La tele que me parió

Vidas marcadas, el exceso del plano corto

Anoche, después de Doctor Mateo, Antena 3 sacó a la luz Vidas marcadas, un docu-reality de corte sensacionalista que vi porque estaba haciendo tiempo. A estas horas no hay vídeos en YouTube del asunto y me sabe mal porque mu hubiera gustado que hubiérais podido ver algún fragmento para haceros una idea de qué va la cosa, pero en fin, el programa se estrenó casi por sorpresa, a pesar de que hace tiempo que están trabajando en él, y ni la cadena ni la productora han usado Internet como plataforma de difusión, ellos sabrán por qué.

El asunto es el siguiente: cada semana mostrarán tres casos de personas que han tenido que superar tragedias y que están unidos por un sentimiento común, anoche fue la rabia. El psicólogo Enrique García Huete aparece de vez en cuando y hace observaciones pueriles y peregrinas de lo que está diciendo la gente. Anoche un padre comentó que sintió alivio cuando le dijeron que no era el responsable de la muerte de sus hijas y el psicólogo dijo que la excención de culpa es un alivio. Muy avispado este señor. Sus intervenciones son un parche que recuerda vagamente a La Caja y, francamente, como no las dirige a las víctimas sino a los espectadores, sobran de todas todas porque no aporta nada.

Respecto a las historias, son testimonios en primera persona de víctimas de sucesos de crónica negra y según la directora del programa el objetivo es que cuenten cómo se sienten tiempo después de que el suceso haya desaparecido de las portadas de los medios. Hablan de confidencias sin aditivo alguno pero eso no es del todo cierto: la realización y la posproducción son aditivos en televisión y aquí se mueven en el proceloso mar del plano corto ilustrado con imágenes de archivo de las víctimas, de los entierros, testimonios de la policía a cara tapada, recortes de prensa, fotos de los juicios y, en algún caso, de los agresores.

Desde Globomedia, la productora, enuncian algunos de los sentimientos que servirán de nexo en los programas: La venganza, la rabia, el miedo, la soledad, la desesperación, la lujuria, la soledad y la fatalidad. Temas de innterés morboso a los que se les suma el hecho de que los casos estuvieron en su día en los periódicos y provocaron alarma social. Lo peor es que en la web de la cadena situan el programa en la división de entretenimiento de la cadena.

Una mezcla de buenas intenciones, drama, confidencias, lágrimas y trumas no superados. Anoche hicieron un 8,3% y no llegaron al millón de espectadores. Tienen firmados diez programas. ¿Los veremos todos? Para que luego digan que sólo Telecinco se atreve con esta clase en empantanamientos.

6 abril 2009 at 09:41 8 comentarios