Publicidad y productos sostenibles
Por cosas de vida esta semana he estado muy en contacto con la palabra «sostenibilidad«. Es un concepto mucho más complejo de lo que parece y por eso me ha dado por buscar cómo se simplifica en publicidad y cómo se saca provecho de él para anunciar casi cualquier cosa. Curiosamente, los que más hablan son los que más tienen que callar.
Para los hijos de los hijos. Supongo que éste os sonará porque es bastante reciente y tuvo cierta relevancia. Al mismo tiempo que anuncian esto, la compañía sufre ciertos problemas que contradicen lo que publicita aunque, claro, esto no es nuevo. Si realmente fueran sostenibles no tendrían que invertir millonadas en campañas publicitarias para difundirlo.
Diecisiete árboles de serie. Éste es cuestión de sentido común. Sí, plantar un árbol suele ser un lugar común en los proyectos de mucha gente, junto a eso de tener un hijo y escribir un libro, pero por muchos árboles que nos regalen, es prácticamente imposible que esos diecisiete árboles de serie sustituyan a todos los que va a cagarse el coche no ya en su circulación, si sólo en su fabricación.
Respira. Éste viene a colación por la polémica de la contaminación en Madrid. ¿Alguien se cree algo de esto? Es un bonito ideal, sí, pero entrar en una estación de metro es, la mayoría de las veces, como bajar a un inframundo.
Bolsas caca. Esta campaña también fue muy sonada y parecía que iba a cambiar el mundo. En realidad apenas duró seis meses. Claro, no es que retiraran las bolsas, es que las empezaron a cobrar a diez céntimos en caja, después bajaron a cinco y ahora ya nadie se acuerda de aquello. Sostenibilidad sobre todo para la empresa, claro, que decía que regalaba bolsas biodegradables. Promuevan el reciclado, señores, y no se aprovechen de la ecología para hacer caja.
Inventemos el futuro. Qué se puede decir de estos tal y como está el panorama actual. Se podría hacer la gracia diciendo que lo que pretenden es inventar el futuro de los países productores de petróleo para que se ajusten a sus necesidades. En fin, que es normal que hagan anuncios de este tipo, aunque no creo que se los crea nadie.
El panorama es ciertamente desolador. ¿Hay alguien que de verdad crea que estamos haciendo todo lo posible por hacer que este planeta y nuestra economía sean sostenibles? Una cosa está clara, si tiene que depender de ciertas empresas vamos apañados.
Ana Rosa, periodismo basura
La confesión en directo, es es lo que logró Ana Rosa. El vídeo es tan preciado para Telecinco que no está disponible a estas horas en ningún servicio de vídeo, sólo en la web de la cadena y yo no pienso enlazarlo. Prefiero aportar las reflexiones de Gustavo Bueno quien, pese a sus defectos, en esto da en el clavo. Tuvimos por fin juicio paralelo en directo sin garantías para el acusado, un acoso y derribo atroz y las palabras que llevan persiguiendo mucho tiempo, que efectivamente él lo hizo.
Se cuestiona la veracidad del testimonio, se dice que la mujer pudo estar pagada y que lo suyo es una mala interpretación. Francamente, me importa poco si la mujer tenía motivos económicos para someterse a tamaño espectáculo. Me preocupa más que los periodistas se pasasen por el forro el código deontológico y que digan que lo suyo es periodismo, cuando no es más que porquería.
He leído que la productora de Ana Rosa lleva delante y detrás de la mujer varios días y que hasta llegar hasta este punto la han sometido a una presión tremenda, todo para conseguir la exclusiva. Ahora parecen ser justicieros cuando en realidad lo suyo es más propio de una mafia cualquiera. Quizá esto tampoco sea verdad.
Puede que todo sea mentira: la confesión, el paripé, el supuesto estupor… Pero hay que tener la mente muy retorcida y el alma vendida al diablo para hacer un montaje de una historia así. Y sigue. El padre de la niña estará esta noche en La Noria. Se me revuelven las tripas. Los que tenemos una edad ya vivimos una historia así con el caso de las niñas de Alcácer. Entonces hubo alguna que otra consecuencia pero me temo que hoy día todo se pase por alto. Qué asco.
Divinity, de web del corazón a la TDT
Pues así es. Como Gran Hermano se termina (la edición, no el reality), en Telecinco ya están haciendo planes para especializar su parrilla y la primera oferta en firme que aparece no es otra que Divinity, su web de cotilleo y tendencias que se convertirá en canal de la TDT a partir del 1 de abril para sustituir el vacío que dejará en nuestras vidas la clausura de Gran Hermano 24 horas.
Aún no se sabe demasiado de la programación pero echando un vistazo a la web podemos hacernos una idea, sobre todo porque sí que está claro que habrá contenidos de la web que pasarán a la tele. Ese conjunto que ellos llaman público femenino (y del que yo me excluyo porque no me queda más remedio que asumir la realidad), parece nutrirse de contenidos relacionados con los famosos y con las tendencias. Dicho así, cualquiera podría pensar que estamos describiendo al público de Telecinco pero no, el perfil escogido es más joven y, supuestamente, competirá con Nova.
Es importante la apertura de este canal para Telecinco, no os vayáis a pensar, porque ahora mismo tienen un batiburrillo de público en la cadena madre que no debe de ser muy atractivo para los anunciantes, destinatarios finales de este nuevo canal. Veamos un ejemplo: Jorge Javier Vázquez en Sálvame, tan pronto anuncia yogures para controlar el colesterol como champús para tener la melena de Sara Carbonero. La cosa es parecida pero no, no es lo mismo. Y cuanto más específico sea el público mejor para los anunciantes. Tampoco vayamos a pensar que están inmersos en una crisis publicitaria, al contrario, pero es lógico que quieran rentabilizar al máximo sus posibilidades de oferta.
Es frío hablar de un canal refiriéndonos a las posibilidades de publicidad y no a la oferta de programación pero es lo que hay. Tal y como están las cosas nadie va a invertir dinero en un canal (y en nada), para perderlo así que habrá que esperar tiempos mejores. Sí, no es la TDT que nos prometieron, será cosa de hacerse a la idea.
Televisión Española rechaza el «basado en hechos reales»
Parece ser que Alberto Oliart se ha puesto firme con el asunto y ha declarado que Televisión Española ya no emitirá más TV Movies basadas en hechos reales que aún no haya resuelto la justicia. Una buena decisión, aunque llega un poco tarde porque el catálogo reciente de TV Movies de la cadena está trufado de este tipo de productos, TV Movies o miniseries que abordan desde fuentes periodísticas casos judicialmente populares y cuya gran parte de interés reside en eso, en el componente de actualidad (aquí tenéis los datos referidos a 2010).
El asunto estriba en que una cadena pública no debe de hacer negocio con un tema de actualidad mediante una ficción más o menos ajustada a los hechos. De acuerdo, pero no quiero dejar pasar el hecho de que, además, dejará también de hacerle competencia a las privadas que, por aquello de que son empresas privadas, pueden hacer lo que les rote en el espacio radioeléctrico público en el que operan. No deja de ser superficial la distinción, y hasta hipócrita, si pensamos que el mismo Gobierno que otorga unas licencias a las privadas para que hagan lo que les venga en gana al mismo tiempo que condena esas emisiones en la cadena pública.
Entra en juego entonces el concepto de responsabilidad y servicio público, que sólo es exigible a Televisión Española, a pesar de que las privadas se beneficien de esas restricciones porque, como hemos visto, no es que emitan TV movies y miniseries cargadas de juicios paralelos, sino es que además las repiten cuando lo consideran procedente y siempre al ritmo de la justicia ordinaria, que viene a ser demasiado lenta, para variar.
Tampoco se puede soslayar el hecho de las quejas de los aludidos en esas ficciones porque ven menoscabado su derecho a la defensa, su presunción de inocencia y no sé cuántas cosas más. Una televisión pública, por supuesto, no debe de entrar en ese juego, pero ¿una televisión privada es libre de hacerlo? Lo que me molesta de este debate es que no se tiene en términos de la dignidad de las personas ni nada parecido; todo se valora en función de índices de audiencia y de temas que, rechazados por una, van a parar al resto de cadenas. Lo demás importa bien poco.
Lo estamos viendo con el caso de las menores desaparecidas o asesinadas, con debates morbosos, peticiones desorbitadas, testimonios desencajados y ficciones que acompañan todo eso. Fotografías de menores sacadas de las redes sociales, amigos hablando con el permiso de unos padres desorientados, linchamientos, multas que las cadenas pagan con la gorra… Para qué seguir, sabéis bien de qué estoy hablando. De manera que sí, me parece bien que Televisión Española cese esas prácticas (tarde y a petición de la Comisión de Control Parlamentaria), lo triste es que se haga por los motivos equivocados de audiencia, exclusividad de los temas e ingresos en publicidad.
Por fin llega ‘Billete a Brasil’
De Billete a Brasil se está hablando hace bastante tiempo. En YouTube hay promos del programa desde hace cinco meses y aquí podéis ver cómo se anunciaba el programa en la web de Cuatro en junio del año pasado. A esto lo llamo yo crear expectación, y lo demás son tonterías. Parece ser que sí, que ésta vez es la buena y que por fin Cuatro dará salida a su nuevo – viejo reality el próximo domingo por la noche, en el horario que antes tenía Desafío vertical y, de alguna forma, así presentan continuidad en la parrilla, que es una de las claves del éxito de la programación de Cuatro.
En Desafío vertical unos jóvenes se pusieron en manos de Jesús Calleja para formarse y bajar el Salto del Ángel haciendo rappel. Con el componente de aventura y la simpatía de Calleja y su equipo, el programa tenía pruebas, expulsiones y el aliciente de ver a urbanitas pasándolas canutas en la montaña. Ahora veremos cómo parejas luchan en Brasil por convertir unas chozas en una posada que se quedarán después. A estas alturas la susodicha posada ya debe de tener varias estrellas Michelin, por eso de que debió de terminarse hace tiempo.
En el lado positivo, como decían en el Un, dos, tres, otro reality grabado para Cuatro, que ya ha demostrado tener arte en la edición de realities de aventuras. En el lado negativo, que Billete a Brasil llega a la parrilla cuando ya está todo el pescado vendido en la noche de los domingos y, además, parece un relleno destinado a alargar la espera hasta el nuevo Pekín Express. Julian Iantzi, el presentador, no ha tenido suerte en sus incursiones en la tele nacional aunque su programa en ETB, El conquistador del fin del mundo, goza de excelente salud y con Billete a Brasil repite temática de aventuras.
Yo no sé, no sé. Parecía que Billete a Brasil iba a ser una apuesta fuerte de Cuatro y de repente anuncian su estreno de una semana para la otra, lo encajonan en una programación compitiendo con ofertas consolidadas y esperarán utilizarlo para fortalecer el prime time del domingo. ¿No será que es la oferta más adecuada para no hacerle sombra a Telecinco? Bah, seguro que no es eso y que yo soy una malpensada pero en cualquier caso lo tienen difícil: El club de la comedia sin publicidad (laSexta); Belén Esteban en Aída (Telecinco); Los protegidos (Antena 3); y la peli de La 1. Si Billete a Brasil vale la pena tendrá que ganarse su hueco a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. No sé si la posada valdrá la pena.
‘Aída’, cómo se fragua un falso especial
Desde noviembre del año pasado se viene hablando que Belén Esteban grabaría un capítulo de Aída, la serie que normalmente es sinónimo de éxito los domingos por la noche en Telecinco. Y digo normalmente porque Los protegidos en Antena 3 está dando la sorpresa y plantando cara mucho mejor que Doctor Mateo. Mientras se pensó que OT aguantaría los lunes por la noche, empezó a promocionarse la vuelta de Aída en domingo pero el cierre del reality ha retrasado una semana el estreno de la nueva temporada.
Es curioso que en todas las promos hablen de un «Especial Aída» cuando en realidad no es más que un capítulo ordinario con un cameo extraordinario (cuidado con los juegos de palabras maliciosos). Hasta Paco León manifestó en Twitter (ese arma que carga el diablo), su disconformidad por los cambios en la parrilla de la serie. Supuestamente para compensar eso le colocan al episodio la vitola de «especial», cuando en realidad no es tal.
Lo único que tiene de especial el capítulo, más allá de estrenar la novena temporada, es que aparece Belén Esteban pero, francamente, eso en Telecinco no es nada extraño. Por un lado, entiendo que el personaje pega en el ambiente del barrio y, de hecho, se interpretará a sí misma, por decirlo de alguna manera; por otro lado, es una de esas decisiones que no sé si benefician o perjudican a la ficción. Creo que Aída es una de las pocas series de Telecinco, junto con CSI, que mantiene espectadores que no son fieles de la cadena y la aparición de Belén Esteban parece más un reclamo para los seguidores de Sálvame, que no son necesariamente los mismos.
Claro, si estuviésemos hablando en puridad de ficción, si sólo entrase el factor de las series, podríamos llegar a alguna conclusión. Pasando todo esto en Telecinco no queda más que asumir que es una estrategia global empresarial que poco tiene que ver con la guionización de un capítulo. En realidad, todo lo que se emite en Telecinco está expuesto a ser «belenizado», por decirlo de alguna manera, en pro de los beneficios de la cadena y su gallina de los huevos de oro cuya función más importante es no dejar de poner huevos nunca.
El episodio que se emitirá esta semana, si el tiempo no lo impide, se grabó en diciembre. Ya se ha anunciado alguna que otra vez, se ha hablado de él hace tiempo en los programas de la cadena así que para volver a retomar el interés, después de los vaivenes, qué mejor que decir que es un especial. En fin, qué tiempos aquellos en los que yo veía Aída. Ahora me decanto por otras cosas. Con 7 vidas me pasó lo mismo.








Comentarios recientes