La animación española en pie de guerra

1 diciembre 2009 at 08:12 10 comentarios

Diboos, la Federación Española de Productores de Animación, ha empezado una campaña para reivindicar la inclusión de su sector en la nueva Ley General de la Comunicación Audiovisual. Denuncian su exclusión del proyecto y anuncian que esta marginación podría llevar  a terminar con la animación española, uno de los sectores de la industria más consolidados y con más éxito internacional.

El quid de la cuestión es el siguiente: según la nueva Ley, las televisiones tendrán que invertir obligatoriamente en cine español, y desde Diboos quieren que esa obligatoriedad se extienda también a la animación, un sector que, a diferencia del cine, produce al margen de las cadenas y tiene un modelo de negocio diferente. Ahí tenemos como ejemplo el caso de Pocoyó, un éxito internacional que barre en todo el mundo. Pero no es el único, desde Diboos destacan el éxito de Suckers o Kambú, dos formatos premiados en el MIPJUNIOR de Cannes, o la serie Sandra, la detective de cuentos, que lidera audiencias en el TF1 francés.

Los que tenemos una edad sabemos que la animación española ha sido clave en la televisión nacional hasta la llegada de las privadas, cuando el mundo era tan pequeño que cabía en dos botones (La Primera y la UHF). Pero la irrupción de las privadas trajo modelos de negocio diferentes y, sobre todo, acabaron con esa franja de horario infantil. Ahora las cadenas temáticas y la TDT suponen una nueva oportunidad para el sector y por eso reclaman más atención y se consideran ninguneados por el Gobierno, que desprecia las aportaciones que las series de animación españolas pueden aportar a la televisión nacional y que tienen impacto en la publicidad, el sector editorial, el sector juguetero y el audiovisual, generan productos asociados en sectores como el de los videojuegos o la música, sin olvidar la cantidad de empleos que supone y la generación de IVA a favor del Estado.

Lo que piden: que la nueva Ley contemple la obligatoriedad de las televisiones de invertir el 1% en series de animación nacionales. No es descabellado porque todas las cadenas tienen canales temáticos en los que emitir esas producciones. Parece hasta más razonable que la obligatoriedad de invertir en cine, un negocio que no les es tan afín, y desde esta perspectiva se entiende la molestia del sector por haber sido olvidado. Los últimos en sumarse a su petición han sido los de FAPAE (la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles).

Cómo son las cosas. Hace unos años a nadie le habría extrañado que se invirtiese en animación nacional porque era parte importante, casi imprescindible, de la parrilla diaria. Pero ahora, con toda la animación que llega desde todas las partes del mundo, el sector tiene que reivindicar un trato de igualdad respecto a otros sectores y pedir que se le apliquen unas prácticas proteccionistas que ya se dan en otros países de Europa y que también se aplican en Cataluña para poder seguir adelante en igualdad de condiciones. A mí me parece que olvidar la importancia de un sector que ha producido series que ya tienen la categoría de clásicas es imperdonable. Para algo manifiestamente y objetivamente bueno que hay aquí, es un poco lamentable que tengan que ir recabando apoyos. Mi apoyo total al sector de la animación española porque me hicieron pasar buenos momentos a mí, y pueden seguir haciendo pasar buenos momentos a los niños de hoy, si les dejan.

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10 comentarios Add your own

  • 1. Small Blue Thing  |  1 diciembre 2009 a las 09:45

    Todavía no me explico cómo Suckers no está en ninguna cadena nacional.

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  • 2. TELEpatético  |  1 diciembre 2009 a las 11:18

    Antaño el prime time de los dibujos animados era un horario tan familiar como los sábados y domingos a las 15.30 h. Pero un día TVE decidió sumarse a la producción barata en forma de telefilmé y película de aventuras de los 60 que empezó a imperar en las privadas y ahí se acabó todo. Los dibujos pasaron a ser exiliados por completo en la programación matinal, cuanto más pronto mejor para que no molesten, y a llenar los horarios infantiles de programas para adultos: mucha peli violenta y mucha teta. Hubo algún canal francés que cuando pasó algo similar en su país se llevó en plenos años 90 los dibujos clásicos (Mazinger y compañía) que seguían gustando a peques, adolescentes y adultos al prime time de los sábados. Con un par. Fue un éxito. Pero aquí las teles prefieren mirar a otra parte y ahogar la producción nacional. A los dibus, como Pocoyó, les piden que triunfen en medio mundo antes siquiera de molestarse en estrenarlos aquí. Y así no hay forma.

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  • 3. marisa  |  1 diciembre 2009 a las 11:30

    Estoy totalmente de acuerdo con lo que habeis dicho. A mí me encantan los dibujos, pero me gustan los dibujos como los de siempre, sin 3D, que seguro que encarece muxo y lo importante es lo que cuentan.

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  • 4. La animación no está en peligro  |  1 diciembre 2009 a las 13:13

    […] de que los productores de animación están francamente descontenos con la nueva ley audiovisual. Según dice Ruth: “Diboos, la Federación Española de Productores de Animación, ha empezado una campaña […]

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  • 5. amidala  |  1 diciembre 2009 a las 14:00

    Me adhiero a lo dicho. Yo como madre de una niña de 4 años soy consumidora de dibujos animados habitualmente (y clan tv es la cadena que principalmente se ve en casa).
    Creo que las producciones españolas son buenas o muy buenas (Pocoyo es un buque insignia, pero no es lo único que se cuece). Pero eso viene de lejos.
    En lo de los horarios, ya me he quejado más de una vez……todo lo dan o durante la mañana (cuando los niños estan en la guardería o en el cole) o hay que poner clan tv/disney channel, lo cual a la larga si que limita un poco, porque según sus horarios dan series para determinadas edades, o repiten a menudo.
    En fin, como se dice arriba, para una cosa que hacemos bien y que encima es rentable…..

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  • 6. David I  |  1 diciembre 2009 a las 17:39

    Yo creo que ya se han hecho suficientes dibujos animados en el mundo como para empezar a ponerlos otra vez en bucle, y no cansarnos de verlos. Total, los que no sean unos viejunos como Ruth o yo, seguro que ni han visto Dartacan ni Willy Fogg.

    Aunque, por otro lado, que les den lo que pidan, porque yo, por Pocoyó, maaaaa -to !

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  • 7. Doctora  |  1 diciembre 2009 a las 22:21

    No me puedo morir con las ganas de tatuarme a Pajaroto en una nalga.
    ¿Será «Obligatoriedad» la palabra más fea del mundo?.

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  • 8. Ruth  |  2 diciembre 2009 a las 09:32

    SMALL BLUE THING: Es inexplicable, sí.

    TELEPATÉTICO: Se escudan en las temáticas, pero llenan la TDT de lotes de producciones extranjeras y no hacen una verdadera apuesta.

    MARISA: Ahora, por suerte, hay para todos los gustos.

    AMIDALA: REsulta incomprensible que haya tan poca apuesta por el género.

    DAVID: Jajjajjjaaaa. Lo que pasa es que los niños de hoy no son como los de ayer y sus gustos visuales son diferentes.

    DOCTORA: Jajjajjaaa. Quiero ver una foto del tatuaje y no es que la palabra sea fea, mujer, es que es seria 🙂 .

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  • 9. carabiru  |  4 diciembre 2009 a las 18:51

    Suscribo.
    Me requetencantan los dibujos (aunque no todos, sinceramente, odio a Bob Esponja con todo mi ser) y los españoles están al frente de mis favoritos, Pocoyo fue todo un descubrimiento para mí, por no hablar de los dibujos de cuando era peque, Dartacán y los mosqueperros, Willy Fogg…

    Responder
  • 10. Ruth  |  5 diciembre 2009 a las 09:57

    CARABIRU: ¡¡A mí tampoco me gusta Bob Esponja!! 🙂

    Responder

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