretado la tecla para que el estreno de Hispania en Antena 3 no les pise Tierra de lobos y han cambiado esta serie de vaqueros españoles por la miniserie Felipe y Letizia, para contrarrestar la serie de Antena 3 y proteger la suya propia. En las fechas que estamos Antena 3 aún está a tiempo de dar un golpe de timón y cambiar la serie de día. No es broma, las cadenas tienen la obligación de comunicar su programación con una antelación de tres días y si después hacen cambios la multa es irrisoria.
El asunto es que yo tengo claro que veré Hispania, la emitan cuando la emitan (qué triste es decir esto). No suelo negarme a una serie patria de buenas a primeras y en este caso no voy a hacer una excepción. Habrá que ver cuál de todas las producciones históricas que se están haciendo se lleva el gato al agua. De Felipe y Letizia he visto unas promos que me han dado «cosica». No he encontrado ninguna para ilustrar la entrada pero en ellas se ven al Rey y a la Reina hablando del matrimonio de su hijo con unos guiones que parecen sacados de la imaginación de Peñafiel. No es por faltar pero si en una promo meten algo así, no quiero imaginar cómo será el resto de la serie. Además de que las miniseries nacionales inspiradas en personajes rosa no me suelen interesar demasiado y la historia de amor de la plebeya me parece una pamplina.
Después de haber visto el estreno de Tierra de lobos y de ver la promo que está haciendo Telecinco nos podemos hacer una idea de por dónde van los tiros promocionales de la temporada. Tampoco he encontrado el vídeo pero lo relevante es que hacen hincapié en que esa serie es el mejor estreno de la historia de las cadenas comerciales. «Cadenas comerciales», dicen, pasando de los datos de Televisión Española y situándose así a la cabeza de la carrera. Cuentan que hacen series cercanas sobre temas que interesan al espectador y que ahí reside el secreto de su éxito. Es un buen mensaje promocional y, por lo tanto, parcial. Dicen la verdad, pero sólo una parte de la verdad, cualquiera puede darse cuenta de ello.
Antena 3 por su parte busca conmover con su historia y es cierto que se han empeñado en una producción de alto copete. El rigor histórico queda para los libros, ya lo comentamos, pero si consiguen articular unas tramas sólidas yo me daré por satisfecha. Decirlo es fácil, claro, y no le envidio la tarea a los guionistas. Espero que no haya demasiado culebrón porque entonces me habrán perdido. Si lo hay, espero que sepan disfrazarlo un poco. ¿Qué tal algo de tensión sexual no resuelta para variar? ¿Qué tal un villano con motivaciones? ¿Cómo resultaría un lenguaje no demasiado contemporáneo? Supongo que la cadena es la mayor interesada en que estas cosas no pasen porque prefieren ficciones facilonas pero alguien tendrá que dar un paso adelante.








Comentarios recientes