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Maravillosas mascotas de series
Hoy me ha dado por pensar en animalitos entrañables que han formado parte de series de carne y hueso. Para otro día dejaré las mascotas de las series de animación (Brian Griffin, Tenacitas, Mordisquitos, Mofly, Aprendiz de Santa Claus o Bola de Nieve tendrán el lugar que merecen). Tampoco dejaré pasar a las mascotas raras como Alf, Bigfoot, Cosa o Vomitón. Hoy quería animales un poco más convencionales, aunque algunos se salen de madre.
Salem Saberhagen (Sabrina): Como gato también habría podido escoger al pobre Lucky, de Alf, pero es que Salem se lleva la palma sin lugar a dudas. Un criminal que quiere dominar el mundo encerrado en un cuerpo de gato con poderes resulta muy atractivo, no me lo negaréis. Salem es un gamberro con buen corazón, ayuda a Sabrina pero no pierde oportunidad para intentar llevar a cabo su maléfico plan, siempre fracasando. Me encantaban sus disfraces. Por si os interesa, su actor de doblaje es Jesús Rodríguez (Rolo).
Eddie (Frasier): ¿Será por perros? Desde Rintintin hasta Vincent (el perro de Walt en Perdidos), pasando por Brandon (Punky Brewster), o Rex, el perro policía. Pero la elección para mí ha sido fácil: Eddie. Un perro inteligente, gracioso, que formaba parte de las tramas y daba un punto de vista a la serie totalmente racional. Sus actitudes no hacían más que poner en evidencia a Frasier, era adorable y tenía protagonismo propio, con capítulos dedicados a él y, a menudo, se encargaba del cierre de la serie, en los créditos, poniendo la puntilla al argumento del episodio.
Marcel (Friends): ¿Quién no ha deseado tener un mono de mascota? En este caso, Marcel apareció en ocho episodios de la primera y segunda temporada de la serie. Su don: tener una actividad sexual desopilante que terminó con sus huesos en un zoológico. Además, nunca se estaba quieto y generó un gran conflicto cuando se escapó de Rachel mientras ésta lo cuidaba. Marcel era un verdadero demonio y se pasaba por el forro todo lo que le decía Ross. Gracias a una de sus trastadas la canción The lion sleeps tonight se convirtió en su emblema.
Sr. Floppy (Infelices para siempre): Odioso, ¿eh? Repelente, estúpido, grosero, maleducado…,. Vamos, que venía al pelo con la serie. Había en otra serie un conejito más al uso pero no he conseguido recordar en cuál. Quizá fuera en Blossom, pero no estoy segura. Pero a lo que vamos, ¿qué podríamos decir del señor Floppy? Nada bueno, claro, salvo que actuaba de Pepito Grillo, sólo cobraba vida cuando estaba delante Jack Malloy y que tenía en sus manos el cierre de la serie contestando cartas de los espectadores. Floppy era en realidad la manifestación palpable de la esquizofrenia de Jack y era un personaje pendenciero a más no poder. Vamos, una perla. Por si os produce curiosidad, su doblador fue Javier Roldán.
Mr. Ed (Mr. Ed): «Caballos con voz, no hay dos, no hay dos…». El sabio caballo Míster Ed daba consejos a su dueño, el arquitecto Wilbur Post. Como en el caso de Floppy, sólo Wilbur podía escuchar lo que decía el caballo y a menudo lo tomaban por loco. La serie es de los años 60 y su humor es blanco. Yo siempre pensé que Ed tenía una personalidad algo inglesa, con ese humor fino y con retranca. ¿Cómo movía el caballo la boca en aquellos tiempos? Hay varias versiones a cual peor pero parece que la más oficial es que le ponían un hilo de nylon en la boca que él intentaba escupir todo el rato. Se ve que la división de semovientes de entonces dejaba mucho que desear.
Skippy (Skippy, the bush kangaroo): Estos australianos…,. No sé que tienen que siempre terminan incluyendo en las serie infantiles los mensajes ecológicos. Este canguro siempre iba acompañando a su dueño, el niño llamado Sonny, que consigue quedárselo a pesar de las reticencias del padre, el guarda forestal del parque natural en el que vivían. Juntos vivieron infinidad de aventuras relacionadas la mayoría de ellas con el medio ambiente y, cuando hacía falta, Skippy sacaba su genio y se liaba a pegar patadas con salto atontando a los malos, unos malos que quería apropiarse de él para aprovecharse de sus cualidades excepcionales. Inocente y blanca a más no poder, pero entrañable al fin y al cabo, como la mayoría de las series que se hicieron en los sesenta.
Flipper (Flipper): Un delfín debe de ser una mascota fantástica, no me digáis que no. Vivía en un parque acuático y tenía como amigos a los dos chavales que se encargaban de cuidar de él. Flipper era inteligente, simpático, expresivo y amigo de sus amigos. Ayudó a los chavales en su lucha contra los pescadores furtivos y los ladrones de coral. Atención, que la serie es americana, aunque pueda parecer australiana por la temática. Flipper se hizo tan famoso que tuvo remakes, película y hasta una serie de dibujos que quizá los más jóvenes recordéis.
Clarence, el león bizco (Daktari): Para terminar, el súmmum de las mascotas estrambóticas en una clínica veterinaria de una reserva africana. Sólo la intro de la serie ya da idea de qué fue aquello pero, sin duda, Clarence el león bizco merece mención propia de hecho la serie es un spin off de una película en la que él era el protagonista. Otra vez ecologismo y cazadores furtivos en una serie de aventuras tierna como ella sola. Por cierto, que Ivan Tors está detrás de esta serie y de la de Flipper, entre otras muchas. Ahora se entienden mejor los parecidos, ¿no?
Y hasta aquí mi selección. Seguro que me he dejado a alguno. ¿Algún animal de serie que destaquéis, tanto por amor como por odio?
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