La tele que me parió

Quién es Paulino Cubero

Tengo que reconocer que la primera vez que vi a Paulino Cubero en televisión sentí un rechazo, me chocó. Esa vehemencia, ese convencimiento y seguridad en lo que había hecho me catapultaron hacia el extremo de la crítica más rancia. No me gustaba la letra así que nada más fácil que tomarme a guasa a este señor. Dejé pasar por alto un importante detalle: había ganado un concurso. Tampoco contribuyó al buen clima, y hablo en general, que todos los telediarios pusiesen a gente poniendo la letra a caer de un burro.

Ya sabéis cómo evolucionó la cosa. Críticas por doquier hasta que el organismo en cuestión, el Comité Olímpico Español, retiró la letra y canceló la gala en la que Plácido Domingo tenía que interpretar el himno renovado.

Durante este tiempo, palos a destajo para un señor, Paulino Cubero, cabeza de turco del asunto. Víctima de una campaña de imagen funesta que se ha cebado en él, el eslabón más débil. ¿Quiénes componían el Jurado del Certamen? ¿Quién es el responsable de la decisión? Parece que no son datos importantes. David contra Goliat, pero en este caso David no tiene ni siquiera la consabida honda.

Dejando de lado que el señor nos pueda caer más o menos simpático, lo cierto es que lo han dejado solo, lo han abandonado a los leones y el circo jalea mientras lo devoran. Los pelos como escarpias se me pusieron cuando escuché en la radio cómo reclamaba que alguien le compensara porque se había gastado cuarenta euros en un jersey para la Gala. Que dejen en paz a este hombre, que le den lo que le toca y que el COE asuma su responsabilidad, que da verdadera vergüenza lo que están haciendo con esta persona.

Su único delito es defender lo que ha hecho, lo que ha escrito, como haríamos cualquiera. Está dispuesto a renunciar a los derechos a cambio de un trabajo para él y su mujer y de una beca de estudios para su hijo. No puedo ni imaginar la frustración que sentirá este hombre.

20 enero 2008 at 09:47 21 comentarios