Posts tagged ‘Impares’

Antena 3: A la caza del target comercial

El balance que ha hecho el director de antena de Antena 3 deja muy claro que, para variar, se siente muy satisfecho con la marcha de la cadena, con los estrenos y con la ficción nacional. Pero sobre todo me ha llamado la atención las reflexiones que hace sobre el target comercial de la cadena.

Antena 3 no es la segunda cadena más vista esta temporada, pero es la segunda en target comercial y con eso se dan con un canto en los dientes. Es lógico: si las cadenas viven de la publicidad, lo que más les interesa es el público potencialmente consumidor. Ahora, este target específico (dicen las malas lenguas que lo inventó Telecinco), tiene de cara al espectador y desde mi punto de vista un lado negativo.

La definición extensa del target comercial es: Personas de trece a cincuenta y cuatro años que viven en poblaciones de más de 100.000 habitantes. A veces se especifica si los programas van dirigidos a amas de casa, a mayores…, pero en la definición general está el problema. ¿Pueden hacer programas que interesen igual a niños de trece años que a adultos de cincuenta? Mientras la fragmentación de las audiencias no sea un factor realmente determinante en lugar de una amenaza como es ahora, seguirán intentando hacer cosas que nos interesen a todos por igual con el resultado que ya conocemos.

En el caso de Antena 3, los éxitos de la temporada han sido La familia Mata, El síndrome de Ulises y Física o Química. En los tres casos se cuentan historias con personajes que ocupan todo el abanico de edad del target comercial y que se desarrollan en entornos urbanos (por aquello de las poblaciones de más de 100.000 habitantes). Caso aparte es Lex, a la que también se menciona como éxito pero que yo no veo como tal. En el resto de cadenas vemos ejemplos similares. En realidad, la mayoría de las propuestas de ficción nacional, triunfen o no, esconden este requisito del target comercial.

Esta exigencia, orientada a emitir series que tengan tirón entre los anunciantes, restringe las posibilidades de creación de ficción nacional más arriesgadas. No hay mercado suficiente en España, por lo visto, para productos concretos, aunque últimamente haya intención de hacer cosas más específicas, como muchas de las tiras de acces prime time (Camera Café o Impares), o apuestas como Qué vida más triste (La Sexta). Así que me da la sensación de que vamos a tener series para todos los públicos durante mucho tiempo. Menos mal que la ficción internacional, sobre todo las producciones de cadenas de cable americanas, ya han superado este escollo. Aunque claro, no se puede comparar la amplitud de su mercado con el nuestro.

14 agosto 2008 at 10:02 6 comentarios

Impares merece una oportunidad

Impares es una serie que suma algunas de las tradiciones con más éxito de la televisión actual. Los testimonios grabados en la agencia matrimonial se inspiran en el talk show (gente contando a cámara sus intimidades), y me recuerda a aquella primera etapa de Sexo en Nueva York, cuando se incluían testimonios de personajes anónimos para contextualizar las tramas de la serie. Este recurso también lo utilizaron en la película Cuando Harry encontró a Sally.

Las citas están grabadas con cámara al hombro, al más puro estilo Mockumentary, como The Office, El show de Larry David o Arrested development, aunque en el caso de Impares la crítica no es tan ácida como en el resto de ejemplo.

La estructura en tres actos de las historias es un elemento perfecto por su versatilidad, por el ritmo que imprime y por las facilidades de edición . En Camera café también lo hacen sólo que en este casos las historias suceden de forma continuada, con cortes o transiciones, y en Impares se intercalan con otras tramas.

Pese a todo esto Impares no se parece a nada de lo anterior, tiene un estilo propio basado en unos buenos guiones que saben explotar al máximo la comedia a través de los defectos clave de cada uno de sus personajes. Los estereotipos que se manejan nos son conocidos y pese a la brevedad de las historias nos resulta fácil conectar con cada una de las personalidades que desfilan por la pantalla porque en todo momento podemos identificar qué tipo de personaje es el que tenemos delante. Las historias, llevadas al límite, están bien resueltas, y en ese límite es donde salta la risa.

Por desgracia, creo que Impares tiene un problema grave, casi imposible de resolver, y que le va a complicar el hacerse un hueco en la parrilla. Aunque a mí me gusta como está, sí que pienso que en general la gente necesita continuidad con los personajes y reconocer de un primer vistazo a quien está en la pantalla. Esa familiaridad facilita al espectador ponerse en situación y generar una expectativa. Impares en este sentido es más exigente y cada capítulo empieza de cero porque los personajes no se repiten, al menos por ahora. Quiero decir que la aparición de, por ejemplo, Cañizares ante la máquina de café ya genera una corriente de información y empatía con el espectador, cosa que en Impares no se produce y que, desde mi punto de vista, es su principal punto débil.

6 agosto 2008 at 07:26 39 comentarios

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Teleadicta sin remedio

Avatar de Desconocido"La tele que me parió" es un blog sobre televisión, sobre cómo la vemos y sobre cómo la hacen. Sólo es televisión pero me gusta y aquí encontrarás una entrada diaria de mis delirios catódicos de espectadora irredenta.

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