‘Las joyas de la corona’: anatomía de un fracaso

7 agosto 2010 at 08:39 12 comentarios

Se las prometían muy felices en Telecinco con Las joyas de la corona. Parecía que nada podía fallar y que el asunto iba a convertirse en programa fijo de temporada. El estreno fue regular pero en su segunda emisión ya bajaron dos décimas. ¿Cómo es posible, si está Carmen Lomana? Pues por eso precisamente. La temática del reality está bien escogida pero hay un fallo garrafal que se me desveló ayer, viendo una entrevista a Nacho Montes, uno de los profesores. Vino a decir más o menos que el casting de alumnos era perfecto y que Zeppelin hacía los castings como nadie. Eso es verdad, pero la pifiaron en el casting de los profesores.

No es la primera vez que pasa. Me viene a la cabeza como mejor ejemplo Supermodelos, que en el fondo tenía bastante que ver con Las joyas de la corona. Niñas monas cargadas de sueños y unos profesores dedicados a frustrarlos, a hacerlas llorar, a gritarles, a recordarles que no les llegan ni a la suela de los zapatos. Instruir, que es lo que pretenden, no es sinónimo de criticar. Este tipo de profesor al público le resbala y le cae hasta mal. En el lado opuesto están los de Fama, por ejemplo, que aun cumpliendo su función se muestran más cercanos. No es cuestión de la materia que se imparta en cada «escuela», es más bien que hay que reproducir el perfil de profesor guay y comprometido para que la gente sienta la empatía del esfuerzo. Los de Las joyas de la corona están justo en el lado opuesto, en un pedestal de barro que se empequeñece cada jueves.

No es que yo le tenga tirria a Nacho Montes (bueno, un poco sí, porque es demasiado estirado para mi gusto), pero cuando habla de gente muy básica a mí se me encienden todas las señales de alarma:

«Hay gente con una clase social muy elevada por los ingresos que tiene, por la riqueza o por la popularidad que poseen, que no sabe estar. Y también hay gente muy básica, como alguno de nuestros alumnos, que tiene los pies en la tierra y que sabe perfectamente dónde están, de dónde vienen y a qué mundo se dirigen».

Se olvida este señor que los espectadores a los que se dirige el programa son precisamente esos a los que llama «gente muy básica». Y la gente muy básica, como yo, no queremos ver a una pandilla de cursis manejando los destinos de nadie. No tenemos nada que aprender de gente que hace este tipo de distinciones basadas en la capacidad económica de las personas y que nos perdona la vida de esta manera tan poco elegante. Este mensaje perverso e infantil es el que destila el programa por sus cuatro costados y es normal que a la gente muy básica, como yo, nos toque la moral.

Después está el asunto de la nula participación de los espectadores muy básicos, remarcando el hecho de que realmente nosotros no podemos decidir y que sólo los profesores resabiados tienen la última palabra. Porque no, no hay televoto ni nada que se le parezca. Parece que el programa está orientado a educar a los espectadores y eso, claro, no resulta nada interesante ni estimulante. La mayoría de nosotros no tendrá que ir jamás a un cóctel ni que plantearse la diferencia entre un vestido largo o uno corto. Los eventos más notables a los que he podido asistir han sido entregas de premios de concursos de cortos y ahí a los cortometrajistas se nos consiente cualquier aspecto, cada uno lleva el suyo y aquí paz y después gloria.

Y para terminar, el premio del chichinabo (veinte mil euros), y el saco de conocimientos que les servirán toda la vida. Aquí mi carcajada ya está totalmente desatada. No es por resultar materialista pero si el premio económico es tan ridículo, los espectadores muy básicos vamos a pensar que el programa no valora el material que nos ofrece. Es lo que tenemos la gente muy básica, que distinguimos a la legua cuándo nos quieren dar gato por liebre.

Y todo esto es lo que yo creo que explica por qué se deshinchan Las joyas de la corona. Podría añadir que los diamantes en bruto que hay en el programa saben más que los ratones «coloraos» pero eso, en programas como Gran Hermano, por ejemplo, consiguen neutralizarlo. Aquí no. Ese sería el giro necesario para el éxito, que los concursantes muy básicos se subieran a las barbas de las ratitas presumidas y les arrancaran los bigotes. Si hacen eso, revientan el share, aunque no sé si estarán a tiempo.

Entry filed under: Reality, Telecinco, Televisión. Tags: .

‘Hispania’, así es la nueva serie de Antena 3 Los freaks de Jesús Quintero

12 comentarios Add your own

  • 1. cokacolo  |  7 agosto 2010 a las 10:01

    Y yo creo que le falta también mucho ritmo, aunque eso dificilmente se le puede pedir a un programa de Telecinco, una cadena que con tres programas te rellena todo un dia, y que con el reality de turno tiene que estar desde las diez de la noche hasta las tantas de la madrugada. Eso no hay quien lo resista y menos en verano. Al menos en mi caso intenté aguantar algo el programa, grabándolo por supuesto, porque es la única forma de ver televisión en España (entre publicidad, el presentador sin parar de hablar, etc… es insufrible). Y aún así, no aguanté. Por supuesto que la segunda entrega ya ni me lo planteé verla (y por lo que se ve en las audiencias, a mucha gente le pasó igual).

    Ya podían aprender del programa que ellos mismos emitieron en laSiete, «American Princess», un programa similar en concepto pero a años luz de ritmo, buen hacer y producción. Lo malo es que en España no se saben hacer ese tipo de programa. 50 minutos y se ha terminado.

    Responder
  • 2. Doctora  |  7 agosto 2010 a las 10:51

    ¡Pero no te enfades Ruth!,el programa este es una estafa a parte de una gilipollez.
    Para ser «socialité» y vivir del cuento inflándose de canapés y bombones Ferrero sólo hay dos maneras:nacer con pasta o liarse con alguien de pasta.En ninguna de las dos aparece una academia.

    Responder
    • 3. Carabiru  |  7 agosto 2010 a las 14:26

      No se oyen mis aplausos, así que los onomatopeyizo:
      Clap clap clap clap!

      Responder
  • 4. La guerra de los medios  |  7 agosto 2010 a las 12:15

    Para mi sinceramente «Las joyas de la corona» es un precalentamiento para «Gran hermano».

    Yo no veo que les enseñen cosas utiles que puedan aplicar a su vida,¿para que les sirve a estos chabales saber posar en un photocall o desfilar por una pasarela?,es que no lo entiendo.

    Parece que les estan eseñando a vivir en un mundo que no corresponde a la realidad de los concursantes,a los profesores se les olvida que una vez termine el programa estos chabales volveran a sus barrios y no a la calle Serrano de Madrid a vivir una vida superficial,llena de lujo y elitista.

    A mi me parece que estan jugando con fuego.

    Eso si,tengo que reconocer que me rio mucho con algunas de las perlas que sueltan.

    Responder
  • 5. Mónica  |  7 agosto 2010 a las 13:38

    El programa es insufrible porque el contenido no tiene ningún tipo de interés pero también por lo que ha dicho cokacolo: es lento de narices, como todo en la televisión de nuestro país. Unas galas de más de tres horas, con unas pausas publicitarias larguísimas y muy seguidas, sin ritmo… en fin: que no, que no. Además, lo que me repatea de este tipo de programas es que critican la capacidad intelectual de las personas, algo que me asquea. Están hechos para decir: «Mirad qué tontos que son, que no saben resolver una ecuación de segundo grado» y para que el público diga: «Desde luego… qué juventud, así va el país». En fin, insufrible. Ruth: intenta ver la perla de Antena 3 de la cenas con famosos. Qué actorazos. TODOS.

    Responder
  • 6. David I  |  7 agosto 2010 a las 13:53

    Yo paso…

    …pero si lo de arrancar los bigotes traspasa el sentido figurado pues avisa, oye.

    Responder
  • 7. Beni  |  7 agosto 2010 a las 14:11

    Es que volvemos al tema de siempre… Telecirco no hace tele de calidad, no le interesa… es mejor sacar lo peor de casa y ponerlo en evidencia para que los demás nos riamos (aunque seamos tan lerdos como ellos). Morbo + vergüenza ajena… es lo único que sabe hacer Telecirco… Bueno, no también saber hacer programas de gritos y programas con la Esteban…
    Creo que no exagero al decir que llevo más de dos meses sin ver este canal… ¡coñe, voy a por el tercero! 😛

    Responder
  • 8. basketca  |  7 agosto 2010 a las 21:47

    Yo creo que otro factor ha sido la nula participación de Carmen Lomana en el programa. Lo vendieron como «el programa de la Lomana» y, al menos en el primer programa (el segundo no lo he visto), la Lomana no sale prácticamente nada.

    Estoy totalmente de acuerdo con lo de los profesores. Me pareció ridículo eso de tener que llamar a los profesores de usted. Crean una barrera estre profesor y alumno, hace que parezca que estám a años luz unos de otros. A mi me habría gustado ver como los profesores ayudaban a los alumnos, se acercaban a ellos e intentaban hablar sobre sus problemas, o algo así. En vez de eso parece que van a dedicarse a decirles lo burros que son y lo mal que se visten, cuando pocas cosas de las que aprendan las podrán jamás utilizar.

    Y, como ha dicho cokacolo, es muuy lento. No hay Dios que aguante un tostón así (con anuncios cada 10 minutos) y en el que apenas pasa algo.

    Responder
  • 9. Ruth  |  8 agosto 2010 a las 09:00

    COKACOLO: Mientras el prime time se conciba para rellenarlo con un único programa, vamos a tener tostones de estos para rato.

    DOCTORA: Si no me enfado, es que me dibujaron así.

    CARABIRU: Ovación merecida, sin duda.

    LA GUERRA DE LOS MEDIOS: Pues con el precalentamiento se han lesionado 😉 .

    MÓNICA: Te he hecho caso y he visto un trozo de Adivina quién viene a cenar. Maldita la hora :S .

    DAVID: Te aviso, tú tranquilo.

    BENI: Jajjajjajjajjjajjaa. Yo antes veía Pasapalabra pero ahora el horario me viene fatal.

    BASKETCA: Lo de la Lomana ha sido un «bluf». Va a ser que esa señora no tiene tanto tirón como parecía.

    Responder
  • 10. Jordi  |  10 agosto 2010 a las 20:57

    Hola, he descubierto este blog a través del foro de El País y me ha gustado. Lo voy a poner en mis favoritos.

    Un saludo

    Responder
  • 11. Ruth  |  11 agosto 2010 a las 08:11

    JORDI: ¡¡Gracias!! 🙂

    Responder
    • 12. Jordi Andreu  |  11 agosto 2010 a las 10:53

      Hola, Ruth. Te confirmo que ya estás en mi blog. Seguimos en contacto.

      Jordi

      Responder

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Trackback this post  |  Subscribe to the comments via RSS Feed


Teleadicta sin remedio

"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

Si te suscribes recibirás las actualizaciones del blog en tu correo electrónico.

Únete a otros 99 suscriptores


Seguir a Ruth en Twitter

Puedes escucharme en La caja de spoilers

Bloguzz

bannerB&W

Han pasado por aquí

  • 2.292.149 televidentes

Están mirando esta tele…


A %d blogueros les gusta esto: