Posts filed under ‘Reality’

‘The X Factor’ tunea las voces, ¿serán los únicos?

Que un programa de televisión modifique la realidad para hacerla más atractiva al espectador es algo normal, lo hacen siempre. Eso sí, a los de The X Factor les han pillado con el carrito del helado y han tenido que reconocer que es verdad, que modifican «algo» las voces en posproducción para mejorar el resultado del espectáculo. Si es que es lo que tiene Internet, que la gente que sabe se comunica a una velocidad vertiginosa y este tipo de estrategias se destapan a la mínima. El asunto no tendría mayor importancia pero la gente sigue creyendo que este tipo de programas sirven de verdad para descubrir talentos musicales. Qué inocentes.

No obstante, este hecho me ha llevado a pensar en Operación Triunfo. ¿Qué creéis? ¿Modifican las voces? En teoría, lo hacen, y tiene sobrados argumentos técnicos para justificarlo pero, y digo yo, si cambian las voces, ¿cómo es que la mayoría de los concursantes son tan desastrosos? Habría que escucharles al natural. Y si no las modifican ya están tardando porque yo creo que parte del aburrimiento del formato es que no hay voces que realmente pongan los pelos de punta y, si las hay, luego se las cargan cambiándoles los registros.

Para los que no lo sepáis, Operación Triunfo tenía que empezar en septiembre pero Telecinco decidió introducir cambios de última hora y al final van a dar el pistoletazo de temporada con Gran Hermano así que queda claro qué reality manda. Esto se ha hecho para contrarrestar el estreno en Antena 3 de El marco, el reality de gente encerrada en habitaciones. Las canciones no están de moda últimamente y esta temporada han desaparecido varios programas relacionados con ese asunto, un par con niños cantantes y otro con un cásting para hacer el musical de Cuéntame. Dicen que cuando la gente canta, su mal espanta, pero parece que ahora a los espectadores les espanta la gente que canta.

Los formatos nacen, crecen, se reproducen y mueren pero en televisión existe la reencarnación y algo que parecía más que agotado puede renacer de sus cenizas con unos ligeros cambios. En el caso español éste parece el momento adecuado para refundar el clásico y, si se animan, yo espero que retoquen las voces más aún, si es que ya lo estaban haciendo, porque ver a gente destrozando clásicos musicales es algo que se me hace difícil de soportar, sobre todo si lo hacen con poca gracia. Está el mercado discográfico saturado de discos inútiles, que no sirven de nada, así que podrían intentar dar espectáculo de verdad y dejarse de intentar vender una moto que ya no compra nadie. Si es que hasta esta chica ha sacado un disco y la culpa es toda, todita, toda de Operación Triunfo. A ver si este año no ponen en circulación a especímenes de estos.

25 agosto 2010 at 08:46 10 comentarios

Belén Esteban ya tiene reality…, en Internet

Lo que nos temíamos ha llegado y Belén Esteban ya tiene un reality para lavar su imagen, algo que no puede hacerse en un quirófano. Lo primero en lo que he pensado ha sido en el asunto de los derechos de imagen. Este cutre publireportaje está firmado por Shephy Productions, cuya web es sólo una pantalla con unos datos de contacto. En Google aparece esa productora vinculada a algo relacionado con el cubo de Rubick (surrealista, lo sé), y aquí he encontrado el nombre del productor José Pastor, cuyo videobook podéis ver aquí y que resulta que es uno de los actores de Becari@s, una de las series on-line de Telecinco. Ya se va cerrando el círculo, ¿verdad? Todo queda en casa.

No conozco los pormenores pero, desde luego, algo huele a podrido en Dinamarca. ¿Acaso iba a dejar La fábrica de la tele, que tiene contratada a Belén Esteban, que se dejase ver en Internet así como así? Con la de dinero que le pagarán por la exclusividad, como para dejarle que campe a sus anchas y haga lo que dé la gana. Así que esto parece ni más ni menos que una campaña publicitaria orientada a llegar más allá del público de Sálvame, que la adora. No sé si sabrá ella que no se le puede caer bien a todo el mundo. Por ahora «su» programa no se resiente con la imagen que tiene de ella el público en general así que no entiendo este afán por aparecer de golpe y porrazo como Teresa de Calcuta.

Voy a ser honesta: no he visto el episodio completo por varios motivos. Porque si esta señora es o no buena persona me importa bien poco y porque lo poco que he visto no me ha gustado nada, refiriéndome a los aspectos técnicos. Esos dos factores combinados me han hecho fácil cerrar la ventana pero, eso sí, os cuelgo el episodio por si os interesa echarle un vistazo. Mi curiosidad morbosa no da para tanto.

Tiene guasa, por otro lado, que esto lo hayan sacado en Internet. No entiendo bien la pretensión de este movimiento. ¿No habría sido mejor hacerle una sección propia en Sálvame y ya está? No pretenderán cautivar con semejante documento a las hordas de gentes que antes veían en esta mujer la representación de algo poco edificante. Que no es todo esto contra Belén Esteban, o al menos yo no lo entiendo así. Lo que creo que ocurre es que la gente está harta de culebrones, por lo menos un sector importante de los espectadores, y lo que hacen con la imagen de esta mujer es crear una víctima constante, una pobrecita que se defiende como puede de los ataques de los poderosos. Seguro que semejante historia funcionaba a las mil maravillas en las sobremesas de La 1, pero en Internet puede ser víctima de trolls sin compasión y, francamente, se lo está buscando.

Y en fin, amigos, éste es uno de los peligros de Internet, que cualquiera con una cámara de vídeo puede exponer al mundo lo que se le ocurra. Gracias a esta libertad se han descubierto verdaderos talentos pero ya os digo que éste no es el caso. En fin, ellos sabrán. Desde mi punto de vista es peor el remedio que la enfermedad. Lo que no arregle un buen zapping…,.

24 agosto 2010 at 08:43 14 comentarios

Los mínimos de la belleza televisada

Se ha montado una buena en Estados Unidos por culpa de la promo que tenéis arriba (si no la veis es que habéis llegado tarde porque van locos borrando los testimonios de lo ocurrido). Al cásting de America’s next top model se presentó una chica presumiendo de tener la cintura más estrecha del mundo y el jurado del concurso, Tyra Banks la primera (ya se ha disculpado), alabaron su figura.

Evidentemente, la chica no tiene un cuerpo diez. Las acusaciones de promover la anorexia les han caído como puñaladas y hay incluso voces que exigen que se estipulen unos mínimos para poder participar en el programa.

Yo soy mucho de dejar en manos del espectador y de su capacidad crítica el grado de influencia aceptable para cada uno de lo que se recibe de la tele, pero en casos en los que entra en juego la salud y en programas en los que el target es joven, se me enciende la alarma.

Realmente no creo que buscasen promover los trastornos alimenticios con todo este asunto, sería de locos, pero sí es cierto que no es lo mismo dar cabida en un programa a la mujer más tatuada del mundo, que dársela a este tipo de cuestiones. También es cierto que los padres deben hacer su función y vigilar qué vientos televisivos beben sus hijos e hijas, pero la anorexia es una enfermedad silenciosa basada en la ocultación y en la mentira así que es difícil de detectar. ¿Cómo puede saber unos padres qué está pasando antes de que sea tarde?

Después tenemos el asunto de la hipocresía: no se puede alabar la figura de esta chica pero Kate Moss, por ejemplo, sí que puede protagonizar campañas publicitarias que se emiten a cualquier hora. ¿Es peor una cosa que otra? ¿Tiene más influencia un reality que un anuncio? Realmente no lo sé pero me resulta paradójica esta doble moral, por no explicitar un adjetivo más contundente.

Cuando se habla de los mínimos para participar en un concurso, ¿se olvidan de que esos mínimos son ignorados por el resto de la programación? Presentadoras, actrices, modelos publicitarias suelen andar locas intentando mejorar su imagen y salir delgadas en la tele que, no lo olvidemos, engorda. ¿Soluciona algo que en un concurso se aplique la racionalidad del índice de masa corporal para poder pasar una selección?

Todo esto no me parece más que una reacción políticamente correcta y, como todas las reacciones de ese tipo, es superficial y lo único que busca, otra paradoja, es atacar la imagen del concurso que ellos ahora se esfuerzan en limpiar. Al final todo vuelve al principio y termina reduciéndose tristemente a la imagen, siempre la imagen.

16 agosto 2010 at 09:11 13 comentarios

‘Mujeres de lujo’, Cuatro insiste en el glamour

La temporada pasada Cuatro estrenó Casadas con Hollywood y laSexta Mujeres ricas. En la batalla de las audiencias ganó laSexta y parte del éxito se debió a la normalidad del espacio y a esa parte de humor paródico que ridiculizaba en cierta medida las historias y que permitía que los espectadores se burlasen, por decirlo de alguna manera, de las tribulaciones de esas señoras de clase alta.

La forma de Cuatro de asumir la derrota es plantear para esta temporada Mujeres de lujo a imagen y semejanza del programa de laSexta que está renovado y también se emitirá antes o después. En el caso de Mujeres de lujo se seguirá a unas diez señoras (en Mujeres ricas eran cinco), y la primera temporada tendrá trece episodios.

¿Alguien puede decirme por qué en este tipo de programas no siguen a hombres ricos? Es decir, al margen de los esposos, los formatos llevan la palabra «mujer» en el título y eso tiene que ser por algo. Cualquier cosa que se diga en este sentido puede resultar machista, lo sé, pero dejando de lado ese prejuicio no podemos negar que estos programas escogen a señoras con vidas contemplativas, con empleos «poco serios» y ocupadas en menesteres que para ellas son trascendentales pero que a la mayoría de nosotros nos parecen tonterías. Ahí está la gracia. ¿Qué sentido tendría seguir a un hombre de negocios atareado con reuniones de trabajo? Sería un fracaso absoluto. De aquí me surge la siguiente pregunta: ¿no hay señores ricos con vidas frívolas? Los hay, los hay, sólo hay que echarle un vistazo a cualquier Callejeros de lujo, de casas grandes o alguno de ese corte. ¿Estos señores interesan a los espectadores menos que las señoras?

Si hay algo importante en televisión es la reincidencia en el tópico y en el estereotipo: las excepciones viene con cuentagotas y suelen servir para apoyar el estereotipo con su efecto de oposición. No interesa lo distinto o lo excepcional si no es a modo ejemplarizante y, no nos engañemos, la televisión no busca la normalización de nada, sólo intenta conquistar al espectador y para ello tiene que escoger modelos con los que de alguna manera se sienta identificado y conozca de antemano, de ahí la incidencia en las mujeres ricas y no en los hombre ricos. Vuelvo a hablar de Callejeros y de su filón con los barrios marginales, por ejemplo. Qué importa dónde esté el barrio en cuestión, todos tenemos algún barrio así cerca y nos gusta redundar en esa imagen de peligro, desidia y desgracia para sentir que nuestra posición es mejor.

Ya lo he dicho otras veces, esto del glamour y del lujo no me interesa en absoluto (cuestión de gustos), así que me alegro de que insistan en el asunto una y otra vez. A este paso, el formato va a quedar obsoleto en dos telediarios y lo van a quemar antes de poder sacarle el máximo rédito. Últimamente en televisión parece que hayan hecho suya aquella frase de James Dean: «Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver». ¿Os habéis dado cuenta de que los programas y series cada vez duran menos temporadas? Pues eso, las cosas se consumen a una velocidad de vértigo y se agotan antes incluso de asentarse. Tenemos muchos programas, sí, pero pocos son de culto y muchos menos dejarán huella. Otra cita para terminar, ésta de Unamuno: «¡Que inventen ellos!».

11 agosto 2010 at 08:10 8 comentarios

‘Las joyas de la corona’: anatomía de un fracaso

Se las prometían muy felices en Telecinco con Las joyas de la corona. Parecía que nada podía fallar y que el asunto iba a convertirse en programa fijo de temporada. El estreno fue regular pero en su segunda emisión ya bajaron dos décimas. ¿Cómo es posible, si está Carmen Lomana? Pues por eso precisamente. La temática del reality está bien escogida pero hay un fallo garrafal que se me desveló ayer, viendo una entrevista a Nacho Montes, uno de los profesores. Vino a decir más o menos que el casting de alumnos era perfecto y que Zeppelin hacía los castings como nadie. Eso es verdad, pero la pifiaron en el casting de los profesores.

No es la primera vez que pasa. Me viene a la cabeza como mejor ejemplo Supermodelos, que en el fondo tenía bastante que ver con Las joyas de la corona. Niñas monas cargadas de sueños y unos profesores dedicados a frustrarlos, a hacerlas llorar, a gritarles, a recordarles que no les llegan ni a la suela de los zapatos. Instruir, que es lo que pretenden, no es sinónimo de criticar. Este tipo de profesor al público le resbala y le cae hasta mal. En el lado opuesto están los de Fama, por ejemplo, que aun cumpliendo su función se muestran más cercanos. No es cuestión de la materia que se imparta en cada «escuela», es más bien que hay que reproducir el perfil de profesor guay y comprometido para que la gente sienta la empatía del esfuerzo. Los de Las joyas de la corona están justo en el lado opuesto, en un pedestal de barro que se empequeñece cada jueves.

No es que yo le tenga tirria a Nacho Montes (bueno, un poco sí, porque es demasiado estirado para mi gusto), pero cuando habla de gente muy básica a mí se me encienden todas las señales de alarma:

«Hay gente con una clase social muy elevada por los ingresos que tiene, por la riqueza o por la popularidad que poseen, que no sabe estar. Y también hay gente muy básica, como alguno de nuestros alumnos, que tiene los pies en la tierra y que sabe perfectamente dónde están, de dónde vienen y a qué mundo se dirigen».

Se olvida este señor que los espectadores a los que se dirige el programa son precisamente esos a los que llama «gente muy básica». Y la gente muy básica, como yo, no queremos ver a una pandilla de cursis manejando los destinos de nadie. No tenemos nada que aprender de gente que hace este tipo de distinciones basadas en la capacidad económica de las personas y que nos perdona la vida de esta manera tan poco elegante. Este mensaje perverso e infantil es el que destila el programa por sus cuatro costados y es normal que a la gente muy básica, como yo, nos toque la moral.

Después está el asunto de la nula participación de los espectadores muy básicos, remarcando el hecho de que realmente nosotros no podemos decidir y que sólo los profesores resabiados tienen la última palabra. Porque no, no hay televoto ni nada que se le parezca. Parece que el programa está orientado a educar a los espectadores y eso, claro, no resulta nada interesante ni estimulante. La mayoría de nosotros no tendrá que ir jamás a un cóctel ni que plantearse la diferencia entre un vestido largo o uno corto. Los eventos más notables a los que he podido asistir han sido entregas de premios de concursos de cortos y ahí a los cortometrajistas se nos consiente cualquier aspecto, cada uno lleva el suyo y aquí paz y después gloria.

Y para terminar, el premio del chichinabo (veinte mil euros), y el saco de conocimientos que les servirán toda la vida. Aquí mi carcajada ya está totalmente desatada. No es por resultar materialista pero si el premio económico es tan ridículo, los espectadores muy básicos vamos a pensar que el programa no valora el material que nos ofrece. Es lo que tenemos la gente muy básica, que distinguimos a la legua cuándo nos quieren dar gato por liebre.

Y todo esto es lo que yo creo que explica por qué se deshinchan Las joyas de la corona. Podría añadir que los diamantes en bruto que hay en el programa saben más que los ratones «coloraos» pero eso, en programas como Gran Hermano, por ejemplo, consiguen neutralizarlo. Aquí no. Ese sería el giro necesario para el éxito, que los concursantes muy básicos se subieran a las barbas de las ratitas presumidas y les arrancaran los bigotes. Si hacen eso, revientan el share, aunque no sé si estarán a tiempo.

7 agosto 2010 at 08:39 12 comentarios

Cuatro se trae a las tribus

Sé que soy una malpensada y que no tengo remedio pero es ver el vídeo de arriba, el original del programa que va a adaptar ahora Cuatro, y me recorren unos sudores fríos. Quiero pensar que no vamos a ser capaces de esto, de escandalizarnos primero de sus costumbres y de reírnos ahora de su supuesta ignorancia. Claro, si fuera así lo entendería porque el choque cultural, siempre que los que choquen sean los demás tiene mucha miga, pero a mí no me hace ninguna gracia.

Ya no me gustó Perdidos en la tribu porque, qué le voy a hacer, soy esclava de mis ideas, así que no creo que esta secuela me interese tampoco en lo más mínimo. Eso no significa que no sea consciente de que el programa tiene todos lo números para enganchar a la audiencia, a pesar de que lo presente Nuria Roca. Yo soy demasiado cerebral y a veces por culpa de eso me pierdo ciertos entretenimientos blancos de este tipo, porque quiero pensar que va a ser un entretenimiento blanco.

Cuando los de Gran Hermano metieron en la casa a una familia de indígenas consiguieron un resultado muy tierno pero, claro, los indígenas de Gran Hermano eran muy divertidos y los concursantes no dudaron en ponerse el hábito para generar más risas todavía. Y aquí está mi segunda duda. Me pasa con los realities una cosa extraña y es que, sobre todo los de Cuatro, no me los creo. Tanta edición, tanto vídeo excelentemente montado, a mí me sacan del meollo y me hacen dudar. Ya se dijo en su momento que las tribus de Cuatro eran de escaparate, gente escogida a dedo y disfrazada. ¿Ahora van a ser ellos los que simulen sorpresa ante algo que conocen? Perdonad mi escepticismo, no lo puedo evitar.

El programa está en fase de producción y están buscando a la tribu de las conocidas que vendrá a España a disfrutar de la modernidad (ironía off). Viendo la promo de arriba podemos pensar que a una de las familias españolas le ha tocado la china porque tendrán que alojar en su casa a los invitados y van a tener un reality para ellos solos. Pues muy bien, que lo disfruten. Parece ser que el invento llegará en otoño así que ya tienen que darse prisa si quieren hacer una producción en la línea de sus últimos realities, muy cuidados en ese sentido.

Para Cuatro los realities están siendo una buena vía porque hasta ahora les están funcionando la mayoría de los que estrenan. Han encontrado una forma diferente de hacer las cosas y eso siempre es interesante. Dejando a un lado lo distinto que es ésta Cuatro de la que nos prometieron al principio, sí que hay que reconocer que sus puntos de vista siguen siendo modernos. Esperemos que con la fusión no cambien esto y sigan apostando por la renovación de formatos. Yo sigo prefiriendo el reality sin editar pero tiene mérito que hayan podido encontrar filón modificando un género tan asentado. Repito, a mí no me gustan pero lo cortés no quita lo valiente.

4 agosto 2010 at 09:53 3 comentarios

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Teleadicta sin remedio

Avatar de Desconocido"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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