No tenemos la televisión que nos merecemos

12 febrero 2011 at 08:49 8 comentarios

Anoche estuve viendo El debate de La 2 en el que se analizó si nos merecemos o no la tele que tenemos. Es una cuestión peliaguda porque cuando uno se pone a pensar en estas cosas, y puestos a dar una respuesta, quizá lo más sensato sea entrar en matizaciones. Eso al menos terminaron haciendo los participantes del debate, ni sí ni no, sino todo lo contrario. Yo como de sensata tengo poco me voy a quedar directamente con el no y no porque crea que la televisión actual es mala o menos buena que en otras épocas, sino porque pienso que gran parte de la televisión actual no se hace pensando en el espectador. Tampoco es una pataleta de las mías, creo que esto es una realidad obvia y palpable que, al menos yo, tengo asumida y que sienta la base de mi experiencia televisiva.

En el debate estaba La chica de la tele, a la que no le dieron demasiadas oportunidades para expresar sus opiniones. En ciertos momentos el debate resultó demasiado avasallador pero ella aportó la cordura que hacía falta cuando le dejaron. Me quedo con casi todas las opiniones de Ramón Colom, un señor al que sigo desde hace mucho tiempo y que fue capaz de aportar puntos de vista sociales al debate. Javier Sádaba creo que pecó de cierta utopía al defender la televisión cultural y formativa. Claro, esto sería lo deseable pero no encaja en la sociedad en la que vivimos, en la que muchas veces ni siquiera la literatura va por ese camino. José Manuel Lorenzo repitió lo mismo todo el rato, que tenemos una televisión plural, Víctor Amela fue demasiado escéptico para mi gusto y Mariola Cubells estuvo ciertamente apocalíptica, cosa que quizá enflaqueció el énfasis en su defensa de la inocencia del espectador.

Doy por bueno el experimento del debate porque se tocaron temas muy interesantes pero al haber tanto contenido el resultado me pareció algo tangencial y hubo ideas que se perdieron en los turnos de palabra. Fue Ramón Colom el que dijo que la televisión actual es reflejo de la sociedad. Ayer mismo decía yo que ojalá terminase la crisis económica para ver si variaban los contenidos. Se habló mucho de las bondades de la TDT pero no se mencionó que los contenidos son la mayor parte de las veces repetidos y, otras, duplicados (varias cadenas que emiten lo mismo). Los despachos estuvieron en el punto de mira, claro, y ésta es una queja que se oye mucho en los círculos creativos del sector. Hay buenas ideas pero no hay directivos que quieran darles salida. Sobre la esclavitud de las audiencias, costó demasiado reconocer el papel de la publicidad en esto pero terminaron diciendo claramente que el objetivo de las cadenas privadas es vender anuncios y adornarlos con algo de entretenimiento.

Fue recurrente el tema de la telebasura y la sombra de Telecinco estuvo presente, aunque pareció que nadie quiso poner el dedo en la llaga directamente. Yo no soy de las que defienden el término de «telebasura», me parece que desprestigia al espectador que se entretiene con ciertos programas de televisión. A mí me parece que cada uno es libre de entretenerse como le dé la gana y no veo por qué yo, como espectadora, puedo defender la televisión y, al mismo tiempo, ponerla a caer de un burro. No me parece coherente. Tampoco me gusta esa distinción entre espectadores más o menos formados porque da la idea falsa de que se hacen dos niveles distintos de televisión y creo que no es cierto. La televisión mayoritaria es la que es, quiera o no el espectador, y luego hay ciertas cuotas que la misma televisión mantiene para que no se le acuse de nada. En este sentido mi ejemplo favorito es Ana Pastor, que en La 1 hace entrevistas incisivas al que se le ponga a tiro y es un ejemplo de buen periodismo. ¿Qué pasa? ¿Es la única profesional en España capaz de hacer algo así? Para nada, pero es a la única a la que se lo dejan hacer. Si las televisiones quisiesen seguir ese modelo ya habría más casos como el suyo.

Durante mucho tiempo se ha dicho que el mando a distancia era el que mandaba. Creo que es una de esas mentiras que se convierten en verdad de tanto repetirlas. El entretenimiento no es nocivo de por sí, el medio tampoco lo es, todo depende del uso que le demos. Ahora con Internet es cuando realmente la hegemonía de la televisión empieza a perder apoyos, de ahí tanto interés en penalizar descargas, por ejemplo, en lugar de regularlas o de establecer el negocio en ese campo. De Internet las televisiones sólo quieren las redes sociales, nada más. Apagar la tele es una posibilidad, claro, pero ¿no es mejor buscar contenidos que nos gusten? No creo que tenga nada de malo preferir tele gratis a una peli que cuesta seis o siete euros la entrada. Si la peli no te gusta, no te dejan cambiarte de sala. Con esto quiero decir que la televisión es un negocio monolítico, que hay muchas cadenas pero que en el fondo ofrecen todas lo mismo, que la evasión no es un pecado, que la publicidad se ha dejado engatusar por cantos de sirena y que los directivos, como dijo Ramón Colom, sólo piensan en los beneficios. Por todo esto, no, no tenemos la televisión que nos merecemos.

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8 comentarios Add your own

  • 1. Doctora  |  12 febrero 2011 a las 11:10

    Bueno,programas que dan vergüenza a habido siempre,pero yo pienso que hoy hay muchísima variedad y creo que hay una oferta decente para cada tipo de espectador,para los niños,los mayores,los que les gusta los programas de corazón,los deportes,los realities,las noticias…es verdad que hay muchas repeticiones,pero en mi opinión estamos ahora mejor que hace diez años,o al menos no estamos peor.

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  • 2. David I  |  12 febrero 2011 a las 12:06

    Yo creo que si buscas un poco, sí que se puede hacer una parrilla personal de programación bastante buena.

    Y lo de copiarse unos a otros es, con diferencia, lo peor que tienen.

    Voy a ver si lo pillo por la rtve a la carta.

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  • 3. elMagnate  |  12 febrero 2011 a las 12:30


    Tendremos que ver ese programa ya que ayed volvi a ver Atrapa un millón.
    yo tambienes creo que si hubiera mas oferta programas tan cifres como algunos que se emiten no tendrían tantas audiencias. Me parece bien que unonse quiera poner delante de la Tele y no pensar y evadirse de sus problemas, pero hay ciertos programas que si que me parecen telebasura por el trato que fanal telespectador y de donde consiguen los contenisdos. Tambienes los programas que van de rigurosos y lo inicia que hacen es desinformar(noticies 9 p. Ex., la noria) Seguro que de la censura no se ha hablado, o de programa como el gato al agua que ha se ha mostrado que el periodismo se lopasan por donde cagan y que se dedican a descalificar al personal. Eso me parece que es TELEBASURA con mayúsculas y además que nadie se lo merece.

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  • 4. El personaje  |  12 febrero 2011 a las 15:31

    Esta claro que las televisiones saben lo que la gente quiere ver, aunque muchas veces se roce la vergüenza ajena en muchos casos.

    Como ya he dicho otras veces la TDT me parece una estafa con todas las letras porque ni ofrece ni calidad ni variedad.

    Comentas que se hablo de la telebasura y de la larga sombra de T5 pero he de romper una lanza a su favor, esta cadena sabe lo que quiere la gente aunque sus contenidos sean muy cuestionables.

    Ademas como bien dices la tele es un negocio y por ese motivo en muchos casos no se respeta a los telespectadores lo cual es un craso error porque son lo que permiten que hayan mas o menos anuncios pero parece que las televisiones no quieren darse cuenta de eso.

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  • 5. Sr. Bizarro  |  13 febrero 2011 a las 07:06

    Hace ya tiempo (décadas) en que yo como telespectador me planteé escoger de la parrilla televisiva lo que me interesase.

    Tal día, tal hora, tal programa. Hoy, ahora mismo a parte de los telediarios ¿Qué programas pueden verse con una estabilidad horaria más allá de las 2 semanas?

    Ultimo ejemplo en mi caso. Me encanta Cuestión de sexo. Creo que la ¿programan? En FDF. Pues bien. Ya hace una temporadita que han empezado a bailar su horario, número de episodios, etc.

    Me parece una falta de respeto hacia el espectador. Creo que las cadenas de televisión en general en España carecen de valentía y personalidad ¿A qué viene contraprogramar? Si tus espacios son buenos ¿qué temor tienes a perder audiencia?

    De verdad (que me contradiga alguien, salvo por la socorrida razón de la falta de paciencia de los ejecutivos) si no es esta penosa actitud de marear al espectador lo que acaba cansándole y acaba por tirar la toalla y optar por otras actividades donde él decide y no le toman el pelo.

    Triste es que digas: mira, las cuatro. Voy a ver X. Y resulta que la semana pasada lo viste a esa hora y en ese día, pero hoy se lo ha tragado la tierra.

    Francamente, en la actualidad, la televisión se aleja poco de ser un revuelto de contenidos intercambiable, voluble y sin criterio.

    Efectivamente, la televisión es un fiel reflejo de la sociedad en que se emite. O al menos, de gran parte de esa masa uniforme que la representa…

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  • 6. Ruth  |  13 febrero 2011 a las 09:43

    DOCTORA: Yo siempre digo que dentro de diez años echaremos de menos la tele de ahora.

    DAVID: Sí, se puede hacer una parrilla personalizada, pero no es todo lo fácil que me gustaría.

    EL MAGNATE: En el debate se incluyó a ciertos informativos en la telebasura. A mí me dan miedo todos los programas que van de serios y que sólo sirven para enfrentar al personal. Creo que son verdaderamente peligrosos.

    EL PERSONAJE: Por lo menos todos los espacios de Telecinco que se cuestionan son claramente y sin dudas entretenimiento, y eso ya es una declaración de intenciones que pone al espectador en un punto concreto. ¿Imaginas Sálvame con formato de informativo? Eso sí que sería espeluznante.

    SR. BIZARRO: Totalmente de acuerdo. En esas prácticas abusivas de cambio de programación es cuando más claro queda que el espectador es un cero a la izquierda.

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  • 7. Heisenberg Dufresne  |  15 febrero 2011 a las 20:53

    «A mí me parece que cada uno es libre de entretenerse como le dé la gana y no veo por qué yo, como espectadora, puedo defender la televisión y, al mismo tiempo, ponerla a caer de un burro. No me parece coherente»
    No es incoherencia, es ser crítico. Estoy de acuerdo en que cada uno es libre de elegir, pero ¿dónde está el límite? ¿Todo vale? Yo creo a veces (recalco el a veces) en un modelo oligárquico (donde cupiesen no solo ejecutivos) para regular lo que se debería de programar en televisión debido a que es el medio con mayor impacto social y yo creo que sí que influye la formación de cada uno.
    Si no hay una regla con qué medir (en todos los ámbitos) da lugar a que nuestra sociedad empeore y unos pocos se enriquezcan de la pobreza del espectador. Y aunque a muchos no les guste la libertad hay que educarla.
    Con esto no quiero defender una tele que aspire a una constante dimensión transcedental sino que ponga límites a la telebasura. Además creo que este término no desprestigia al espectador, más bien lo califica, porque existen niveles de calidad y un ejemplo es «Sálvame»: no hay un afán de mejora, hay un interés continuista de contenidos livianos con los que llenar las horas que tienen de programación.
    «El entretenimiento no es nocivo de por sí» Pues yo creo que puede atontar (o perpetuar la bajeza como el video que pusiste de «Hora Deportiva») y lo he podido observar en la calidad a la hora de debatir u opinar en ciertos programas.
    Y en relación al debate de La 2, creo que hubiera sido mejor haber segmentado la cuestión en varios capítulos a lo largo de unos días, cada día debatir sobre un aspecto: empresarios, público, programas, cadenas, ect.
    Para mí acabó siendo un baturrillo, no dio tiempo a que se explayasen con comodidad.
    Me quedo con la opinión de Fernando Ónega y de Iñaki Gabilondo, más la de algunos los contertulios (pero ya llevo mucho escrito ^^)
    Creo que el pasar un rato sin más en la tele no está reñido con la exigencia y la calidad. Nos merecemos una tele mejor y no creo que la culpa esté solo en unos sino que tanto los mandatarios como los espectadores tienen su parte de culpa.

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  • 8. Ruth  |  16 febrero 2011 a las 08:15

    HEISENBERG DUFRESNE: Estoy de acuerdo en regular contenidos, pero de verdad, y en que la libertad hay que educarla. Eso sí, no va a ser la televisión la que eduque. Creo que en estos debates suele confurdirse la parte por el todo. Es decir: que hablan mal del medio poniendo a caldo los contenidos. Desde este punto de vista digo que me parece incoherente porque el medio es defendible al cien por cien, aunque alguno de sus contenidos no lo sean.

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