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Cómo ver Zattoo gratis
La de veces que me he reído de mi amigo Juan porque tiene los dedos muy sueltos y cada dos por tres, ante cualquier eventualidad o para expresar una queja, lanza un correo electrónico a quien corresponda. Cuando estábamos trabajando en el call center escribió a los responsables de un programa de centralitas digitales que era un verdadero asco. También me consta que le ha escrito hasta al Presidente del Gobierno (si me equivoco me corriges, Juan).
Uno de sus últimos correos electrónicos fue a Zattoo, la empresa que distribuía señal gratuita de televisión a través de Internet y que hace unas semanas decidió perdir un importe «simbólico» y convirtió su servicio gratuito en de pago, de un día para otro y sin previo aviso.
Lo que parecía ser un brindis al sol (seguro que han recibido cientos de quejas por perdir una suscripción), ha tenido unos resultados espectaculares y Juan está viendo Zattoo gratis porque le activaron la cuenta que él tenía antes de que cambiasen las condiciones del servicio.
Hola Juan
Gracias por tu correo y entendemos que no te gusta el cambio de política. Para ser sinceros, a nosotros tampoco, pero como nuestros recursos son limitados no hemos tenido otra opción. Si uno quiere ofrecer un servicio como Zattoo de forma legal, tiene que asumir una serie de costes (sobre todo pagando a entidades como SGAE, EGEDA, etc.) y como el negocio de la publicidad también está en crisis, resultó imposible de mantener la oferta gratis. Todavía esperamos de poder volver al concepto anterior y hemos activado tu acceso *********@hotmail.com para que puedas continuar ver Zattoo.
Saludos
Zattoo España
Yo imagino que la campaña de desprestigio ante el cambio de política ha sido tan brutal que han tenido que soltar un poco de cuerda y ponerse a regalar suscripciones a diestro y siniestro para parar la avalancha de críticas que se desató en el momento en el que pusieron en marcha las suscripciones de pago.
La pregunta que nos hacíamos todos, y que Juan les formula en el correo que les manda, es: ¿Por qué pagar por unos canales que tenemos gratis en la tele para verlos en un reproductor que está en pruebas y que falla más que una escopeta de feria? Me gustaría saber cuántos suscriptores han perdido con esta estrategia y también me gustaría saber si, cuando hagan públicos los datos de la iniciativa, contarán como suscriptores las cuentas que ha regalado.
Las series españolas que nos vienen
En la próxima temporada que empezará dentro de unas semanas hay un buen número de series nuevas que aspiran a hacerse un hueco en la parrilla. La ficción nacional es un valor en auge porque aunque en Internet se habla mucho de las series extranjeras, lo que está claro es que las audiencias tradicionales siguen prefiriendo las series de toda la vida, con sabor español, y la mayoría de las cadenas no quieren perder ese tren.
- La 1: Globomedia prepara Águila Roja, ambientada en el siglo XVII y con un héroe de la época como protagonista. Guante blanco contará la historia de un ladrón y el policía que le persigue, con Carlos Hipólito y Leticia Dolera. El porvenir es largo es un culebrón de sobremesa sobre la vida de unos vecinos que pierden sus casas por el derrumbe del edificio y tienen que empezar de cero. Y con un poco de suerte podremos ver por fin y de verdad UCO, el spin off de Desaparecida.
- La 2: Plutón BRB Nero, la apuesta que mezcla ciencia ficción y comedia dirigida por Álex de la Iglesia. Sólo puedo decir que me muero de ganas de verla.
- Antena 3: Cazadores de hombres, serie sobre el trabajo de un grupo policial de élite que hace hincapié, o eso dicen, en la parte más psicológica de los casos y en su influencia sobre las víctimas. La protagonizan Emma Suárez y Alejo Sauras. Doc Martín, con Gonzalo de Castro, remake de una serie británica con un médico gruñón y cascarrabias que tiene que dejar su vida de lujos y volver al pueblo, donde terminará siendo el médico de cabecera. Dieciocho, sobre un grupo de jóvenes que además cantan y bailan.
- Cuatro: ¿Hay alguien ahí?, nueva serie de terror ambientada en una casa tenebrosa creada por Plural, el equipo de Iker Jiménez.
- Telecinco: Acusados (o Condenados, aún no se sabe), con Blanca Portillo como jueza que va a enamorarse del policía corrupto interpretado por José Coronado. A ver si llego, serie de José Luis Moreno sobre la vida y anécdotas que se producen en un mercadillo ambulante. Y se habla de una serie familiar, pero no hay más información al respecto.
- Antena.Neox: Eva y kolegas, una serie juvenil interactiva, con capítulos de diez minutos y con Internet como telón de fondo, con un videoblog en el que los espectadores pueden opinar y participar en la construcción de las tramas.
Y a todo esto hay que sumar las series que ya están en emisión, desde El comisario hasta Hermanos y detectives, pasando por El síndrome de Ulises, LEX, La familia Mata, Herederos, La señora…,. Para que luego digan que hay crisis en la ficción nacional.
El corazón gana la demanda
No sé demasiado de derecho, la verdad, pero puedo intuir que la hermanísima tendrá un disgusto de padre y muy señor mío porque ha perdido su batalla personal contra la prensa rosa y gracias a su demanda el sector sale fortalecido, legitimado. En este sentido, no sólo ha perdido ella, han perdido los que a diario sufren lo que consideran un maltrato por parte de los paparazzi.
Todo esto me parece un circo bochornoso porque no hay manera de hacerse una idea clara de qué narices pasa. Las fronteras entre lo público y lo privado son tan finas que se diluyen y se mueven constantemente, dependiendo de quién las use y para qué. Los hay que no quieren salir, los hay que quieren salir a veces y otros no desaprovechan una alcachofa. Los reporteros de calle empiezan a tener mala fama dentro del gremio y algunos comentaristas de mesa ya reniegan del trabajo de sus compañeros, un trabajo sin el cual ellos no tendrían nada que comentar y tendrían que quedarse en su casa. Desde las propias mesas de los programas se lanzan bulos que propician que los de la calle se echen encima del famoso de turno para que confirme o desmienta lo que se ha dicho en el plató o en la revista. Triquiñuelas, pactos, llamadas, favores…, todo un submundo que a la mayoría se nos escapa pero que mueve a diario cantidades ingentes de pasta.
Luego están los seguimientos que programas de corte rosa hacen a personas que nada tienen que ver con la farándula pero que son tratados con el tono amarillista correspondiente. Un presunto algo o su familia pueden verse asaltados por un equipo de un programa e interrogados por un suceso luctuoso en plena calle y de buenas a primeras. Suelen ser gente que no tiene las armas suficientes para contratar a un mega abogado que les quite a la prensa de encima. El cabreo y la frustración de estas personas son suficientes para rellenar minutos en parrilla. Los «no sabe, no contesta» también se aceptan y se interpretan.
De todo esto concluyo que el sector es absolutamente insano y que sus métodos están viciados. Una demanda no era la manera de propiciar una reflexión sobre la ética informativa, sobre los procedimientos y métodos que se emplean. Debería partir del propio sector una evaluación, una redacción de un decálogo, algo que diese transparencia a las maniobras económicas y a los métodos de producción. La aplicación de un código deontológico sería una buena noticia pero es como hablar en chino.
Ajuste de cuentas para descontados
He visto el programa tres o cuatro veces (me gustan algunos coaching de estos que se monta Cuatro), y siempre me quedo con la misma sensación de estupor. ¿En qué sociedad vivimos? El economista y su equipo, cada vez que se enfrentan a una de estas situaciones familiares críticas, toman las mismas medidas: restringir el dinero semanal, las tarjetas y dar un libro de cuentas para que se apunten todos los gastos. En el caso de la pareja del vídeo, por ejemplo, al chico le dice que deje de ir al bar a desayunar y almorzar, que se lleve el bocadillo de casa, y a la chica le dice que busque trabajo y que deje de fumar. ¿Hace falta un programa de televisión para esto? Pues por lo visto sí.
En la web del programa publican preguntas que envían los espectadores y hay cosas espeluznantes. Gente que no llega a final de mes y que pregunta qué puede hacer. La respuesta se repite una y otra vez: trabaja más y gasta menos. Muchas de estas personas nadan en préstamos personales con intereses de usurero y, al mismo tiempo, gastan semanalmente sin medida en bares, ropa, teléfonos…,. Quiero creer que en este retrato no hay una responsabilidad única del que gasta más que gana. Creo que, durante mucho tiempo, la sociedad de consumo se ha vendido como la panacea de la felicidad y en promover esta idea la televisión ha contribuido de forma determinante.
Me pregunto por qué no ha triunfado ningún programa que informase de los secretos de los préstamos personales, por ejemplo, que explicase cómo valorar un préstamo hipotecario antes de firmarlo y cosas así. Vicens Castellano, el entrenador, no tiene piedad y actúa como la Supernanny, pero su misión se queda corta porque su influencia no va más allá de superar el trance concreto y no incide en la postura general ante el consumo.
Hace una semana se abrió en Elche una gran superficie que vende electrodomésticos, electrónica, música y DVD. En un artículo de un periódico local el periodista señalaba que los parados que acudieron a financiar la compra de un electrodoméstico se quedaron compuestos y sin lavadora porque les pedían una nómina. Seguro que alguno hasta se quejó de tamaña injusticia. Ver para creer.
Journeyman cambia de nombre
El próximo 12 de mayo Fox estrena Journeyman, una serie que como veis en el vídeo tiene un recorrido corto, pero lo que más me ha llamado la atención es que la promocionan titulándola «Viajero en el tiempo». ¿Hay algún motivo para que le hayan cambiado el nombre? Ni idea, pero el asunto me ha hecho pensar en que en la era A.I. (antes de Internet), las series tenían los nombres traducidos que les daba la gana a los traductores, pero como tampoco teníamos más información digamos que la cosa pasaba más desapercibida.
- El príncipe de Bel Air en la versión española dejó aparcado el «Fresh» del título original (The fresh prince of Bel Air), quizá porque se pensó que no era importante ya que el nombre artístico de Will Smith aún no había vendido demasiados discos por aquí.
- Love boat se convirtió en Vacaciones en el mar. ¿Qué tenía de malo «El barco del amor»? Si es que realmente era exactamente eso.
- Hill Street Blues fue Canción triste de Hill Street, quizá porque eso del blues nos quedaba algo lejos a los españolitos de a pie.
- Full house fue Padres forzosos y la traducción, sin lugar a dudas, presentaba en el título una serie que no tenía nada que ver con la ficción que desarrollaba. Si estaban todos encantados de conocerse.
- Y así hasta el infinito.
Ahora, con Internet, los títulos originales de las series tienen tendencia a perdurar y los motivos son varios: las descargas, que hacen que mucha gente esté familiarizada con una serie en versión original cuando se estrena aquí; la información en el idioma original hace imprescindible conocer el título si se quieren buscar datos en la red; el mayor conocimiento del inglés, que nos permite darnos cuenta de las trampas.
Es habitual, por ejemplo, que se hable de Perdidos (Lost), o viceversa. Sin ir más lejos, Fox está emitiendo Dirt, Saving Grace, Californication o Prison Break. House no cuenta, que es el nombre del personaje. Otras cadenas tienen The closer, Psych, Hustle o The Unit.
Sin cita previa, en cambio, no ha mantenido el título original de Private Practice, aunque en principio pareció que se quedaba. Mujeres desesperadas o Anatomía de Grey tampoco mantienen los títulos originales. Betty ha perdido el «Ugly» por el camino. Y ya hemos comentado lo que pasa con Journeyman.
Mi pregunta es por qué. No lo entiendo. ¿Estos bailes de nombres obedecen sólo a una adaptación? ¿Y en qué se basan esas adaptaciones? ¿Qué criterios utilizan? ¿Y qué preferís vosotros? Yo me quedo con los originales porque luego, para buscar algo en la IMDB, una se vuelve loca. Por ejemplo: Primos lejanos, ¿cómo narices se busca eso? La serie se llamaba Perfect Strangers, lo descubro gracias a la Wikipedia y de ahí paso a IMDB.
Por cierto, en la Wikipedia podéis encontrar cómo se han traducido las series en otros países. En este caso, Perfect Strangers fue Larry et Balki en Francia, Balki e Larry: Due perfetti americani en Italia o Dos perfectos desconocidos en América Latina. Como veis, en esto los españoles no somos únicos.
La semana pasada se nos fue 







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